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20 velas de olor para regalar en Navidad (a personas que aman las velas)
Una buena vela no es cosa sencilla. Hemos hecho lo posible por seleccionar las mejores para que regales estas fiestas. Las que reproducen un paseo por los pinos, las que huelen a tu cena de Nochebuena o incluso las que prometen que llegará la primavera para todos aquellos que odian el invierno (de todo tiene que haber). Incluso hay una para que tu suegra te deje tranquila.
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Si pienso en una experta en velas, siempre me vienen la cabeza las reseñas de Kelly Conaboy en la mítica web para mujeres The Hairpin, que dejó de actualizarse en 2018, para tristeza de muchos seguidores, y que tuvo algunos de los artículos más compartidos de aquellos años. Su columna sobre velas hacía las delicias de todos los locos de este objeto de deseo. Porque para todos nosotros, una buena vela aromática tiene muchos matices que ella sabía apreciar y definir, pero sobre todo tenía un gran sentido del humor sobre esta obsesión. "Comencé esta serie, 'Candle Review', para conseguir velas gratis de marcas de lujo, quiero decir, para reseñar velas. Pero mi trabajo se vuelve difícil, incluso imposible, cuando las empresas de velas de lujo se niegan a 'cumplir con su parte del trato'", decía con humor.
Al igual que ella, creo que las velas decorativas tienen que tener al menos cuatro condiciones mínimas para pasar a estar entre mis preferidas. El olor sería el primero. Cada uno tiene sus preferencias respecto a aromas pero, al contrario que un perfume, que tienes que llevarlo todo el rato pegado a tu cuello, las velas permiten acercarte a aromas que en principio no querrías estar oliendo mientras comes una paella o desayunas un café. Por eso, fragancias mucho más intensas como el pino, incienso, o las rosas las puedo disfrutar en mi salón. Y si embargo, me ahogaría al llevarlas puestas, yo que soy de perfumes de jazmín o perfumes frescos.
La segunda condición no solo es que huela bien, si no que que el aroma inunde la habitación. Si solo solo huele alrededor de la vela, mira, no. Parece una cosa obvia pero los que hemos comprado muchas velas por su olor en las tiendas, sabemos que no tienen por qué tener la misma intensidad dentro del vaso, que una vez se prenden.
Tercera: cómo se quema. Es imprescindible que se quemen de una manera regular. Si no, en un par de encendidos, la cera irregular ahogará el cabo y se acabó la vela. Con el coste que tienen algunas de ellas, es un drama. Vale, un clarísimo drama del primero mundo, solo para gente que ama mucho mucho las velas, pero un drama.
La cuarta son las horas de duración: cuántas más, mejor. Aquí no cabe discusión. Aunque suele coincidir que el precio se va incrementando en función de esa longevidad. Y en las velas el precio puede incrementarse mucho. La vida es dura para el amante de las velas buenas.
Cómo conseguir que tus velas aromáticas duren más
Un buen consejo para que duren es cortar siempre la mecha unos pocos milímetros. Se trata de que tenga la misma longitud que cuando compras la vela, para que no caliente ni mucho ni poco la cera. La otra es que una vez que las enciendes, esté el tiempo suficiente como para que se deshaga toda la superficie de la vela. De esa manera, se irá consumiendo en equilibrio en todo el proceso.
Las mejores velas de olor para regalar en Navidad
Dicho todo esto, aquí vamos con una pequeña selección para que incluyas en tus regalos de Navidad de las mejores velas para soñar con la primavera y las mejores velas de invierno que era una de las categorías que solía usar Kelly Conaboy en sus reseñas. "No era una vela de invierno; era en gran medida una vela de primavera. Olía a felicidad, amor nuevo y ropa ligera. No olía a abrigos gruesos, piel seca o fascismo. Algunos podrían preguntarse si la vela Diptyque Tubéreuse tiene un lugar en nuestro mundo actual. No estoy segura. Eso espero, pero una vez más debo dejar constancia de que no estoy segura".
En serio, qué pena que terminaran.
Une Forêt d'Or' de Goutal (82 €)
Goutal saca todas las Navidades una versión de esta vela que ya es toda una tradición. Para estas fiestas, Une Forêt d'Or creada en 1994 viene en verde y dorada. Algunos coleccionan los vasos para adornar la mesa de Navidad (vale, algunos soy yo). Para mí, la cena de Nochebuena siempre tiene este olor. Huele a bosque, a pinos, a naranja amarga y mandarina. Y a estar en familia. Esto no tiene por qué ser bueno para todos. Tenedlo en cuenta antes de comprarla no vaya a ser que acabes teniendo presente a tu cuñado todas las fiestas.
Sapin, Étincelles y Neige de Diptyque (70 €)
Si hablamos de marcas de velas, Diptyque es sin lugar a dudas la más reconocible. Están los baños de millones de 'influencers' llenos de los vasos de Baies a modo de bote para guardar las brochas de maquillaje. Eso no le quita ni un poquito de calidad a sus velas (tampoco se la da, las cosas como son). Cada Navidad lanzan un nuevo diseño para sus aromas míticos: Sapin que huele igual que caminar entre los pinos una mañana de frío; la fragancia Étincelles que huele a fuego de lumbre con notas golosas de café y chocolate; y Neige, que huele a nieve con notas de flores de heliotropo y almizcles blancos. A tope con las fechas. Si odias la Navidad, olvídalas.
Todas las velas se presentan en dos tamaños: 70 g (40 €) y 190 g (670 €)
Ophelia de Singular Olivia (26,90 €)
Ophelia huele a jazmín y magnolia. No miente ni un poquito. Toda tu casa se impregnará de este aroma a flores blancas inspirado en la protagonista de Shakespeare. Huele a noches de verano y cierta calided que todos andamos buscando en diciembre. Perfecta para nostálgicos del verano y gente con buen gusto en general que no quiere estridencias. Y que lo que quiere es que pase el invierno rapidito.
Biblioteque de Byredo (65 €)
Una vela perfecta para quedarse en casa leyendo tapada por una manta. En realidad, si soy sincera, sin vela el plan es perfecto igualmente. Pero si encima le sumas Biblioteque... Huele a madera húmeda y lápices, a fuego caliente, a flores… Huele a la biblioteca de Estocolmo donde estudiaba el creador de la marca Byredo, Ben Gorham. Eso dicen en su web porque no he ido a esa biblioteca pero ya tengo un motivo más para ir a la capital sueca además de a comer sus famosas albóndigas.
Aqua Universalis de Francis Kurkdijan (70 €)
Para una loca de las velas es complicado elegir solo una. Pero si alguien me obligara el resto de mi vida a que mi casa oliera solo a una, sería a esta (con todo el dolor de Figuer de Diptyque que se quedaría en una segunda posición). Esta vela huele a estar en paz para mí. Y las Navidades son un poco eso. Huele a piel, a azahar y lirio del valle. Leo en un foro que a un chico le disgusta porque huele a sábanas limpias de hotel con toques de flores blancas, ¿cómo podría disgustar a nadie eso? Vale, no es un vela solo de invierno, pero para mí funciona siempre.
White Moss & Snowdrop y ácida Orange Bitters de Jo Malone (62 €)
Más clásicos navideños, las versiones de Jo Malone de velas de invierno. White Moss & Snowdrop es musgo fresco del bosque, ámbar dorado y cardamomo. Y una opción más ácida Orange Bitters: la naranja amarga con sándalo. Huelen a roscón de Reyes y polvorones. Insisto en que te tiene que gustar todo esto, no vengas con reclamaciones. Si eres el Grinch, compra su vela Lime Basil y mandarine que es fresquita y limpia y te recordara a un paseo por una huerta.
Higuera silvestre de La Chinata (8,30 €)
El olor a higuera se ha convertido ya en toda una categoría para los amantes de las velas perfumadas. Cómo no va a serlo un aroma que te transporta al verano de golpe, a una siesta a la sombra de este árbol mediterráneo lechoso y verde. Tengo varias preferidas, Figuier de Diptyque estaría a la cabeza sin lugar a dudas, pero esta versión de La Chinata no tiene nada que envidiarle y tiene un precio mucho más asequible. No, no es una vela de invierno. Es una vela para recordar tu verano.
Fleur D’ Oranger de Zara (19,95 €)
Para los que andan soñando con la primavera, sí. Incluso para los que odian un poco la Navidad, que de todo tiene que haber, esta vela que huele a naranjos en flor es toda una promesa. El frío pasará. Mientras, disfruta.
Altar de Byredo (65 €)
A ver, con ese nombre ¿a qué va a oler? Nuestro amigo de Estocolmo Ben Gorham dice que evoca los recuerdos invernales de sus noches familiares en la capital sueca. Esta vela es alegría pura. Es hogar. Su olor: clavo, ylang ylang clavel papiro y vetiver de Haití. Debía tener un cuñado muy majo Ben.
Coriander L:A Bruket (60 €)
Dicen en su web que Coriander es capaz de ahuyentar el estrés y la ansiedad gracias al cilantro y las hojas de menta. Ojalá, porque iba a vivir metida dentro de ese bote yo... Igual no llega a ser la solución a los problemas de salud mental que nos aquejan en 2022 pero, chica, te das un gusto y algo te relajarás.
Astronomici de Blanco Fornasetti (220 €)
Si hablamos de botes bonitos y velas muy caras tenemos una clara ganadora: los frascos de las velas de Fornasetti son luego un adorno perfecto. Pero, claro, no apto para todos los bolsillos. Esta huele al campo en invierno, a tomillo, lavanda, cedro e incienso. ¿Quieres quedar bien con tu suegra? Acierto seguro. Empieza a ahorrar.
Chimney de Zara Home (17,99 €)
A través de sus notas de salida a abedul y cuero, su corazón de madera de cashmere y el fondo de madera de cedro y almizcle, esta vela de Zara Home dejará un aroma memorable en tu hogar que te recordará al fuego de la chimenea.
Cinnamon&Tangerine de Floris (52 €)
La Chambre de Colekt (120 €)
Una experiencia olfativa para abrazar la naturaleza y escapar de la ciudad sin moverte de casa. Esta es una fragancia amaderada llena de personalidad con notas de acacia, lavanda, lirio y ámbar, así como presencia de sándalo, madera de guayacán y de enebro.
Better Than Yoga Nº108 de The Inventory (49,95 €)
La energía tranquila y la calma tras una clase de yoga se condensan en esta vela perteneciente a The Inventory, la colección de fragancias creada por Paula González. Aromas de jengibre, hierba limón y coco. ¿Lo mejor? Su caja incluye un listado de poemas para leer mientras la vela está encendida.
Oudh Scented Candle de Rituals (32,50 €)
Pura calidez es lo que encontrarás en esta vela de olor que se viste con los aromas intensos y ahumados del oud, el conocido como oro negro, extraído del árbol Aquilaria. Naranja, un toque de aceite de bergamota y notas de fondo que mezclan maderas oscuras, cuidados almizcles y ámbar completan su inconfundible fragancia.
Gingebread de Zara Home (129 €)
La firma de Inditex sucumbe a uno de los aromas más navideños en su gran vela aromática de 3,6 kg. 'Gingerbread' huele a galletas de jengibre recién horneadas, a canela y especias creando en tu salón una atmósfera cálida y acogedora de lo más golosa.
Snow Fairy de Lush (44,95 €)
Una vela de edición limitada con la que Lush da la bienvenida a la Navidad. Si te gustan los aromas dulces y chispeantes al más puro estilo algodón de azúcar, te encantará el olor de esta vela realizada a base de aceites esenciales de origen ético, con base de cera natural de colza, aceite de coco, cera de coco y de ricino.
Figue Méditerranée, Montaigne y Ambre Nuit de Dior (120 €)
La maison francesa se ha propuesto que aromatizar el hogar sea un auténtico arte con La Collection Privée Christian Dior y este cofre con 3 velas perfumadas: Figue Méditerranée, afrutada y almizclada; Montaigne, especiada; y Ambre Nuit, con notas de rosa y ámbar.
Respira de Yuyo Calm (15 €)
Vela ‘Respira’, de Yuyo Calm. Con aroma a esencias de yuyo, gardenia, notas de incienso, vetiver y sándalo. Pensada para crear un ambiente ideal de concentración, relax y calma.
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