La Campaña Ropa Limpia surgió en los años 90 ahondando en la importancia de hablar del género en el mundo de la costura, un asunto que pese a que algunos creen es innecesario, en realidad es esencial. “La CRL se esfuerza por asegurar el respeto de los derechos de todos los trabajadores del sector de la confección en general, pero el hecho es que la mayoría de estos trabajadores son mujeres; esto implica que el objetivo último de la CRL sea el empoderamiento de las mujeres, lo que para algunos es una propuesta mucho más radical que simplemente reivindicar los derechos de las trabajadoras. Sin embargo, los defensores de los derechos laborales deben de ser conscientes de la importancia del género en los procesos que subyacen a la industria de la confección y del calzado deportivo para poder definir las mejores estrategias a seguir. Si las soluciones propuestas no tienen en cuenta la realidad en la que viven y trabajan las mujeres, ¿cómo van a ser viables?”, se pregunta Nina Ascoly en el informe Fabricado por mujeres.

"Los hombres planchan mejor que las mujeres"

Se estima que más de 60 millones de personas trabajan en la industria textil y generan miles de millones de euros de beneficios. La organización Clean Clothes Campaign señala que el 80 % de esa cifra lo ocupan mujeres, un porcentaje en el que Marina Conde, directora creativa de La Condesa, los hombres ocupan la mayoría en un campo que quizás te llamará la atención: el del planchado. “Si bien es cierto que en España las operarias son en su gran mayoría mujeres, tengo que decir que las planchas son de hombres en el 90%. Los hombres planchan mejor que las mujeres, porque las planchas industriales son muy pesadas. Mi jefa de producción dice que planchan con más aplomo, y que especialmente al hablar de prendas pesadas, como chaquetas o abrigos, los hombres planchan mejor”, asegura Conde.

por qué los hombres no cosen
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Las ventas de máquinas de coser entre hombres aumentaron durante el confinamiento

La pandemia motivó a muchos hombres a adentrarse en el mundo de la costura, tanto que incluso ‘New York Times’ se hizo eco de la tendencia, no sin indicar que las compañías mainstream de máquinas de coser se están adentrando con cautela en el mercado masculino. El creador de contenido digital y costurero Norris Dánta Ford cree que aunque cada vez son más los hombres que cosen, todavía temen decirlo en alto, porque la costura se sigue relacionado con una profesión vinculada a las mujeres. ¿Por qué es así? ¿Por qué los hombres no cosen?

Un oficio desvalorizado e invisibilizado

César Ramirez, fundador de Madrid Craft Week, nos ayuda a arrojar luz sobre este peliagudo asunto. “En la actualidad es una realidad que los ateliers artesanos de moda cuentan con más mujeres en los puestos de costureras. Esa circunstancia se mantiene desde hace hace décadas, pues muchos diseñadores, como Balenciaga, Pertegaz o el propio Lorenzo Caprile, son hombres (o modistos, como les gusta denominarse). Sin embargo, la casi totalidad de sus modistas, de sus costureras, son mujeres, y esa realidad es compartida con la mayoría de las casas de moda”, asegura. Sin embargo, cree que las cosas están cambiando. “Hay una tendencia que irá modificando esa realidad. Por un lado, en las escuelas de moda, en los cursos de patronaje y confección cada vez hay más chicos y el porcentaje se va equilibrando. Por otro, hemos de tener en cuenta un efecto mediático muy positivo, que ha provocado “Maestros de la Costura”, pues hablamos de un programa televisivo en el que existe una paridad absoluta entre los concursantes”, asegura.

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¿Por qué los hombres no cosen?
"Tenemos que explicar a los hombres que la costura es un foco de empleo importante"

Por su parte Pepa Bueno, Directora Ejecutiva de ACME (Asociación Creadores de Moda de España), señala que el camino a recorrer es aún largo. Asegura que los oficios vinculados a la moda siguen teniendo como base fundamental de mano de obra a la mujer, y recuerda que en el otro lado de la balanza, los directores creativos de las marcas, durante mucho tiempo han sido, con contadas excepciones, hombres. “Las cosas están cambiando, pues cada vez hay más marcas relevantes, como Dior o en su momento Celine, que están abriendo un hueco a la mujer. El reto ahora es dar a estos oficios relacionados con la moda el glamour y la relevancia que tienen. Efectivamente han sido invisibilizados y sin importancia social. Las mujeres que trabajaban en este sector, cuando logran una estabilidad económica, lo que querían era que sus hijos fueran a la universidad y aprendieran otras cosas ajenas a la costura. Por ello nos queda aún un trabajo muy importante por hacer para darle el valor necesario a estos oficios, y tenemos que explicar a los hombres que la costura es un foco de empleo importante. Sin lugar a dudas, es una cartera de trabajo muy importante, por lo que estar especializado en estos oficios y ser bueno garantiza mucha empleabilidad”, indica Bueno.

"No es un oficio valorado por nuestra sociedad"

Marta Coca, directora de la pasarela 080 Barcelona Fashion, coincide de lleno con las palabras de Pepa Bueno. “Hasta la fecha, la costura llevada a cabo fuera del sector moda ha sido vista más como una labor doméstica que como un oficio o profesión en sí misma. Sin embargo, tal y como ocurre también en otras profesiones, como por ejemplo en la cocina, la costura entendida como sastrería e incluyendo el componente creativo, sí que interesa tanto a hombres como a mujeres. Por ello, encontramos muchos diseñadores y directores creativos. La costura entendida como un oficio y técnica de proceso productivo manufacturero no genera interés entre los hombres porque no es un oficio valorado por nuestra sociedad. También está el aspecto de que tradicionalmente, se asociaba a las tareas reproductivas o domésticas”, explica.

Recalcar la relevancia de la costura: esencial para atraer a hombres y a la juventud

"El trabajo de crear prendas es tan importante como de diseñar"

Menchén Tomàs recalca que en la marca, se otorga a las costureras la misma importancia que al equipo de diseño. Enfatiza que para la firma, “no son una pieza de puzzle, sino la pieza”, e indica que no solo son los hombres los que no quieren dedicarse a la costura, sino las generaciones venideras. “En España, no se le da el valor que sí se les aporta en lugares como París o Italia. Aquí se cree que es una profesión sin futuro y carente de glamour, mientras que en otros países, es un orgullo trabajar en un atelier. El trabajo de crear prendas es tan importante como de diseñar”, asegura.

Marta Coca continúa el discurso. “Hay que poner en valor social y económico el oficio, de tal modo que se consiga atraer a jóvenes, tanto hombres como mujeres, para que vean en este oficio posibilidades de desarrollar una carrera profesional que les compense económicamente y a través de la cual se sientan realizados. Actualmente se asocia la costura a una parte del proceso de manufactura carente de valor añadido y que en las últimas décadas se ha externalizado muy a menudo. Este contexto ha derivado en un desafío para las marcas, que quieren mantener su capacidad productiva 100% en el entorno local”.

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Revalorizar el oficio de la costura es esencial

Teniendo en cuenta que tanto Menchén Tomàs como Pepa Bueno enfatizan la necesidad de revalorizar el lugar de quienes cosen, el mundo de la moda se encuentra ya inmerso en este cometido. “En la Fundación Academia de la Moda Española queremos prestigiar el oficio de la moda e intentar crear un centro formativo de alto nivel, porque es importante dotar a estos oficios de la relevancia social oportuna”, explica Bueno, que recuerda que el que los hombres no cosan en España tiene su vertiente cultural. “En la India, los bordadores son hombres. En España tenemos por ejemplo la figura de Paquili (Francisco Carrera Iglesias), un bordador famosísimo especializado en bordados de las vírgenes sevillanas que incluso ha hecho una colaboración con Loewe. Pero sin duda, no podemos negar que en el sector textil, gran parte de la mano de obra la componen mujeres….

Para finalizar, César Ramirez, fundador de Madrid Craft Week, mira al futuro con optimismo. Sin duda, revalorizar el oficio y despertar el interés de los más jóvenes y de los hombres no será (disculpad el juego de palabras) coser y cantar, pero las cosas están cambiando y el mundo de la moda se encuentra inmerso en el reto de fomentar un cambio tan necesario. "En los numerosos cursos y talleres con los que colaboramos con Tete Café Costura o La Cuesta Estudio, hemos visto cómo cada vez son más los chicos que se apuntan y quieren aprender a coser a máquina, patronar, cortar, bordar o hacer punto. Claramente estos cursos son para aficionados, pero es evidente la tendencia hacia la paridad real y natural en este segmento. Desde Madrid Craft Week, hemos tenido la oportunidad de visitar muchos talleres y cada vez son más los hombres que saben coser y son capaces de realizar todo el proceso, desde los consagrados Modesto Lomba, Roberto Diz o Marcos Luengo, hasta al innovador Eduardo Navarrete o el joven y talentoso Guillermo San Roman, que está al frente de Cándelas y Felipa”, concluye.