Ya sea para pasar la noche o en un trayecto de diez minutos, viajar es un placer si se hace en uno de estos barcos. No te los pierdas:

Bahía de Halong, Vietnam

La mágica bahía de Halong, salpicada de islotes rocosos, es célebre por sus barcos tradicionales de junco con velas en forma de abanico, usados hoy en día como medio de transporte, restaurantes flotantes e incluso hoteles de lujo para pernoctar sobre el agua. No te pierdas las espectaculares puestas de sol que se divisan desde el agua.

Star Ferry, Hong Kong

El Star Ferry, inaugurado en 1898, es una de las atracciones turísticas más destacadas del territorio de Hong Kong. Dispone de dos rutas diferentes que conectan los Nuevos Territorios, en la zona continental de Hong Kong, con la isla principal. Pero por lo que es famoso ese ferry es por ofrecer unas vistas sin igual del 'skyline' de la ciudad, sobre todo al atardecer, cuando las luces de la bahía comienzan a encenderse. Y lo mejor: esta agradable travesía solo te costará unos 30 céntimos de euro.

Bath, Reino Unido

Esta ciudad inglesa, relativamente desconocida para el turista pero de una belleza sin igual, es uno de los mejores exponentes de la arquitectura georgiana, además de conservar en perfecto estado unas termas romanas que son Patrimonio de la Humanidad. Una interesante manera de descubrir esta ciudad y disfrutar del impresionante verde de sus prados cercanos es subirse a uno de sus barcos turísticos en el río Avon. O si lo prefieres, puedes alquilar una barca de remos para realizar tu propio recorrido.

Ferry a Staten Island, Nueva York

¿Sabías que la mejor forma de ver la Estatua de la Libertad es gratuita? El Ferry de Staten Island conecta el sur de Manhattan con la isla de Staten y ofrece por el camino algunas de las vistas más impresionantes que encontrarás en la ciudad; el perfil de los rascacielos desde la bahía del Hudson y, por supuesto, la icónica figura de la Estatua de la Libertad. Desde este medio de transporte dispondrás de una vista perfecta para fotografiarla. El recorrido tiene una duración de 25 minutos y funciona las 24 horas del día.

Praga, República Checa

La romántica ciudad de Praga te resultará aun más romántica contemplada desde el río Moldava. Existen diversos recorridos: desde pequeños paseos de una hora hasta cenas a bordo con jazz en vivo. Una oportunidad perfecta para ver desde otra perspectiva algunos de los lugares más emblemáticos de la ciudad: el Puente de Carlos, la isla de Kampa, el Monte Petrin...

Ferry por el Bósforo, Estambul

Los ferrys públicos de Estambul permiten recorrer el magnífico Bósforo, el estrecho que separa la parte europea y la parte asiática de Turquía, por muy poco dinero. Si lo prefieres, también existen compañías que organizan cruceros de varias horas de duración que permiten cenar a bordo. Desde este enclave podrás disfrutar de una nueva perspectiva de los edificios más emblemáticos de Estambul, así como observar de cerca sus puentes.

Góndola en Venecia, Italia

Es probablemente el paseo en barco más icónico del mundo: las famosas góndolas venecianas son todo un símbolo de la ciudad de los canales. Viajar en uno de estos barcos tradicionales no es barato -las tarifas oficiales son de 80 euros por 40 minutos durante el día y 100 euros por la noche-, aunque hacerlo supone toda una experiencia. Por mucho menos dinero, unos 50 céntimos de euro, podrás atravesar el Gran Canal en uno de los 'traghetti', góndolas desprovistas de decoración que cruzan el canal principal de la ciudad de una orilla a otra en siete puntos diferentes.

Los Fiordos, Noruega

Navegar por los fiordos noruegos es toda una aventura de gran belleza. Un fiordo es una entrada de mar en los valles antes tallados por los glaciares, un espectáculo natural impresionante que supone un gran reclamo para el turismo. Dos de los más conocidos son los fiordos Geirangerfjord y Nærøyfjord, Patrimonio de la Humanidad según la Unesco: el primero destaca por sus saltos de agua, sobre todo la famosa Cascada de las Siete Hermanas, con una altura de más de 250 metros, mientras que el segundo es conocido por sus paredes estrechas que se elevan hasta los 1400 metros en algunos puntos.