Los 8 mejores jabones y limpiadores para el acné

Gema Herrerías habla del acné como una enfermedad de la glándula pilosebácea en su libro, La guía definitiva para el cuidado de la piel. Y es que a pesar de que es común en la edad adolescente, muchas mujeres, por su importante componente hormonal, también sufren acné en la edad adulta e incluso en el embarazo. Cursa en brotes y se manifiesta con lesiones inflamatorias o cicatriciales, sobre todo en el rostro y tercio superior del cuerpo.

Sus características

Sabrás que sufres acné si haces check en esta lista:

• Seborrea. Es decir, si segregas más sebo de lo normal.
• Hiperqueratinización folicular. O lo que es lo mismo, obstrucción de los canales foliculares por el exceso de sebo.
• Proliferación microbiana. Y es que la falta de oxígeno, el exceso de sebo y la queratinización, provoca que proliferen las colonias de bacterias que inflaman la zona.

Los factores

Más allá de la genética, del factor hormonal o el acabo, la nutrición es un factor fundamental para su aparición. Tal y como explica Herrerías, “una dieta con alta carga glucemia estimula la resistencia a la insulina, aumentando los andrógenos, la producción de sebo y empeorando el acné”.

Las recomendaciones de los expertos

Los expertos tienen bastante clara la lista de los alimentos no recomendados cuando se sufre acné. Entre ellos, el azúcar y los carbohidratos hiperglucémico, la leche de vaca y sus derivados, la pasta, el arroz blanco o el pan blanco (estos últimos, también por su alta carga glucemia) y en general, todas las grasas saturadas y grasas trans.

El acné en la mujer adulta

Más allá de los 25 años, el acné en la mujer adulta suele ser menos seborreico, es decir, menos graso, que en la adolescencia.

Las lesiones provocadas por el problema suelen aparecer en la parte inferior de la cara y superior del cuello, con carácter inflamatorio y escasos comedones. Puede ser “premenstrual” y reaparecer o persistir en función de cada caso, por su componente hormonal. Y a su vez, el acné en las mujeres adultas, tal y como explica la experta, puede clasificarse como persistente o de comienzo tardío aunque hay buenas noticias: el “acné maduro” suele disminuir de forma paulatina a partir de los 45 años.

Acné por cosméticos

Ante un caso de acné, hay que descartar por completo que no se deba a un nuevo producto que has comenzado a usar. Y es que, efectivamente, algunos cosméticos pueden provocar acné en algunos tipos de piel. Eso sí, suelen ser lesiones no inflamatorias, pequeñas, provocadas por cosméticos comedogénicos (de ahí la importancia de mirar esto bien en la etiqueta si tu piel tiene exceso de sebo).

Protocolo en pieles con acné

Si tu piel tiene tendencia acneica, prevenir es clave. Para ello, los expertos recomiendan escoger texturas que sean ligeras, ingredientes con función seborreguladora (como el ácido salicílico, la niacinamida, el glutonato de zinc, el ácido azelaico o los retinoides) y antiinflamatorios. Y no sólo eso, sino que es más que recomendable complementar tu rutina de buenos productos de limpieza, como las mascarillas formuladas con queratolíticos y arcillas.

Los jabones que recomiendan los expertos

La rutina de mañana y de noche se hacen fundamentales en caso de pieles con tendencia acneica. Hablemos de la rutina de la mañana.

Por la mañana

Gema Herrerías lo tiene claro: “para la higiene de la mañana emplearemos jabones líquidos o geles limpiadores que contengan detergentes sintéticos suaves, ya que si son agresivos pueden agravar el acné debido a la irritación de la glándula sebácea y, en consecuencia, provocar mayor producción de sebo”.

Los ideales, aquellos que contienen ingredientes seborreguladores, con pH ácido entre 4.5 y 6 y que eliminan la grasa sin alterar los lípidos cementantes, como las ceramidas y por tanto, no deshidratan la piel.

Por la noche

En la higiene nocturna, los expertos recomiendan la famosa doble limpieza y la utilización en este momento del día de lociones exfoliares con ácido salicílico.

La paciencia, clave

Y es que, tal y como explica la experta, es normal ver cómo cuando se comienzan este tipo de tratamientos, se producen leves empeoramientos. Esto es debido a los efectos purificares y exfoliantes. No suspendas el tratamiento y dale tiempo, mientras la textura de la piel se normaliza, irán desapareciendo las imperfecciones.