Si eres madre primeriza y te encuentras preparando la llegada de tu bebé, puede que te embargue una extraña mezcla de emoción y temor, tanto por los nervios de cara al día del parto como por no saber si te apañarás bien cuando lleguéis a casa. Bien, esta incertidumbre no se disipará hasta unos días después de que nazca, pero lo que sí resulta muy útil en estos momentos es tener unas cuantas cosas que lo mantengan todo bien atado y dispuesto.

Una de ellas es la habitación del bebé, su dormitorio, o al menos, el espacio donde destinar todas sus cosas -ya que quizás tu recién nacido prefiera dormir lo más cerquita de ti los primeros meses o años (sic)-. En cualquier caso, será un lugar en el que pasaréis mucho tiempo y más adelante, se convertirá en su particular cuarto para jugar (y aquí tienes muchas ideas de decoración para habitaciones de juegos con estilo), por lo que merecerá la pena crear un espacio lo más calmado y acogedor posible.

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¿Cómo lograrlo? Hay mil maneras de decorar un dormitorio infantil con mucho estilo pero debes plantearte que solo porque se trate de una habitación para niños no debería darte patente de corso para excederte con los colores y las ñoñerías más tradicionales que se presuponen en esta temprana etapa. Y lo mismo sucede con el peligro de caer en estereotipos de género que puedan marcar a tu peque desde el principio.

La decoración infantil puede empoderar a los niños. Si prefieres que tu bebé crezca en un ambiente en el que se sienta libre para desarrollar su propia personalidad y crezca en valores de igualdad, apuesta por un dormitorio neutral. Que este no proclame en alto si es la habitación de un niño o de una niña, no significa que no pueda ser bonito, divertido e individual. Te damos unas cuantas claves ideales que te inspirarán para hacer de la habitación de tu peque el espacio perfecto para jugar y descansar.

Cómo decorar una habitación para bebés de estilo neutro

Un dormitorio infantil ni rosa ni azul

Olvida la tradicional dualidad azul para niños y rosa para niñas y abre tu abanico a paletas fascinantes como la del verde, el azul en todas sus variantes, mostaza, marrón, coral, salmón, camel, beige o incluso gris y negro. Una base neutra en blanco o crudo (paredes, muebles) es ideal para transmitir armonía y calma y el lienzo perfecto para incorporar otros tonos más brillantes y llamativos a través de textiles y accesorios.

Elige un tema o un estilo de decoración concreto

De animales, motivos marinos, personajes de dibujos animados, rollo bohemio, incluso una decoración de estilo tropical... Hay infinitos estilos y temas 'genderless' que funcionan tanto para ellas como para ellos. Y además no requiere mucho trabajo decorativo, bastará con añadir algunos accesorios o ropa de cama que guarden la misma estética.

Introduce elementos 'adultos'

Una de las últimas tendencias de decoración infantil aboga por introducir muebles y elementos que no se hayan concebido específicamente para niños. ¿Sabes cuáles son? Pues los que puedas elegir para otra estancia cualquiera, como los muebles de madera o la decoración con muebles de fibras naturales, alfombras étnicas, puffs, butacas de cuero, cestos de mimbre o elementos vegetales (hojas naturales, plantas). Todo contribuirá a darle un punto de calidez y personalidad al cuarto de tu peque.

Diviértete con el color

Los colores alegres son necesarios para la estimulación de tu bebé. Sin embargo, si quieres evitar caer en la paleta tradicional 'niño-niña', puedes recurrir a un verde cítrico, un amarillo optimista o un naranja vivo sobre un fondo crudo o marfil. Un papel pintado vivaracho (si está entre tus próximos proyectos 'deco', no te pierdas estos consejos sobre cómo decorar con papel pintado), láminas gráficas, pequeños accesorios y textiles con motivos multicolor son recursos inmejorables para añadir diversión y optimismo.

Otra alternativa para añadir colorido es mantener las paredes y los muebles sin 'ruido' visual y apostarlo todo con una alfombra mullida y extra colorida.

Crea un cuarto para jugar

Cuando llegan los hijos es frecuente ver el salón, la cocina y otras estancias de la casa invadidos por sus juguetes, peluches y otros cachivaches. Los niños necesitan su espacio para jugar, así que destina su habitación a ello, procurando incluir, en la medida que los metros y tu presupuesto lo permitan, una pequeña zona con una mesita y sillas, un banco o baúl para guardar construcciones y juguetes o crea un rincón de lectura para cuando comience a leer sus primeras palabras. A medida que crezca, tendrás que ir pensando en sustituirlo por un escritorio reservado para estudiar y hacer las tareas del colegio.

Crea un espacio que sea funcional

Los padres primerizos en ocasiones suelen dejarse llevar por el bombardeo publicitario y el marketing, adquiriendo cosas que terminan por resultar no tan necesarias. Si no quieres pecar y no te importa leer (y aceptar) un par de consejos de una madre de dos niños, atenta:

No te gastes demasiado en una cuna

Si tienes un bebé lo que se dice normativo, es decir, que prefiere tus brazos y el contacto físico día y noche, se asusta (no es de esos pocos que duermen plácidamente en su cuna, aunque 'haberlos haylos')... Por si acaso, compra un modelo de cuna que tenga uno de los lados que se pueda bajar para acomodar a tu cama o una cuna asequible a la que puedas retirar uno de los lados.

Te lo cuenta una madre que al final se vio con dos cunas, una blanca preciosa y muerta de risa en la habitación del bebé y otra de madera adosada a la cama de matrimonio a través de un DIY muy apañado con unas tiras de velcro.

Una cómoda con cajones como cambiador

Un buen cambiador es una de las cosas más prácticas que usarás con tu recién nacido hasta que tenga dos años más o menos y evitará agacharte y dañarte la espalda a la hora de cambiarle los pañales.

Sin embargo, no inviertas en esos cambiadores al uso tan cucos (y tan costosos) que suelen meternos por los ojos, es mucho mejor hacerte con una cómoda con cajones (donde puedas guardar los pañales, las cremas, sus cosas de aseo) a la que puedas añadir una colchoneta para poner encima al bebé. Cuando sea mayor, fuera colchoneta y listo, te servirá para guardar su ropa.

Estamos seguras de que estas ideas te harán tu nueva vida mucho más fácil. Por cierto, enhorabuena.