Al ver a Beyoncé y Jay Z sentados en la primera fila del All-Star de la NBA en Nueva Orleans lo más lógico sería pensar que acapararon todos los flashes. Pero alguien les robó claramente el protagonismo: su hija Blue Ivy.

Lo primero en lo que nos fijamos fue en el modelito que lucía la pequeña de cinco años, un vestido verde flúor con dibujos de perros de Gucci valorado en 1.790 dólares.

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Una baratija si tenemos en cuenta que el kimono de la misma firma que llevaba su madre cuesta 21.945 dólares.

Beyoncé y Blue Ivypinterest
Getty Images

Pero como la niña pequeña que es, Blue se mostró mucho más emocionada con detalles algo más infantiles como el algodón de azúcar que se comió:

Blue Ivypinterest
Getty Images

La mascota del equipo:

O posar para la cámara cuando enfocaron a su familia:

No sabemos que pasará cuando nazcan los gemelos que está esperando el matrimonio, pero de momento la reina no es Queen Bee sino Blue Ivy.