Querido Universo:

Cada vez que miento sobre mi edad, siento tu mirada clavándose en mi nuca y una voz que retumba: la edad es solo un número… ¡Y un carajo! Hay una franja a partir de la cual el numerito está lleno de connotaciones.

No te apures. Ya tengo a mis hijos recordándome la cifra exacta. He intentado colársela y les suplico que no les entre una crisis nerviosa si me escuchan quitarme cinco años. Imposible, quise educarles en valores y he aquí el resultado.

Cuando no están, hago la vista gorda. Los 40 se me antojan como el imperio romano y yo necesito ligereza, restar importancia… Los años pesan, y tú eres muy pesado, Universo, las cosas como son. Así que no me vengas con eso de “los 40 son los nuevos 30”. ¡MENTIRA. CUARENTA PALOS COMO CUARENTA CATEDRALES! Los esloganes para las camisetas.

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Lucía Benavente//EA

Cuando cumplí los 30, escribí un alegato como éste en mi blog. Porque hubo una época en la que ni TikTok, ni Instagram, Universo, uno se lo curraba a golpe de entradas en Blogger y Wordpress. Embarazada de mi segundo hijo, la vida se me antojaba como un libro en el que todo encajaba.

Pues no. Estaba tan afanada en hacer checklist y plancharme el pelo que no vi que la vida era otra cosa y tuviste que entrar a poner orden. Vaya viaje, querido. Aquí ando, recuperándome.

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Lucía Benavente

Creo que voy pillando el mensaje y ni siquiera te guardo rencor, pero no te me pongas exquisito y déjame mentir cual bellaca. Anda que no te reíste cuando el tipo con el que salía se plantó por sorpresa en la estación de tren por mi cumpleaños y me tocó soplar unos falsos 34 con toda la calma. ¿Meryl Streep? Tú y yo sabemos que el Oscar es mío.

Aunque me acuerdo del surfero australiano y me entra ansiedad. Solo me quité 2 años, pero se me ocurrió pedirle que me acompañara a firmar la hipoteca. Cuando oí que empezaban a leer mi DNI, pensé que luego iba mi fecha de nacimiento y solté la verdad con un berrido.

Aún oigo al notario: “Señora, nunca decimos la edad”.

No sé si hay alguna forma de falsificar la partida de nacimiento y evitarme estos contratiempos. Creo que Coco Chanel lo hizo, ¿crees que afectará mi carta astral?

Tú estate tranquilo, no vuelvo a los 30 ni loca. Aunque solo sea por no tener que plancharme el pelo.

Lucía Benavente