Tengo 5 grupos de WhatsApp de trabajo. 4 cuentas de correo conectadas al mail del teléfono. Mis 4 redes sociales personales (Facebook, Twitter, Instagram, y Linkedin) más 3 de ELLE y 3 de Harper’s Bazaar activadas con notificaciones en el móvil. Diariamente utilizo 2 ordenadores, 2 fijos, un móvil, un iPad y un smartwatch.

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Con ese despliegue tecnológico, Natura Bissé me propuso conocer el segundo capítulo de su tratamiento The Mindful Touch junto a una profesional del mindfulness, Alejandra Vallejo Nájera, en un sitio pensado para desconectar:La abadía de Retuerta Le Domaine.

Abadía de Retuertapinterest
Jaime Boira


El spa de este antiguo monasterio corre a cargo de la marca. El plan consistía en un poco de historia, relajación, cuidado cosmético, buena comida (el chef Marc Segarra del restaurante El Refrectorio cuenta con un estrella Michelín) y buen vino (los viñedos de Abadía de Retuerta se extienden junto al hotel). ¿Quién iba a decir que no?

Spa Abadía de Retuertapinterest
Jaime Boira

El santuario se encuentra en Sardón de Duero, apenas a una hora de Madrid. Sorprende llegar entre los campos de viñas a un edificio que sin darte cuenta, te hace hablar bajito. Paseamos por la abadía: la Iglesia, el claustro, los jardines… Me obligué a poner el móvil en silencio para no molestar y me quité el smartwatch para no notar las vibraciones cada vez que me entra un mensaje. Primer objetivo cumplido. O casi. Durante la comida miré el teléfono 4 veces.

Alejandra Vallejo-Nagerapinterest
Jaime Boira

Después de comer en el restaurante La vinoteca, Alejandra Vallejo-Nágera psicóloga y experta en mindfulness (diplomada en esta especialidad por la Universidad de Massachussets) nos puso a prueba. Nos hizo contar nuestras respiraciones durante un minuto (inhalación y exhalación contaban como 1). Suspendimos todos, mi cifra era la segunda más alta: 16. Resulta que Nadal hace 4 estando en mitad de un partido. No miré el teléfono porque me sentía culpable. La cifra más baja fue la una de las chicas que nos iban a tratar después: 7 respiraciones.

Natura Bissépinterest
Jaime Boira

Llegó la hora del spa y de probar el proyecto The Mindful Touch, el primer tratamiento que aúna cosmética, realidad virtual y mindfulness. Un spa que te recibe con vino a mí ya me gana. Tiene una zona mixta con la piscina y duchas, jacuzzi, sauna o baño turco separadas. Todos dan a patios de luz natural. En la cabina, una de las expertas de la marca (¡me tocó la de las 7, la Nadal de aquel edificio!) me ayudó a colocarme las gafas de realidad virtual. Yo y mis 16 respiraciones comenzamos a sumergirnos en un estado de relajación. No sé si fueron las imágenes, o lo aislante que resulta, la voz de fondo que te sigue guiando una vez que acaba la mini película, o las manos de ella pero hacía mucho que no me sentía tan relajada. Solo utilicé el móvil para sacar un par de fotos al final. Una de ellas un selfie sin maquillaje, la prueba de la buena cara que me dejó el tratamiento.

Llovía sobre los viñedos cuando nos tocó la primera sesión para aprender a respirar con el diafragma. Con los consejos de Alejandra y varios ejercicios conseguí pasar de 16 respiraciones a 4 al minuto. Confieso que después estaba tan emocionada que me dio flato en la ducha al practicar por mi cuenta. Salí al balcón antes de la cena y pensé "dónde está mi móvil" por primera vez en bastante rato.

Buena cena y buena conversación que se alargaron, pero creo que eso también es mindfulness. Y a dormir.

Por la mañana, sin desayunar tuvimos una sesión de meditación activa en la capilla de la abadía. Tuve mis reticencias: en ayunas no soy persona y el misticismo y yo no nos entendemos. Nada más lejos de la realidad. Lo único que sentí fue mucha energía y relajación. Fue cómodo, bonito y una increíble manera de estrenar un día.

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Jaime Boira

Después de desayunar, y todavía sin mirar casi el móvil, hicimos un recorrido por las viñas y la bodega, un privilegio pensar que vivíamos ese paseo a la vez que la gente está en la oficina. Ya no me daba flato y volviendo en el tren me cronometré: 5 respiraciones en un minuto. Qué pena ser mayor para empezar con el tenis…

Estoy deseando repetir. Y si no se puede ir hasta la abadía, en Madrid. De eso trata la experiencia The MindfulTouch de Natura Bissé. Todo el proceso está pensado para que cuando acudas a un centro cosmético en tu ciudad, con tus móviles, tus grupos de whastApp, y tus atascos, puedas no solo conseguir el efecto buena cara, si no encontrarte un poco mejor. Después de mi experiencia solo les sugeriría una cosa: servir buen vino también en los centros.

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