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Pese a que en la actualidad es imposible abrir Instagram y no ser bombareado con ‘reels’ de anónimos cocinando todo tipo de recetas con su ‘Airfryer’, que podría ser el revés 2022/2023 de la Thermomix, incluso aunque jamás te hayas interesado por la cocina es muy posible que en alguna ocasión, te hayas encontrado en redes con algún vídeo de Franco Noriega. Puede que el nombre no te suene, pero este chef peruano, conocido por cocinar sin camiseta (tildado por el periódico francés ‘Le Figaró’ como el “chef más sexy del mundo”, y no vamos a ser nosotras quienes les quitemos la razón), se ha convertido en un fenómeno viral que por supuesto, ya ha sido fichado por la televisión.
Es juez de MasterChef Junior, un programa que a su vez se ha encargado de convertir en la versión adulta del show a Jordi Cruz en otro sex symbol de los fogones. Los chefs se han erigido como iconos de la sensualidad gracias a los programas de cocina, que han hecho de ellos auténticas figuras del rock que son verdaderos artistas y que dominan cada detalle de la cocina. En España, teniendo en cuenta además que la comida es esencial como elemento alrededor del cual se organizan las reuniones sociales, los encuentros de trabajo o las celebraciones familiares, quien controla la comida es quien por ende, domina nuestra felicidad.
Un ingrediente más a tener en cuenta para hablar de este fenómeno: según un estudio realizado por la marca de juguetería erótica de lujo y bienestar sexual LELO, un 27% de la población asegura que en sus fantasías se entremezclan comida y sexo en armoniosa sintonía.
Resulta innegable que el giro final y definitivo ha llegado con ‘The bear’, la serie en la que Jeremy Allen White ha conquistado incluso a quienes prefieren cenar un anodino sándwich a tener que esperar a que alguien les prepare un plato de más de cuatro ingredientes. Lo curioso es que ante un panorama televisivo en el que el sexo se ha convertido en un personaje más, en la aclamada serie de Disney+ nadie practica sexo, y pese a ello, ha logrado que como señala una investigación de ‘New York One’, desde el lanzamiento del show, los chefs practican más sexo que nunca. “Creo que su determinación es muy atractiva, y el que sea tan bueno en lo que hace es muy atrayente. Además, pienso que los chefs son muy sexys. Al fin y al cabo, te están cuidando, ¿no? Realmente están haciéndolo todo para que estés feliz y bien, por lo que creo que tiene sentido que a las mujeres les gusten tanto”, explicaba el actor acerca del revuelo que su personaje ha generado.
Por si fuera poco, el guaperas absoluto e indiscutible de ‘Emily in Paris’ no es otro que el chef de la serie (que acaba de desfilar en la Semana de la Moda Masculina, por cierto), y la serie de Netflix ‘Desde cero’, inspirada en la novela homónima de Tembi Locke, se ha encargado también de que pensemos en los cocineros como en los amantes perfectos. “Creo que conecta con el deseo colectivo de ser alimentados y nutridos; algo muy primario. Hay una conexión profunda en esto. También está la atracción por la presencia del chef en la cocina. La cultura en la cocina de un restaurante es muy dinámica, y los chefs tienen esta forma dominante que se siente llena de fuerza, poder y dinamismo. Es muy sexy, hay una energía cinética en lo que está sucediendo”, señalaba a ‘Eater’ la propia Locke, que en la vida real se enamoró del chef en el que se inspira el de la serie.
Tanto ‘The bear’ como ‘Hierve’ sirven a su vez de reflejo del pánico que rodea a la cultura del trabajo del momento, y aunque muestra el estrés de las cocinas profesionales, no es necesario trabajar entre fogones para conocer bien ese ahogo laboral que quema, empalagada e indigesta. Fue Anthony Bourdain quien glamourizó la idea de la cocina como un hervidero de ansiedad y estrés, y hoy celebramos que hayamos dejado de aplaudir la idea de trabajar al borde del ataque de nervios.
Por eso, lo importante es que nos planteemos si lo que nos atrae tanto del protagonista de ‘The bear’ son sus habilidades en la cocina, la pasión que pone a cada plato y sus tatuajes y sus bíceps ('sorry': no podía obviarlos) o las salidas de tono y sus problemas emocionales, porque entonces estamos volviendo a ensalzar el mito del genio maldito y del rockero desbordado… Y eso, como esperamos sepamos ya todos a estas alturas, devendrá en un salpicón de problemas y lágrimas. Sí, la camiseta blanca y el delantal son muy sexys, pero no nos dejemos engañar por el emplatado estético, por favor.
