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Empecemos por el principio. 'La emperatriz rebelde' es el título que se le ha puesto en español a esta película no es tan acertado como el original 'Corsage', 'corsé', que no solamente habla de la prenda novecentera que constreñía el cuerpo femenino para mostrar suma delgadez sino también al corsé rígido que imponen las normas de las monarquías y, más concretamente en el caso de Elizabeth de Baviera, al corsé mental que se impuso con el paso de los años.
'La emperatriz rebelde', tras muchos retrasos, llega hoy a los cines españoles y es la película que definitivamente va a dejar atrás el retrato pasteloide de Sissi. Sissi ya no es más la lozana Romy Schneider correteando por Possenhoffen y dándole abrazos a diestro y siniestro a Francisco José. Ahora es una mujer de 40 años, harta de la vida 'royal', que quiere ser ella misma y que está dispuesta a desafiar todas las normas, llevándose por delante lo que tenga que ser.
Sí, 'La emperatriz rebelde' es una buena recuperación de la leyenda de Sissi, y se agradece que todo lo que hayamos visto/leído últimamente esté apartando los mitos horteras del personaje. La dirección de Marie Kreutzer y, sobre todo, la magnífica interpretación de Vicky Krieps, obran el milagro de presentarnos una Elizabeth más real, humana, feminista y, a veces, desagradable.
Según la sinopsis oficial, "en la Navidad de 1877, Sissi Emperatriz celebra su 40 cumpleaños y no hay atisbo de felicidad a su alrededor: es juzgada constantemente por sus propios hijos y vive sumisa a su belleza en decadencia por el paso del tiempo. Asfixiada por las normas, y con un apetito voraz de saber y de vida, Isabel de Austria se rebela cada vez más contra las imposiciones, en búsqueda de la emoción de la juventud".
Antes de llegar a los cines, la película ha sido exhibida (y premiada) en unos cuantos festivales: Festival de Munich, Festival de Jersusalem (nominada a Mejor Película Internacional, Festival de Cannes (sección Un Certain Regard, donde Vicky Krieps ganó el Premio a Mejor Actriz), Festival de Sarajevo (Mejor película y Mejor actriz), Festival de San Sebastián (sección), Premios del Cine Europeo (EFA)....
En palabras de la directora Marie Kreutzer, "Sissi está en un punto de cambio en su vida, y eso es lo que quería retratar. Ya está muy harta de esa imagen tan pesada que tiene que mantener todo el tiempo y, por otro lado, no está segura de si sigue interesada en cumplir el papel de monarca, así que empieza a preguntarse qué más puede hacer. Para mí, las imágenes dentro de la película representan el hecho de que quizás hay otra versión de sí misma que es posible".
'La emperatriz rebelde' se encuadra dentro de esta tendencia del cine y las series de hacer cierto revisionismo con los royals, como hemos visto en 'The Crown', 'Spencer' o 'La emperatriz'. En esta película, se nos presenta una Sissi más bien feminista que expresa a través de la rebeldía su odio hacia el patriarcado.
Krieps, que además de productora ejecutiva fue a quien se le ocurrió la idea de hacer este proyecto, se maneja como pez en el agua dando vida a una Sissi que, además, habla perfectamente en cuatro idiomas (inglés, alemán, húngaro y francés). Ha creado, en vez de una 'encorsetada' emperatriz, una mujer moderna encerrada en un matrimonio del siglo XIX.
A los 40 años, ya no es la jovencita que era, aunque sigue tremendamente preocupada por su belleza, su cuerpo (apenas come y es vigoréxica perdida, para no coger peso) y por atraer la atención de otros hombres. Practica mucho deporte no solo por su anorexia, sino para distraerse de lo poco que tiene que hacer en la corte.
No esperes que en la película pase algo concreto o que siga la historia cronológica de los años finales de Sissi, no. 'La emperatriz rebelde' es un largometraje de emociones, sentimientos e imágenes, que seguro que nos recordará a la historia que se nos ha transmitido de Diana de Gales.
La Isabel de Baviera que vemos en esta película es una persona con muchos trastornos de salud mental, que a la vez que se enfrenta a su marido Francisco José (Florian Teichtmeister) por sus mutuas infidelidades y por todas las veces que ella se marcha a Hungría, tiene con él cierta conexión sexual.
A pesar de esos trastornos, la Sissi de Krieps es también una mujer muy inteligente, sin apenas relaciones con otras mujeres que puedan significar su propia sororidad. Una de ellas es su hermana Ida Ferenczy (Jeanne Werner), otra de ellas su dama de compañía. Pero la historia está contada en clave femenina, y no resultaría tan especial sin dos últimos detalles a comentar: el uso de canciones pop del siglo XXI en la banda sonora (la del final es antológica) y el vestuario, una auténtica belleza.
