Con tanto anglicismo, hemos perdido una de las palabras favoritas de nuestras abuelas cuando eran jóvenes: RUBOR. Ellas no se dedicaban a llamar al colorete, ‘blush’, ni tampoco hablaban de las bondades de los iluminadores. El rubor a base de pellizcos y el brillo natural de una cara lavada eran sus armas de belleza. Pero hoy, el rubor se sustituyó en favor del colorete (el ‘blush’) y los iluminadores y ahora, el toque del aceite seco facial, ha cambiado los hábitos de belleza de las mujeres. Sin embargo, en pleno 2020, las tornas vuelven a cambiar para recuperar la tradición perdida: vuelve el rubor con más fuerza que nunca.
Tanto, que hasta los productos ahora se simplifican, unifican y mejoran para que reduzcamos el tiempo y, aunque no usemos la técnica de pellizco, logremos lo mismo con lo último para tener buena cara: el ruborizante.
Este producto pretende aunar todo lo bueno de los coloretes (para dar color), la barra de labios (para dar un toque de color natural en los labios) y el iluminador (para lograr un toque de jugosidad natural).
Tanto es así, que teniendo un ruborizante en el neceser o en el bolso conseguirás la buena cara y un aire inocente con un par de toques.
Muchos ruborizantes se presentan en formato tinte, otros, en crema. Sea como sea, aquí tienes unos cuantos para dar un primer paso hacia ellos. Y sí, RU-BOR. El toque rojizo que coloreaba las mejillas de toda la vida.
‘Rescue Tint I Need It’, You Are The Princess. Tinte líquido que puede aplicarse en mejillas, como sobra de ojos y en lo slabios. Es un tono frambuesa ideal para todos los tipos de piel (4,95 €).
