Cuando en 1930 el medio británico ‘Sunday Express’ publicó su primera columna de horóscopo, nadie se imaginaba que la astrología, que parecía abocada a ser disfrutada en círculos nicho, se transformaría en "El Tema". ¿O somos los únicos que no paramos de escuchar a nuestro círculo hablar de arcanos mayores y de Mercurio retrógrado con pasmosa asiduidad?
“La astrología nos aporta un contexto y nos ayuda a entender el camino en el que nos movemos por el mundo. Es una práctica antigua que parte de los sumerios, por lo que aunque no es algo nuevo, sí se ha democratizado. Ahora no hace falta asistir a clases concretas para disfrutar de ella, sino que las redes sociales e internet son lugares perfectos para aprender. Como ocurre con la brujería, la astrología y los que lo estudian han existido siempre, pero por descontado, habrá momentos en los que sea más reseñable que en otros. A causa de internet, además, estamos conectados con la información y más desconectados entre nosotros, lo que nos empuja a buscar un objetivo, y creo que la astrología nos puede ayudar a encontrarlo”, asegura Gabriela Herstik, autora de ‘Crece con los elementos’ (Roca Editorial).
Por su parte Charas Vega, la creadora de @charcastrology, la popular cuenta de Instagram que produce contenidos sobre el horóscopo a través de memes que juegan con referentes cotidianos de la cultura pop y la actualidad del siglo XXI, habla también del porqué de esta tendencia. “Hoy en día, con un futuro tan poco seguro, es normal que nos agarremos a aquello que nos pueda dar ciertas certezas. Y bueno, porque las modas son cíclicas y ya tocaba… Además, la astrología nos habla directamente al "yo" y eso casa perfecto con las redes sociales”, asegura.
La omnipresencia de los astros
La tendencia ha llegado tan lejos que incluso se ha adentrado en la carta de algunas de las coctelerías más exclusivas de nuestro país. Charas ha sido la co-creadora de la nueva carta de cócteles de Eclipse, el Sky Lounge & Cocktail Bar del hotel W Barcelona. “Ha sido muy divertido, porque ha sido como llevar mis memes a la vida real. La carta va de mezclar conceptos y sabores, como yo cuando relaciono cosas con un signo. El resultado ha quedado muy guay, además porque no solo va de signos, sino de fases lunares y fenómenos astrológicos. Imagina lo divertido que tiene que ser decidir qué tomas según tu signo y la posición de la luna. En la carta puedes encontrar desde una propuesta Aries, con espíritu energético, combativo, pasional, picante y poderoso a base de Grey Goose, Agua Mediterránea, Limón y Flor de Sal; hasta una Cáncer, dulce, sensible, delicada, divertida y femenina compuesta por Peanut Butter Sta. Teresa, Licor de Banana, Kahlua, Café, Azúcar y Bitter de Chocolate”.
Incluso Tinder ahora trabaja siguiendo también los signos zodiacales. A nivel mundial, los jóvenes de 18 a 25 años son un 29% más propensos a mencionar su signo zodiacal que los millennials, y por eso la aplicación para ligar ha elaborado una guía astrológica junto a la la astróloga Lisa Stardust para saber cuáles son los signos más afines y con qué signos podemos mostrarnos tal y como somos.
El tarot como guía
El furor por el tarot es tal que Taschen cuenta con Biblioteca de Esoterismo, una serie que documenta las formas creativas con las que intentamos conectar con lo divino. Explora el modo en que los artistas han dado forma al misticismo a lo largo de los siglos, y cómo han convertido lo arcano y oculto en obras de arte duraderas y visionarias. Por su parte enTarot Creativo (Alpha Decay), Jessa Crispin explica que el tarot no es solo un método de adivinación, sino que también puede ser empleado como una guía para la reflexión personal que ayuda a profundizar en el autoconocimiento.
La autora confiesa que se acercó al universo del tarot en un momento especialmente complicado de su vida. “Con una tarotista experta, fui capaz de ver mis circunstancias de un modo distinto. Me ayudó a encontrar un relato en medio de toda la confusión. En resumen, me contó una historia nueva sobre mi vida y lo que estaba experimentando. Una historia en la que podía moverme y ver cómo actuaban los demás personajes y situaciones. Después de aquello, me enganché. Emprendí el lento proceso de estudiar su significado y comprender sus usos. En aquella época trabajaba sobre todo como crítica literaria, y me intrigaba cómo podían usarse las cartas como herramienta para contar una historia. Cada lectura es esencialmente eso. Comienza aquí, en el centro. Una carta te representa a ti y te dice quién eres como protagonista; otras te dicen lo que te pasa, lo que te pasó, lo que te pasará. Otras aparecen como personas que entran en tu historia; otras crean trama y acción”, explica.
Pero ojo: por más que la astrología nos pueda ayudar a solucionar algunas dudas, Charas Vega quiere dejar algo claro. “Mucha gente se me acercaba con problemas serios, por lo que repetía mucho la frase "Ve al psicólogo", que se ha convertido un poco en un mantra. También creo que ambas cosas son compatibles, puedes disfrutar la astrología e ir a terapia”, aclara.
¿Acaso no es la cultura pop la nueva religión, con sus divas e iconos? ¿Podríamos hablar de la astrología como de la religión de la generación Z? “Yo diría que la religión es lo más cultura popular que existe. Por otra parte, no sabría si la astrología es una nueva religión (sobre todo porque de nueva tiene poco) para los miembros de la Generación Z. Pero ojo, en parte podría serlo, aunque es complicado, sobre todo porque hay una sección grande de jóvenes que no les mola el horóscopo. Es muy difícil dictaminar una tendencia en una generación tan fragmentada, sobre todo en internet”, asegura Charas Vega. Jessa Crispin también habla en su libro acerca de la relación existente entre la religión y el mundo del tarot. “Se puede ser ateo y usar el tarot. Se puede ser cristiano y usarlo. Existe una larga historia de textos sobre el azar y la sincronía que no tiene nada que ver con los dioses entrometiéndose en nuestra esfera. (Seguro que esto te ha hecho sentir incómodo, ¿no?) Del tarot se obtiene lo que se le dedica. Se trata simplemente de una herramienta que funciona a nivel intuitivo más que lógico. No se necesitan dioses”, dice.
