En el lado estético cabe destacar que fumar acelera el envejecimiento prematuro y provoca una formación de arrugas concreta como las del llamado 'código de barras' al hacer el gesto de aspirar el humo y fruncir los labios.

Aunque los problemas más graves y específicos que afectan a las mujeres se centran en otros aspectos:

El embarazo: cuando una mujer es fumadora tiene más riesgo de sufrir un aborto y parto prematuro. Durante el mismo el bebé puede sufrir enfermedades respiratorias e incluso sufrir una muerte súbita. También es más complicado quedarse encinta, ya que fumar reduce la fertilidad femenina entre un 10 y 20%.

Lactancia: al dar el pecho el niño éste se convierte en una especie de fumador pasivo, debido a que los elementos tóxicos del tabaco pasan a través de la leche materna.

Cáncer pulmonar: hay una estrecha relación entre este tipo de enfermedad y fumar, también en hombres. Pero también el tabaco es responsable de otros tipos de cánceres como el de laringe, esófago, faringe, colon...

La piel: al reducir la vitamina E puede provocar la aparición de acné y resecar las mucosas, haciendo la piel más propensa a infecciones e irritaciones.

Ansiedad: el 'mono' de nicotina se 'calma' con un cigarro. Al hacerlo se vuelve a repetir el proceso, lo que hace que realmente esa ansiedad sea resultado de un círculo vicioso y que el tabaco no sólo no la calme, sino que la fomente.

Confianza: ¿Por qué fumas? me relaja y me da confianza. Típica pregunta y respuesta. Pero la realidad es justo lo contrario: fumar crea inseguridad y desestabiliza. Estar en el espacios cerrados o prohibidos donde se puede hacerlo fomenta la aparición del 'mono' y, por tanto, cierta angustia por privarte del vicio. Justo lo opuesto a confianza y seguridad.

Femineidad: las clásicas películas de Hollywood han mitificado a ciertas actrices guapas, con clase, glamourosas y... Fumadoras. Fumar se consideraba sexy porque se le atribuían esas otras cosas. Pero si quitásemos el cigarrillo de la mano a esas mujeres atractivas, elegantes y sofisticadas, lo seguirían siendo. E incluso olerían a perfume, tendrían el aliento fresco y un envejecimiento más tardío.

Si quieres dejar de fumar hay centros de ayuda que son públicos y sin coste, libros de autoayuda, tratamientos... Y lo más importante: tu fuerza de voluntad.