Ya estamos acostumbrados a que surja el amor entre los protagonistas de una película, dicen que ‘el roce hace el cariño’. Después de tantas horas de rodaje juntos, compartiendo escenas románticas y cafés entre bambalinas, lo normal es que salte la chispa. Los artistas tratan de negarlo al principio, pero finalmente el amor es tan evidente que no dudan en pasear de la mano y confesar su relación.

Pero con lo que no estamos familiarizados es con que un actor confiese haberse enamorado de una compañera de reparto sin haber sido correspondido. Jake Gyllenhaal confesó hace unos días en una entrevista a la revista People que durante el rodaje de ‘The Good Girl’ en el año 2002 se enamoró perdidamente de Jennifer Aniston. El actor reconocía que estuvo enamorado de ella durante varios años y que no fue nada fácil trabajar con ella.

Por aquel entonces, la actriz de Friends estaba casada con Brad Pitt, que todos sabemos que acabó en desastre. ¿Habría dado Gyllenhaal el paso de haber estado soltera?

El actor llegó a afirmar en la entrevista: “No sé lo que me enamoró de ella, si su personalidad, su forma de actuar o cómo me trataba”. Y es que todos tenemos un amor platónico.