Si te has cortado recientemente el pelo por el bombazo del look bob, ya sabrás lo complicado que resulta ahora ondular el pelo. La plancha da menos vuelta y tiene menos recorrido para deslizarse, así que o se marcan demasiado y pareces Shirley Temple o parece que no han pasado por allí.
Para empezar, comienza por las capas de abajo. No tienen que quedar perfectas, porque apenas se ven, pero aportarán algo de volumen desde abajo y después, puedes deshacerlas.
Lo fundamental es que no vayan todas en la misma dirección. De esa forma estarías creando ondas al agua, ideales para melenas largas. Lo que nosotras queremos es crear un efecto desenfadado e imperfecto, así que marca en las dos direcciones, siguiendo el movimiento natural de tu brazo. Es decir, cuando trabajes el lado izquierdo de la cabeza, tu brazo trabajará desde arriba y las ondas irán en dirección hacia la izquierda. Y viceversa. Al trabajar el lado derecho, tu brazo lo hará desde abajo y las ondas irán hacia la derecha. Después, deshaz con los dedos todos los rizos y alborota el cabello.
Cuando termines todas las capas, da volumen y textura con un spray como el que hemos usado en el tutorial. Se trata de uno de los best sellers de Living Proof, ‘Body Builder’. Ayuda a construir la melena dándole el cuerpo deseado gracias a su modulador en la boquilla, que permite elegir el tamaño de la partícula y la tasa de pulverización para aportar la cantidad justa de ligereza y movimiento. Puedes encontrarlo en salones de peluquería y cuesta 29 €.
Y por último, da brillo a las puntas con un aceite seco o sérum. Aplica un par de gotas en la palma de la mano, calienta el producto y distribúyelo por medios y puntas, despeinando las ondas. El aceite que hemos utilizado es ‘Mythic Oil’, de L’Oréal Professionnel.
