Observa el mundo con ojos soñadores, y su sonrisa, plena y honesta, inunda pantallas y escenarios. Desde niña, se siente orgullosa de la sensibilidad y el talento su hermano, Javier Ambrossi, también actor y director. Le encanta el olor del campo gallego, donde veranea, y comparte la pasión por la música y el baile con su madre. «Soy muy cantarina. Canto sin parar», dice Macarena García (Madrid, 1988). Y es que esta actriz desprende felicidad y pasión con cada una de sus palabras y con los proyectos en los que se embarca.

Tras participar en producciones de televisión e interpretar a una Blancanieves torera, flamenca, muda y en blanco y negro –papel por el que obtuvo la Concha de Plata en el Festival de Cine de San Sebastián y el Goya a la mejor actriz revelación– y a una cristiana de voz prodigiosa a la que se le aparece Dios para decirle que le gusta Whitney Houston en La llamada, la intérprete se mete ahora en la piel de una guardia civil en Paraíso (4 de junio, Movistar+, en colaboración con The Mediapro Studio). La serie de Fernando González Molina transcurre en 1992 durante el final del verano en un pueblo de la costa levantina y se centra en la investigación de una cuadrilla de amigos tras la desaparición de tres adolescentes. Un auténtico cóctel de aventuras, fantasía y emoción.

macarena garcía para elle
Rafa Gallar
Camisa y ‘cropped top’ de Dolce & Gabbana.

¿Qué significado toma aquí un término tan evocador como paraíso?

Es el nombre de la discoteca –un punto clave de la historia– en la que desaparecen tres chicas. También hay algo de paraíso en el ambiente, una nostalgia misteriosa que nos traslada al universo de los jóvenes.

Al leer el guion, ¿qué fue lo primero que te vino a la cabeza?

Que era muy original. Me trasladó a mi adolescencia. Es un guion que lo tiene todo para entretener y sumergir al público en una realidad paralela, en un mundo de aventuras y de fantasía. Además, detrás de este universo mágico está Fernando González Molina. Un buen amigo y un director al que admiro y quiero y en quien confío.

¿Y qué te sedujo de tu papel, la guardia civil Paula Costa?

Es un personaje en continua evolución. Una mujer valiente que quiere un mundo más justo, comprometida y , al tiempo, sensible, intuitiva y emocional. Para prepararlo, trabajé con mujeres guardias civiles que habían comenzado su carrera también por aquella época. Me contaron sus experiencias y sus sentimientos, me enseñaron a usar las armas... Fue un reto muy bonito y positivo.

¿Qué dirías que tienen las series de suspense y de aventuras, por qué crees que nos atraen tanto?

Te adentran en una trama que te atrapa, que te genera intriga y de la que necesitas saber más. Logran que des-conectes de tus historias personales. Y Paraíso posee los ingredientes para ello y un extra: su fidelidad a los años 90 en la estética, en el lenguaje, en el decorado y en la música.

macarena garcía para elle
Claudia Sáiz
Vestido y botas de Isabel Marant.

Si pudieras meterte en una máquina que te trasladase al pasado, ¿a qué década te gustaría acercarte?

A la de los 60. Sería una experiencia bastante increíble... Paraíso pone en valor la fuerza de la pandilla de amigos.

¿Te recordó a la que tú tenías de niña?

Sí, y a todos los espectadores les va a pasar. Además, la serie habla de ese momento del paso de la adolescencia a la madurez. De crecer y ser adulto. De las alegrías, los primeros amores y desamores, de los sentimientos de soledad, de miedo, de pérdida... De que la vida compensa si la vivimos con la gente a la que amamos. De no olvidarnos de la fuerza de la amistad y de su poder sanador. Es una época de muchas emociones que uno siente de forma pura y extrema. Y a mí me ha hecho viajar en el tiempo.

¿Y cómo describirías tu apertura vital?

Pues fue como la de todos. Yo era una niña normal y una buena alumna a la que le encantaba bailar y cantar y que daba mucho valor a sus amistades. Una cría llena de ilusión y de alegría. Disfruté de cada cosa a su tiempo.

A lo largo de los ocho episodios de la serie suenan hits de grupos como OBK, Mecano... ¿Qué importancia tiene la música en la producción?

¡Toda! Es una protagonista más. Recuerdo que en mi casa siempre estábamos escuchando discos de Mecano. Me sé cada una de sus canciones al dedillo, y oír una me lleva directamente a momentos de mi niñez.

‘Paraíso’ habla del paso de la adolescencia a la madurez, de crecer y ser adulto. De las alegrías, los primeros amores y desamores, la soledad, el miedo... De que la vida compensa si la vivimos con la gente a la que queremos

¿Con qué otras canciones creciste?

Por ejemplo, con las del músico Antonio Vega, un artista que emocionaba con tan poco. Me recuerda a mi madre. Lo ponía muchísimo en casa, incluso me llevó a un concierto. O con Ray Heredia y su Alegría de vivir. Veo a mi padre en el sofá, escuchándola en bucle. O Ella Baila Sola, yo era una fanática. Uso mucho la música para trabajar, me ayuda a acercarme a determinados estados de ánimo o a escenas de gran implicación emocional.

¿De dónde sacas las fuerzas para seguir adelante?

De despertarme y dedicarme a cosas que me aportan felicidad día a día. Me gusta darle peso a todo lo que hago e interpretar a mujeres con una voz propia, aunque creo que también es muy importante trabajar relajada y con alegría. Para mí es fundamental preparar los papeles todo lo posible y, en especial, vivir, que es algo básico para luego poder contar. Y en ello estoy.

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Rafa Gallar
Conjunto de jersey y falda y cinturón de Etro.
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Rafa Gallar
‘Body’, pantalones y cinturón de Valentino.

¿Ahora mismo qué estás haciendo?

Pues, en estos momentos, nada. Ando metida en mi propia piel, en la de Macarena. Que, de vez en cuando, también es importante para cuidarse y respirar.

¿En este oficio es positivo decir no?

Sí, y poner tus límites, aunque te cueste. Me he ido guiando por la intuición y he intentado elegir siempre cosas que me motivan y que querría ver como espectadora. Me siento contenta conmigo misma porque creo que he sido valiente: no siempre es fácil rechazar proyectos, nunca sabes qué va a pasar después. Cada papel que he interpretado ha sido un premio gordo, un hito en mi evolución en todos los sentidos.

¿Quién ha sido clave a lo largo de estos años?

Soy una persona muy familiar, y mi madre, mi hermano y mi padre son mis tres pilares fundamentales. Son mi cable a tierra, acudo a ellos para cualquier cosa.

Más allá del cine y del teatro, ¿qué te mueve por dentro?

La cerámica. Cuando tengo tiempo, voy a un taller. Y las piezas que elaboro se las regalo a mis amigos. Es una actividad zen estupenda para despejar la cabeza y tener las manos ocupadas. También el yoga, la cocina y la lectura, que me hace una compañía enorme.

¿Se crece como actriz... y como persona?

A mi manera, soy espiritual. No tiene nada que ver con la religión, no soy creyente. Atravieso momentos buenos y momentos malos. Intento estar bien y ver la cara positiva de todo. Voy a terapia desde hace tiempo porque me conviene. Creo firmemente en ello, y es necesario verbalizarlo y normalizarlo. Para mí es más que beneficioso, me ayuda a entenderme, a seguir creciendo, a desbloquearme y avanzar, a ordenar mis miedos y mis contradicciones... La vida te obliga a dar pasos, pero a veces también tenemos que darlos nosotros y salir de nuestra zona de confort. Hay que arriesgarse para nutrirse. Lo considero necesario. Lo importante es ser coherente y honesto. Cada uno debe encontrar su medida, aunque quizá la cuestión sea no hacer las cosas simplemente porque te las han inculcado y ya está.

¿A ti qué es lo que más te ayuda?

Rodearme de gente positiva y buena. De personas que me acompañan desde muy pequeña y que me quieren de verdad. También me ayuda la música, capaz de transformar tu estado de ánimo. De alegrarte. Y el teatro, el cine... Todo lo relacionado con la cultura me impulsa, me hace crecer, me abre la cabeza, me saca del lugar en el que estoy y me lleva a sentirme acompañada.

La cultura es esencial para la sociedad. ¿Cómo entraba esta por la puerta de tu casa?

Cuando empezaron las series en España, con Médico de familia y Periodistas, nos sentábamos los cuatro a ver cada capítulo con ilusión. Era un momento especial para nosotros, y ahí empezó a volar nuestra imaginación sin darnos cuenta. Luego, mi madre era muy, muy, muy amante de la música. Me pasaba la vida con ella cantando y bailando, mientras mi hermano nos grababa.

Me he guiado por la intuición y he intentado elegir siempre trabajos que me motivasen y quequisiera ver como espectadora. Estoy contenta conmigo misma porque creo que he sido valiente: no siempre es fácil rechazar proyectos

¿Qué películas veías?

Compulsivamente, La princesita y Tú a Londres y yo a California. Me hacían soñar, imaginar mundos diferentes.

¿Somos lo que vemos?

(Risas). Supongo que sí. Vivimos un momento de plantarse y rebelarse contra las injusticias sociales.

¿Cuáles son tus causas?

Hay temas que me importan mucho y por los que doy la cara siempre que se me necesita, como defender los d-rechos del colectivo LGTBI, proteger a los niños ante el bullying y las agresiones, acabar con el maltrato a la mujer y el machismo, poner la mirada en el cambio climático...

¿Qué es el éxito para ti?

Estar en paz con lo que va llegando y disfrutarlo.

¿Dónde está el paraíso en este momento de tu vida?

En recuperar la normalidad. En abrazarnos y besarnos de nuevo. En todas aquellas cosas valiosas que no nos dábamos cuenta que teníamos.

¿Qué canción recomiendas para empezar el verano?

Delito, de Nathy Peluso. Da alegría de vivir y ganas de bailar. Subiría el volumen al máximo... y a por todas.