Estamos tan acostumbrados a los desnudos femeninos en la televisión y en el cine que ya no nos sorprenden en absoluto. Al parecer, los pechos solo molestan en Instagram, y ese miedo al que hace alusión Rigoberta Bandini en su canción 'Ay mamá', al trasladarse al universo de la ficción, no se relaciona ni con los pechos ni con las vaginas, sino con los penes. Tras analizar mil películas, un estudio llevado a cabo en 2018 dictaminó que el 25,4 % de las actrices contaban con papeles en los que el guión incluía un desnudo. Los actores, en cambio, solo representaban el 9,6%. Basta con echar un vistazo a la actual oferta audiovisual para comprender que los números han cambiado. Hay quienes señalan que el incremento de desnudos masculinos tanto en el cine como en la pequeña pantalla se debe a que cada vez hay más mujeres tomando las riendas del universo de la ficción, pero al explorar un poco más de cerca esta tendencia, nos topamos con una sorpresa: la mayoría de actores utilizan prótesis, por lo que los desnudos frontales que esta temporada copan las televisiones, en realidad, no lo son tanto…
Desnudos con truco
'Euphoria' es una serie complicada de ver y de digerir, pues sus reveses son tan oscuros que cada capítulo exige tomar aire antes de dar al 'play'. Es el tipo de serie que no querrías estar viendo en el iPad en el avión, porque es probable que tus compañeros de viaje sufran turbulencias mentales al ver lo que aparece en la pantalla. En uno de los episodios, el actor Eric Dane se pasa una escena entera con el pene al aire, aunque el propio intérprete ha aclarado que en realidad, se trata de una prótesis. Esta metodología se repite en ‘Pam and Tommy’ y en ‘The White Lotus’, serie en la que el actor Steve Zahn ha confesado que el pene que vemos en pantalla es una prótesis, y que en un disparatado giro de irrealidad absurda, quien aparece en la escena es un doble de cuerpo que lleva la prótesis. No nos echemos las manos a la cabeza (o sí…), porque en ‘Nymphomaniac’, Lars von Trier reemplazó de forma digital los penes de los actores por los de sus dobles de cuerpo. Al parecer, más que del destape del falo, podríamos hablar del destape de las prótesis.
‘Boogie Nights’ será siempre recordada por la escena final de la película, en la que Mark Wahlberg, que da vida al actor porno (ficcional) Dirk Digler, muestra su -generoso- pene, algo que en la época (hablamos del año 1997) resultó sorprendente. Sin embargo, y como ya habréis sospechado tras el párrafo anterior, en realidad se trata de una prótesis. Su uso está ya tan generalizado que no podemos evitar preguntarnos (socorro: el síndrome Carrie Bradshaw se ha hecho con nosotras) por qué las mujeres muestran su cuerpo sin tapujos mientras que los hombres recurren a prótesis para hacerlo. Peter Lehman, profesor emérito de cine y estudios de medios en la universidad Arizona State, se lamenta al asegurar que su uso merma la capacidad de mostrar penes diversos y reales. “Aunque Spartacus te haría pensar lo contrario, no todos los gladiadores tenían grandes penes. El tamaño de su genitalia no tenía nada que ver con su fuerza, masculinidad, poder ni sexualidad”, sentencia. La serie 'Spartacus', por cierto, dio el pistoletazo de salida a esta tendencia, y para hacerlo empleó penes postizos hechos a medida. Para sorpresa de nadie, los penes de los que presume la industria son tan grandes como sus egos. Afortunadamente, en el universo del emoji de la berenjena hay series dispuestas a cambiar las cosas. Los desnudos masculinos de ‘Euphoria’ sirven para deconstruir la forma en la que el desnudo masculino se puede asociar más con la vulnerabilidad y con la debilidad que con la toxicidad y el poder, algo que se opone a la idea tradicional de vincular el desnudo masculino con la violencia, especialmente con la de naturaleza sexual.
El porqué del destape
El auge del desnudo masculino (aunque como hemos comentado, repleto de prótesis) se debe a la popularidad de las plataformas de streaming. Estos canales no cuentan con las normas impuestas por la Motion Picture Association, que señala que los penes solo pueden aparecer en situaciones ajenas al sexo. Al hablar de normas, no podemos olvidar que las producciones en las que los desnudos son habituales, como ‘Juego de Tronos’, hacen a sus actores firmar contratos en los que indican estar dispuestos a desnudarse ante las cámaras, aunque a la hora de la verdad, la ley protege a los intérpretes para que tengan derecho a cambiar de parecer antes de grabar la escena, según las normas de Screen Actors Guild. En los contenidos en los que los desnudos son menos habituales, cada caso se trata de forma particular con el actor.
Por otra parte, el que poderosas voces del cine, como las de Judd Apatow y Sam Levinson, hayan vocalizado su hastío ante la forma en la que las mujeres han sido sexualizadas en la industria y quieran igualar la balanza al apostar por los desnudos masculinos, ha hecho que los penes sean cada vez más habituales en la oferta audiovisual. Otra de las causas por las que los desnudos masculinos priman es que la sexualidad comienza a ser vivida de forma más cómoda y natural, sin olvidarnos, por supuesto, de la inmensa oferta de que tenemos de contenido adulto del que disponemos, que ha hecho que el sexo sea parte de la cultura popular. En realidad, el porno nos ha vuelto algo inmunes a los desnudos, aunque los masculinos todavía nos siguen sorprendiendo por la forma en la que son retratados y por cómo las series los emplean para distanciarse de las películas. ¿Que las superproducciones cuentan con bombas y efectos visuales? Las series, con sexo, que vende tanto, o más, que las explosiones y que sin duda, genera más titulares. Mientras que los blockbusters rara vez apuestan por escenas sexuales (los héroes de Marvel son prácticamente asexuados), la ficción televisiva se esfuerza por probar nuevos conceptos y fórmulas. Bien sea desde una visión perturbadora e inquietante, como ocurre en ‘Euphoria’, o a través de una propuesta cómica, disparatada y absurda, como en ‘And just like that’ (¿quién nos iba a decir que la Charlotte iba a ser la más animada del grupo, ante la desaparición de Samantha?), parece que el desnudo frontal se ha convertido en el giro sorpresa preferido de las series de televisión. ¿Cuántos años tendrán que pasar para que la presencia de los penes en la pantalla no sea noticia? Teniendo en cuenta que el primer desnudo masculino del que se tiene registro en el cine data de 1911, en la película italiana ‘L’Inferno’, parece que nos lo estamos tomando con muchísima calma…
