La noche del sábado en Coachella fue testigo de su nuevo acercamiento entre la multitud del festival. 

A pesar de los intentos de Leo por mantenerse lejos de los paparazzis escondido tras su gorra y una bandana (muy cool, por cierto), las cámaras captaron la cercanía entre ambos. A Rihanna no pareció importarle mucho lo del anonimato a juzgar por sus enormes gafas glitter y su gargantilla. 

Los susurros del actor le hacían gracia a la cantante, según se puede interpretar en la foto. ¿Palabras de amor? ¿O quizás hablarían del carnaval en el que se ha convertido el festival de Indio? Sea lo que sea, la imagen demuestra que la pareja tiene oportunidades de volver a nacer.