Marie Curie: 11 frases memorables para recordarla
Marie Curie, dos veces premio Nobel y desarrolladora de la teoría de la radioactividad, es quizás la mayor científica de todos los tiempos. Sus palabras, transcurridos más de 150 años de su nacimiento, siguen siendo inspiradoras. Estas son algunas de sus mejores sentencias.
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Marie Curie (1867-1934) fue la primera mujer de la historia en ganar un Premio Nobel y la primera persona en ganarlo dos veces (el de Física, en 1903 y el de Química, en 1911). Junto a su esposo Pierre, su trabajo como científica llevó al descubrimiento del polonio y el radio y, tras fallecer su marido, al desarrollo de los rayos X. Nació en Varsovia, era la menor de cinco hijos de dos padres maestros.
De pequeña, despuntaba por su mente curiosa, era muy buena en el colegio, pero no pudo asistir a la Universidad de Varsovia porque entonces Polonia estaba sometido a la Rusia de los zares, régimen en el que impedían a las mujeres tener estudios superiores. Acudió sin embargo a unas clases clandestinas para formarse, pero su verdadero sueño viajar al extranjero para estudiar, aunque no tenía dinero para pagarlo. Así que, durante cinco años, trabajó como tutora e institutriz y, en su tiempo libre, leía sobre física, química y matemáticas.
Por fin ahorró para matricularse en La Sorbona, donde se licenció en Física en 1893 y en Matemáticas al año siguiente. Allí conoció a su futuro marido y compañero de investigaciones, Pierre. Con él formó una familia, algo que no le impidió desarrollar sus investigaciones: descubrieron el polonio y el radio –sin patentarlo, para que toda la comunidad científica pudiera experimentar con él– y desarrollaron las teorías de la radioactividad, entre otros hitos.
Su matrimonio duró 11 años, hasta que Pierre murió atropellado por un coche de caballos. Ella, sobreponiéndose al dolor, se hizo cargo del puesto de él en La Sorbona, convirtiéndose en la primera profesora de la institución. Marie Curie murió en 1934 de leucemia, posiblemente derivada de su dedicación a la ciencia. Llevaba tubos de ensayo de radio en el bolsillo de su bata de laboratorio. Sus muchos años de trabajo con materiales radiactivos afectaron su salud.
Su ejemplo y su legado es importantísimo entre las mujeres y particularmente en las científicas. Muchas instituciones educativas y de investigación y centros médicos llevan el nombre de Curie, incluyendo el Instituto Curie y la Universidad Pierre y Marie Curie (UPMC). En 1995, los restos de Marie y Pierre fueron enterrados en el Panteón de París, el lugar de descanso final de las mentes más grandes de Francia.
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