Después de intensas excursiones a los quirófanos, de sesiones de cirugía estética interminables, en las que una y otra vez nuestras celebrities favoritas tratan de mejorar, a golpe de bisturí, aquello que ya estaba bien desde el principio, un cambio de imagen, por muy radical que parezca, ya ni siquiera se acerca a ser noticia. Pero las tornas cambian cuando estas transformaciones son un claro símbolo de que algo se encuentra en pleno derrumbamiento en la vida de las estrellas.

Lejos queda ya aquella operación de cirugía estética con la que Ben Affleck concedía una nueva personalidad a su rostro. Ahora, el que en su momento fuera uno de los actores más sexys de las colinas de Hollywood nos deja con la boca abierta al pasearse por las calles de Los Angeles, no solo haciendo gala de un estilo cuestionable, sino también de un considerable aumento de peso al que acompañaba un rostro increíblemente envejecido, gracias a una descuidada barba canosa que le trasladaba a años luz de las 45 primaveras que marca su carnet de identidad.

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Sabemos que ese Affleck que se encontraba en perfecta forma dentro de la piel de Batman no está pasando por su mejor momento. Su plagado divorcio de idas, venidas y rumores con Jennifer Garner o el hecho de ser internado para continuar su lucha contra un alcoholismo que no hace más que reincidir no han hecho otra cosa que pasar factura a su estado físico.

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Sin poder salir de este estado de shock protagonizado por Affleck, sólo queda preguntarse: ¿Volveremos a ver al 100% al "Caballero Oscuro"?