Es posible que te hayas topado con algún vídeo de TikTok o YouTube en el que se habla de “cuarto de la depresión” (depression room), un término que refuerza la opinión de aquellos expertos que aseguran que existe un claro vínculo entre el desorden y la salud mental. Otro nombre que se ha popularizado a causa de las redes sociales es el de los “montones de pesimismo” (doom piles), que aluden a la acumulación de cosas aleatorias con las que no sabemos qué hacer, siendo estos cúmulos de desorden más comunes entre las personas que tienen mayores problemas con las funciones ejecutivas. ¿Que por qué te contamos todo esto? Porque existen quienes friegan los platos de forma inmediata y los que los acumulan en el fregadero sin problema, y como podemos observar, la forma en la que decidimos fregar los platos dicen mucho de nosotros mismos.

"Lo ideal sería recoger la mesa para centrarnos en el resto de actividades que tengamos programadas"

La limpieza y el orden cada vez se relacionan no únicamente con la organización, sino incluso con la identidad, y por eso cada vez hay más contenido en las redes sobre cómo organizar los armarios y sobre qué trucos existen para tener la casa impoluta.

¿Qué ventajas psicológicas aporta limpiar los platos de forma casi inmediata y no ver platos acumulados? “Aquí, como todo, una buena premisa es ejecutar cuanto antes lo que más pereza nos da. Por lo tanto, siempre y cuando no interrumpamos la sobremesa, que es uno de los placeres de una buena comida, lo ideal sería recoger la mesa, para poder centrarnos en el resto de actividades que tengamos programadas, sin la carga mental de saber que hay una pila de platos esperándonos”, dice la autora de ‘Limpieza, orden y felicidad’, La Ordenatriz.

platos sucios
Ekaterina Platonova / 500px

Lavar los platos es mucho menos banal de lo que pensamos, y por eso Peter Miller ha escrito ‘Cómo lavar los platos’, donde además de ofrecer infinidad de consejos, explica las ventajas que podemos obtener al hacerlo.

“Probablemente no obtendrás todo lo que esperabas al lavar los platos, pero hacerlo, adquirirás un hábito que te vendrá bien. Hay algunas ganancias obvias, por supuesto, como disponer de un fregadero limpio y tener los vasos y los trapos ordenados. Es la elegancia de un asunto llevado a su fin. Es como una cama bien hecha, una toalla cuidadosamente doblada, los pinceles limpios y el jardín regado y arreglado. Es una declaración que se traslada a la próxima comida, pero también al tiempo. Supone el recuerdo y la repetición de tareas y detalles”, escribe.

"Muchos siempre pensarán en el lavado de platos como una tarea de poco honor o prestigio"

“No todos estarán convencidos. Alguien todavía pondrá una sartén grasienta y caliente directamente en una montaña platos. Alguien más esconderá un cuchillo afilado en una montaña de espuma. Otro colocará diez copas de vino en una olla. No todo el mundo tendrá la tentación de pensar en cómo lavar los platos. Y muchos siempre pensarán en el lavado de platos como primo hermano del trabajo manual básico, simplemente una tarea de poco honor o prestigio”, explica el autor.

Por si fuera poco, según un informe publicado en revista 'Mindfulness', fregar los platos es "una actitud consciente en la que centrar nuestra atención en la calidez del agua, el tacto de los platos o vasos y el olor del jabón que empleamos, algo que sin duda puede desencadenar un estado de ánimo positivo".

Cada vez son más quienes abogan además por fregar los platos poniendo en la actividad nuestra plena atención, haciendo del acto un ejercicio de 'mindfulness'. Frecuentemente lavamos los platos con temor o prisa, apresurándonos para hacerlo lo más rápido posible. En cambio, puedes participar en esta tarea con la conciencia del tiempo presente y encontrar algo de paz.

Mira los platos que vas a lavar. Trata de recordar la comida que tomasteis y cómo apoyó el bienestar y la vida de todos los que comieron. Toma algunas respiraciones profundas, centrando tu conciencia en el cuerpo. Siente dónde estás y el peso que empuja la columna hacia los pies. Comienza a lavar, un plato a la vez. Mantente enfocado en el plato directamente frente a ti en el momento. Mientras limpias, sintonízate con los olores que surgen del jabón y la comida”, explica la guía ‘Mindfulness of Doing the Dishes’.

"Mientras se lavan los platos, uno solo debe estar lavando los platos"

"Hay dos formas de lavar los platos. La primera es lavarlos para tener platos limpios y la segunda consiste en lavar los platos para lavar los platos… Mientras se lavan los platos, uno sólo debe estar lavando los platos, lo que significa que mientras se lavan los platos uno debe ser completamente consciente del hecho de que uno está haciendo tal actividad. El hecho de que esté parado allí lavando estos tazones es una realidad maravillosa. Estoy siendo completamente yo mismo, siguiendo mi respiración, consciente de mi presencia y consciente de mis pensamientos y acciones”, escribe Thich Nhat Hanh sobre el arte de fregar los platos.

"Lavar bien los platos no genera cumplidos"
pila de platos sucios
Paul Taylor

Pero sintiéndolo mucho por los que creen que lavar platos es la nueva meditación, hay que comprender a quienes lo aborrecen, pues un informe del Council of Contemporary Families señala que fregar platos es de entre todas las tareas del hogar la que menos nos agrada.

“Lavar los platos es asqueroso. Hay comida vieja y mohosa en el fregadero. Si tienes hijos, hay leche cuajada en vasitos, algo que huele asqueroso. Además, a diferencia de otras tareas como cocinar o la jardinería, lavar bien los platos no genera cumplidos.

¿Qué hay para decir? ‘Oh, has dejado los cubiertos son tan… brillantes’?”, se pregunta en ‘The Atlantic’ Dan Carlson, responsable del estudio, que explica que las parejas que comparten las responsabilidades de lavar los platos tienen una relación más saludable, pues una pareja puede lavar los platos en equipo al poder dividirse el acto en funciones y alentar a las parejas a juntarse en la cocina y trabajar en algo de forma simultánea. Al parecer, ayuda a que sepan cómo enfrentarse mejor a la suciedad y a las molestias… Y ya no hablamos sólo de la suciedad de los platos.

limpiar los platos
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Cómo lavar los platos

Tan molesto resulta para algunos tener que limpiar los platos que incluso Jamie Oliver, en su libro 'UNO. Un recipiente. Recetas sin complicaciones' no sólo propone platos económicos que se pueden cocinar en cualquier momento, sino que se ha asegurado de que la elaboración de cada plato requiera únicamente hasta ocho ingredientes, por lo que como señala el famoso chef, garantiza una mínima preparación y una mínima limpieza.

"Nos facilitará ir limpiando según se vaya ensuciando y ya no necesitemos esos utensilios"

Aunque no es fácil dejar de formar parte del grupo que prefiere apilar platos sucios, teniendo en cuenta las ventajas de fregar al terminar de comer, ¿cómo podemos superar la pereza de hacerlo? "Una vez que hemos pensado el menú, y hecha la compra, ya estamos metidos en “faena”.

Lo mejor es tener todo organizado antes de empezar, ya que nos evitará nervios a la hora de ejecutar y así poder centrarnos en el cocinado que vamos a llevar a cabo. Nos facilitará ir limpiando poco a poco, según se vaya ensuciando y ya no necesitemos esos utensilios. Además fregar en el momento, lo hace más fácil, al no estar incrustada la grasa y la suciedad”, dice La Ordenatriz.

Sí, hasta Marie Kondo ha tirado la toalla en cuestiones de meticulosidad, pero si limpiar los platos puede ayudarnos un poquito a mejorar nuestra salud mental… ¿No merece la pena hacer el esfuerzo? Al menos, es bastante más barato que ir al psicólogo…