Agua

Durante mucho tiempo se ha considerado que el champú era una de las principales causas de una decoloración prematura, pero utilizar agua sin más también puede causar estragos en el cabello teñido. "El agua hincha las fibras capilares y hace que se levante la cutícula, permitiendo que se escapen las moléculas de tinte que hay en tu pelo", explica Diane Minar, científica del Nexxus New York Salon Care. Y si la cutícula de tu cabello se ve afectada (que es lo que pasa cuando te tiñes, te haces un moldeado con una plancha y cosas así), el daño será mayor. "Si tu cabello está dañado, se hincha más fácilmente cuando se moja y hace que sea más probable que el tinte vaya desapareciendo" dice Minar, que aconseja tratar los cabellos secos con productos que eviten que éstos se saturen y que las moléculas de tinte se vayan desprendiendo del pelo.

Productos de moldeado

Aunque parezca contradictorio, algunos aceites para el pelo y serums que se utilizan para suavizar un cabello que ha pasado por diversos procesos, con el tiempo pueden tener el efecto contrario. Esto ocurre porque este tipo de productos suelen contener ingredientes como las siliconas pesadas, que cubren la cutícula externa del cabello. "Algunos tipos de siliconas pueden ir acumulándose en el pelo," explica Minar. "Y cuando el producto se va acumulando, también puede atraer la suciedad y otras partículas presentes en el aire, todo lo cual puede hacer que el color parezca más apagado, aunque la fibra esté intacta".

Agresión física

"Si no se trata con cuidado el pelo, el color también se verá afectado" comenta Kevin Mancuso, estilista y tricólogo en Nueva York y Londres. El hecho de desenredar el pelo con un cepillo, un peine o llevar constantemente moños y colas de caballo apretadas, acaba por dañar la cutícula, explica Mancuso. "Hacer esto con el pelo afecta a la integridad de su estructura, lo que significa que las moléculas del tinte se liberarán del pelo y hará que el color se vaya apagando mucho más rápido de lo debido". Para ayudar a reducir el desgaste y las roturas, aplica un producto suave para facilitar el desenredo o un tratamiento hidratante todos los días en el cabello húmedo o seco, así el cepillo se deslizará mejor. Además, opta por moños y colas de caballo más flojas y flexibles.

Moldeados en los que se utiliza calor

Aparatos como las planchas acaban quemando el cabello. Y cuanto más dañada esté la capa de cutícula del pelo, más susceptible es a permitir la absorción de agua, a aumentar la pérdida de color y a hacer que la tonalidad de tu cabello se apague. "Aunque las moléculas de color estén en el interior del pelo, cuando el cabello está dañado, su superficie no está en buen estado y no refleja bien la luz" explica Mancuso. El objetivo: mantener el pelo suave y alinear la cutícula para conseguir un brillo natural.

No hacerte cortes regulares

Las puntas son la parte más vieja de los cabellos, lo que significa que han tenido que soportar un mayor daño por el calor o por los tratamientos químicos a los que los sometemos. Con el tiempo, las puntas se van dañando cada vez más. Por esta razón y no porque las puntas estén abiertas, las moléculas de tinte son diferentes en esta parte del pelo. El resultado: la parte inferior de tu cabello no tiene el mismo color que el resto. Mancuso recomienda cortes de pelo regulares, cada 10 a 12 semanas dependiendo de la longitud y la salud del cabello, además de usar un tratamiento para evitar que las puntas se abran.

No usar acondicionador

Utilizar a diario un acondicionador con elementos hidratantes esenciales para mantener un color brillante y una mascarilla para el pelo, independientemente de tu textura, es crucial. "Una vez que se ha fortalecido el cabello y lo hemos acercado lo más posible a su estado virgen, va a ser más fácil conseguir el color que quieres y tendrás más posibilidades a la hora de elegir un color", explica Mancuso. Cuando el pelo está muy dañado por los cambios de color drásticos (como esa vez que pasaste de rubia a morena), "empieza a no retener el tinte tan bien como antes y puedes acabar con la parte de la raíz más oscura que el resto del pelo (efecto ombrè), cuando esa no es tu intención", añade.

Luz UV

Los rayos del sol pueden provocar la rotura de la raíz del pelo, que como sabemos, puede agravar la pérdida de color junto con una larga lista de efectos secundarios para nada agradables: un pelo seco, quebradizo, opaco y difícil de dar forma. Por desgracia, los productos para el cabello todavía no incorporan protectores solares eficaces, por lo que la mejor protección solar para el cabello es un sombrero de ala ancha, explica Mancuso. Para reponer la humedad perdida por la exposición a los rayos UV del sol, utiliza todos los días un acondicionador que no necesite aclarado. La estilista de celebrities Lona Vigi recomienda aplicarse una mascarilla hidratante para humedecer el cabello antes de hacerse un moño bajo o una trenza suelta. "Esto evita que algunas fibras queden expuestas excesivamente a los rayos UV, sobre todo las puntas, que son los más propensas a dañarse", explica.

Vía: ELLE US

Vía: ELLE US