Alemania

En Alemania, la Semana Santa se asocia a los tradicionales huevos de Pascua. Una de las tradiciones más arraigadas es la de la 'caza de los huevos de Pascua', un juego en el que los niños buscan los huevos decorados escondidos que les deja la Liebre de Pascua. Otra de las más espectaculares es la del árbol de Pascua u 'Osterbaum', que consiste en colgar huevos decorados en las ramas de un árbol.

Nueva York

Los neoyorquinos son unos grandes aficionados a los desfiles callejeros. Además de su famoso desfile del Día de Acción de Gracias, ellos también celebran la Pascua con otro espectáculo callejero. Tiene lugar en torno a la Quinta Avenida de Manhattan y no se trata de un evento tan organizado como su homónimo de Acción de Gracias: más bien, la gente acude allí disfrazada sin un plan demasiado claro. A pesar de ello, se ha convertido en uno de los grandes eventos del año en la ciudad aunque ya haya sido despojado del carácter religioso que tuvo en sus primeros años.

Braga, Portugal

Nuestros vecinos portugueses tienen unas celebraciones más similares a las nuestras, aunque también tienen sus particularidades. En Braga, tiene lugar la procesión del Ecce Homo, en la que unos hombres ataviados con túnicas recorren la ciudad haciendo sonar unas carracas: son los llamados 'farricocos'.

República Checa

La Semana Santa en República Checa tiene un carácter más pagano que religioso, debido a que durante el régimen comunista se prohibió cualquier celebración de carácter espiritual.  Aun así, esta época está llena de tradiciones. Una de las más impactantes es la de la pomlázka, una vara fina de sauce con la que los chicos 'azotan' a las chicas para traerles buena suerte.

Sidney, Australia

La vertiente religiosa tampoco es muy poderosa en Australia, aunque eso no quiere decir que allí no se celebre la Semana Santa. De hecho, en esas fechas tiene lugar en Sidney un gran evento basado en las costumbres agrícolas del país: el Sidney Royal Easter Show, con planes que incluyen una exhibición de cerdos, un torneo de esquilar ovejas u otros menos rurales como conciertos o competiciones culinarias.