Hoy en día extraña es aquella vida que no está marcada por la continua presencia de las redes sociales. Cualquier momento del día es bueno para echar mano de estas herramientas, y si ya eres una celebridad, es impensable vivir ni un solo segundo despegado de la pantalla de tu smartphone. Los hay que encuentran en ellas una vía para dar rienda suelta a su creatividad y hacer partícipes a sus fans de sus dotes fotográficos, como ya viene haciendo Brooklyn Beckham que, tan convencido de esta nueva faceta, se ha lanzado a la piscina publicando 'What I see', su primer libro como fotógrafo.

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Con este doble selfie -el impreso en la portada y el tomado para la publicación- y como si se tratase de una oda al arma 2.0 más potente de nuestros días, Instagram, y a su fiel compañera, esa lente tras la que nos escondemos con el contradictorio fin de mostrar cada detalle que acontece a nuestro digitalizado universo, Brooklyn presentaba su ópera prima. Un libro publicado, nada más y nada menos que por la editorial Penguin Random House, en el que se recogen 300 de las fotografías capturadas por el objetivo del primogénito de los Beckham, en definitiva, auténtica carne de súper ventas.

Sin duda alguna, Brooklyn cuenta con todos los ingredientes necesarios para eregirse como uno de los iconos de su generación, con miles de seguidores en su cuenta de Instagram y milennials que copan de likes cada una de sus publicaciones, pero en el mundo de las redes sociales no es oro todo lo que reluce. Y es que aunque sus fieles seguidores no dejen de alabar su juventud y el tiempo con el que cuenta para convertirse en un gran artista, más que el propio trabajo que hoy mismo aterrizaba en las librerías de Inglaterra, los detractores han encontrado en Twitter el mejor terreno para cargar contra el libro de Brooklyn. Tanto ha sido así, que el manusctrito ha conseguido hacerse viral en menos de lo que canta un gallo.

A pesar de que cada una de sus páginas se ha convertido en diana de los comentarios, en concreto una fotografía de lo que parece un elefante en Kenia ha pasado a ser el centro de la mofa. "Elefantes en Kenia, tan difíciles de fotografiar, pero más difíciles de ver", rezaba la cita junto a la imagen que, tachada de excusa por la mala calidad de la instantánea, también se ha convertido en objeto de burla.

Pero nada lejos de ésta quedaba una fotografía borrosa y en blanco y negro junto a la que se leía: "Cena. Me gusta esta foto, está desenfocada, pero hay mucha gente pasándoselo bien", lo que no pudo hacer más que suscitar otro aluvión de carcajadas virtuales.