Todos estos meses de intenso y duro trabajo se merecen una recompensa y no piensas más que en retirarte a tu paraíso particular en la playa o en pleno campo o sierra, tu ansiada casa o apartamento de vacaciones. En tu lista ya están marcadas la mayoría de las tareas que debes acometer antes de marcharte hacia tu morada estival: hacer la maleta (tick), prever menaje y utensilios de cocina durante las vacaciones (tick), llevar sábanas y fundas (tick), planificar el servicio de limpieza de la casa antes de llegar (tick). Es importante tener la logística bajo control, pero ¿y la decoración del espacio en el que pasarás gran parte del verano? ¿Estás segura de que al llegar vas a sentirte totalmente a gusto? ¿O ha llegado un momento en que la decoración se ve un tanto desfasada en el tiempo? Las casas de vacaciones deberían ser ese lugar en el que desconectar de la rutina y el ritmo acelerado del resto del año y quizá hayas descuidado un poco el lado estético de tu segunda vivienda. Si tu casa de veraneo no te transmite ese bienestar y tranquilidad que necesitas durante esta época del año, tal vez sea una buena idea plantearte un pequeño 'makeover' a nivel decorativo: los colores, los muebles, las texturas, la luz, la terraza y pequeños elementos de decoración son claves para conseguir ese ambiente agradable y relajado que te ayude a vivir una experiencia mucho más memorable de tus vacaciones.

¿Mar o montaña? Está claro que hablamos de dos estilos diferentes y al mismo tiempo demandan atmósferas distintas, por lo que es vital decorar en armonía con el entorno. Las casas de la playa tienen un encanto especial, una sensación eterna de verano y su decoración debe destilar eso mismo, frescura, puro verano. Las casas de la sierra, por otro lado, siempre resultan naturales y confortables, invitando a dejarte llevar por el ritmo pausado y rústico de los pueblos. No es tu vivienda principal, vale, pero no caigas en la tentación de llenarla con trastos viejos y cosas que ya no quieres y apuesta por potenciar sus atributos y hacerla cada vez más bonita y acogedora, para convertirla en un lugar en el que no te importe vivir todo el año. Seguro que todas estas ideas te harán replanteártelo.

Conecta con la naturaleza

Según un estudio realizado recientemente por la firma Velux, se concluye que pasamos la mayor parte del día en espacios cerrados y concretamente el 52% de los españoles estamos menos de una hora al día en contacto con la naturaleza, ya sea un parque, en una terraza, la playa o sencillamente dando un paseo. Las vacaciones de verano son la excusa perfecta para recibir mucho más aire fresco y luz natural y tu casa de veraneo, ya sea cerca del mar o en el campo, se transforma en el espacio ideal para conectarte con la naturaleza.

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Almudena López de Rego, arquitecta y responsable de la oficina técnica de la firma, señala que 'conectar con el exterior a través de una puerta o una ventana es el máximo exponente de nuestra unión con la naturaleza: entra la luz, tenemos contacto visual, podemos renovar el aire y escuchar los ruidos exteriores'. Sin duda, disfrutar mirando la naturaleza a través de una ventana, así como ver llover o asomar los rayos del sol es un ejercicio que podemos practicar para conectarnos con ella y que además nos permite olvidarnos de pantallas y demás aparatos tecnológicos.

'Para integrar la naturaleza dentro de nuestra casa también podemos incorporar plantas en cualquier rincón. Aportan un ambiente acogedor, dan un toque de estilo al lugar y ayudan a purificar el aire e incluso a reducir el estrés. El uso de materiales naturales también tiene ese efecto en nuestra sensación de bienestar', añade López de Rego.

Multiplica la luz natural

La luz natural influye de manera positiva en nuestro estado de ánimo y nos genera más ganas de hacer actividades, por ello es importante proporcionar una adecuada iluminación en nuestro espacio y aprovechar todos los beneficios de recibirla en esta época del año.

Aunque no tengas el tiempo o el presupuesto para acometer una reforma en tu segunda vivienda, 'muchas veces basta con cambiar la distribución de los muebles, dejando que entre la mayor cantidad de luz natural posible desde las ventanas. Además, podemos maximizar la luz que haya colocando espejos y usando colores claros; así, las habitaciones parecerán más grandes', concluye López de Rego.

Al estilo beach cottage

Inspirado en la estética de las casas típicas de las costas de Estados Unidos, Australia y los países nórdicos, el beach cottage es una oda al puro blanco que te ayuda a incrementar la luz natural y aportar un aire fresco y veraniego que es lo que luce de manera especial en una casa de playa.

No hace falta que te embarques en la más faraónica de las obras, bastará con varias manos de pintura blanca en techos, paredes y puertas, y por supuesto, complementar con muebles de fibras vegetales, texturas naturales (alfombras, puffs de sisal o yute) e ir añadiendo toques exóticos a través de textiles estampados y plantas tropicales.

El mar, muy presente

Si te gusta el aire mediterráneo muy marcado de una casa o apartamento situado junto al mar, una buena opción es decorar en blanco y azul, jugando con la variedad de azules que evocan el mar, la frescura de la brisa marina y potencian la luminosidad del blanco.

Estampados como las rayas marineras para las fundas de los cojines, el sofá, los diferentes textiles, objetos y motivos marinos (conchas, peces), combinados con blanco y texturas naturales conseguirán mimetizar tu hogar en un look mediterráneo con estilo. Si te apetece dar un paso más allá prueba a teñir de azul turquesa algunos elementos estructurales de tu casa, como por ejemplo las contraventanas. El efecto es espectacular.

Encanto rústico

Apuesta por un estilo retro recuperando muebles y piezas vintage o recurre a un rústico renovado con toques más actuales como los muebles en negro o aligerando los conjuntos con toques de blanco.

Como elementos clave, elige la madera, ideal para conectar el interior con el entorno, las fibras naturales (en lámparas, alfombras, sillas), los textiles ligeros (lino, algodón) en tonos naturales o más coloridos, los motivos florales o aquellos que aludan a la naturaleza en los estampados de las telas.

Comedor al aire libre

En la terraza o el porche es importante cuidar la estética que te envuelve: trae todo el esplendor de la estación a tu mesa y decórala con flores frescas, vajilla artesanal decorada con motivos multicolor, manteles de lino estampados o lisos, cojines de prints alegres, vasijas de vidrio hechas a mano... Te subirán el ánimo y te sentirás genial.

¿Los colores? Dependerá de dónde esté ubicada tu casa de vacaciones, lo importante es que estén en sintonía con el entorno: azules, verdes, turquesas y blancos para hacer vida cerca del mar y beiges, amarillos, rosas, grises, mostazas en ambientes campestres.

Un dormitorio de verano

La sensación de calma y tranquilidad es primordial, así que decora como si estuvieras en un hotel de lujo e invierte en almohadones grandes, fundas y sábanas de lino en tonos frescos y calmados, coloca una mosquitera para ahuyentar a los mosquitos y al mismo tiempo conseguir esa estética vacacional y no recargues la estancia con demasiados muebles, para prolongar la sensación de libertad y ausencia de horarios.

¿Un tip d estilo? Decora la pared del cabecero con sombreros de paja, el efecto es fresco, veraniego a la par de original.