Primero fue Angelina Jolie la que confesó que estaba viviendo un momento muy duro tras su divorcio de Brad Pitt en una entrevista concedida a BBC Worl News. Ahora ha sido el actor el que ha abierto su corazón a GQ Style.

"Para mí este período ha sido de reflexión sobre mis debilidades y fracasos", ha confesado Pitt. También ha admitido que ha dejado la bebida y que ha estado viendo a un terapeuta.

Para el actor los momentos en los que intervinieron los Servicios Sociales fueron realmente duros y, tal y como ya afirmó su Angelina, ambos están intentado llevar esta situación lo mejor posible.

"Oí a un abogado decir: 'Nadie gana en estos casos, es sólo una cuestión de quién hace más daño'. Y parece ser cierto, pasas un año enfocado en preparar un caso para probar tu punto de vista y por qué tienes razón, por qué los demás están equivocados. Es centrarse en el odio".

Para la ex pareja lo más importante es el bienestar de sus 6 hijos tras el final de sus 12 años de amor. "La familia es lo primero. La gente en su lecho de muerte no habla de lo que consiguió.Habla de sus seres queridos o de sus arrepentimientos. Esto lo dice un hombre que ha dejado que el trabajo lo aleje. Los niños son tan delicados, absorben todo, necesitan sentirse protegidos y que les expliquen las cosas. Hay que escucharles y cuando entré en ese modo de trabajar no lo hice. Ahora quiero ser mejor".

Pero Pitt ha ido más allá y ha abierto su corazón totalmente: "Cuando te divorcias tu primer impulso es aferrarte. Pero entonces está ese cliché que dice 'si amas a alguien déjalo libre'. Ahora sé lo que significa. Es amar sin poseer. Significa no esperar nada a cambio. Es algo que suena bien en una canción de Sting. Pero es más jodido cuando lo vives".