No hace ya falta visitar el bar más 'posh' (¿nos miráis mal si decimos pijo?) de Nueva York para encontrarnos al 80 % de la clientela de cualquier coctelería bebiendo un Espresso Martini, que según la compañía de consultoría CGA by Nielsen IQ, ya ha superado al clásico Manhattan.

El interés de este cóctel, compuesto por Martini (¡sorpresa!), café Espresso (¡sorpresón!) y vodka (esto no era tan evidente, ¿verdad?) es tal que registra 130.000 búsquedas online cada mes. Sin embargo, ya sabemos que las tendencias duran lo mismo que una copa, y por eso se prevé que este año sea el del martini de pistacho, la bebida del momento después de que se pusiera de moda que los influencers explicaran cuáles son sus cócteles preferidos.

Por si fuera poco, ahora le ha llegado el turno a una bebida que no debe su fama a las redes, sino a… Tom Hanks. Como lo lees. Al actor acudió a un programa de humor nocturno de Stephen Colbert, ‘The Late Show’, en el que explicó que no suele beber, por lo que lo que hace es pedir una Coca Cola Light a la que añade un poquito de champán. Desde entonces, el cóctel se llama ‘Cokeagne’, y está causando furor en las redes sociales. Pero a la hora de la verdad’, ¿notan realmente los expertos que el universo online cambia nuestros pedidos en el mundo de la mixología?

cocktail
Michael Blann
"Las redes hacen que la gente pida cosas que por ellos mismos no harían"

“Las redes hacen que la gente pida cosas que por ellos mismos no harían. Al verlo, vienen al establecimiento y nos enseñan la foto que han visto para poder probarlo, además de hacer esa foto tan esperada”, asegura Salvador Fernandez, Beverage Manager de W Barcelona. “En el caso del Punch Room, realmente depende de los clientes que tengamos. Una cosa que podemos asegurar es que el 75% de las personas que reciben sus cócteles tomarán fotos de sus cócteles. Lo publicarán dentro de los 30 minutos o, en el caso de los influencers, seguirán un shemá, los publicarán en momentos específicos de audiencia”, explica el equipo de Punch Room, cuya clientela cuenta con personas que trabajan en su industria, huéspedes curiosos o influencers.

“Hay un cliente que pedirá según sus gustos o según nuestras recomendaciones, y por otro lado esta el que pedirá buscando un cierto reconocimiento para demostrar que está presente en "the place to be". Este último buscará y pedirá cócteles con hermosas decoraciones o hermosos colores. Creo que son los diferentes modos los que influyen en las redes y, en última instancia, influyen en nuestros huéspedes”, aseguran.

cóctel
The Picture Pantry

Las compañías de refrescos y de bebidas alcohólicas son tan conscientes del poder de las redes e incluso de los realities que cada vez es más complicado saber cuándo realmente una celebridad es fan de una marca o cuándo hay tras un gesto aparentemente casual un cuantioso contrato.

Eso fue lo que pasó con las Kardashians, pues Khloé Kardashian aparecía en sus testimoniales bebiendo el conocido refresco directamente de su lata, un 'product placement' en toda regla que tratándose de una de las familias más conocidas del mundo, cuesta creer sea casualidad.

De hecho, en un momento del reality se sirve Coca Cola para desayunar en una taza, y el que Kim Kardashian haya aparecido bebiendo ese refresco en sus redes no hace más que levantar las sospechas, especialmente ahora que Rosalía ha presentado su propio diseño de una lata de Coca Cola Zero. Estas Navidades ya hablamos de cómo Lindsay Lohan se había aliado con Pepsi para hacernos beber el refresco con… Leche.

cócteles virales
YouTube
Coca Cola y Rosalía

¿La mayor razón por la que los cócteles virales son tan populares? El FOMO, responsable de que pidamos la bebida del momento aunque sea únicamente para poder compartir la fotografía en redes sociales. Por supuesto también entra en juego el amor por la excentricidad y la extravagancia. “Una vez tuvimos un evento en el que los clientes querían algo totalmente distinto a lo habitual. Querían cuatro cócteles servidos de una manera distinta e inolvidable, así que montamos cuatro escenarios inspirados en películas. En cada escenario se servía un cóctel inspirado en una película y en cada escenario los cocteleros iban disfrazados según la película, por lo que fue una experiencia inolvidable”, explica Salvador Fernandez, Beverage Manager de W Barcelona.

"A veces tenemos personas que nos piden el cóctel más bonito y no importa cuál sea su gusto"

“A veces tenemos personas que nos piden el cóctel más bonito y no importa cuál sea su gusto. Están buscando el lado 'instagrameable' y eso es todo, por lo que nos piden un cóctel con humo, espuma o con un color específico, como el morado o el azul. Lo más extravagante que a veces nos piden es una copa específica para un cóctel que tiene la base que no pertenece a ella”, dice el equipo de Punch Room.

cóctel en vaso de vino
FluxFactory

A finales del siglo XX era la simplicidad del Old Fashioned la que se aplaudía, en los años 40 triunfaron los Daiquiris, en los 50 los vodka Martinis y en la era de ‘Sexo en Nueva York’, el incombustible Cosmopolitan. En la actualidad, las tendencias cambian tan rápido que es complicado decir cuál es el cóctel de moda sin haberte quedado atrás, y aquellos bares con imponentes cartas de cócteles llegan a lamentar que algunos clientes pidan un cóctel sin tan siquiera saber de qué se trata por el mero hecho de estar de moda.

cóctel cosmopolitan en la serie 'sexo en nueva york'
HBO

Por eso los cócteles llamados “placeres culpables” prometen hacerse un hueco, y por ello los expertos continuarán creando innovadores cócteles que aúnan nostalgia con escapismo y por supuesto, con una estética apta para arrasar en las redes. Si buscamos confort, ojo, porque quizás el Mojito regrese en 3,2,1... Aunque por supuesto, con algún toque capaz de capturar 'likes'.