Es pura fuerza animal. Camina sin hacer ruido, habla desde un lugar sereno y en calma, pero hay algo que supresenciatransmiteyrebosa, ocupando todo el espacio. Serán los superpoderes que asegura tener, ella y todas las mujeres, tras la maternidad (su hija, Antonella, tiene 10 años); será el instinto desarrollado gracias al amor que siente por sus seis perros adoptados, que son parte de la familia; ¿o será una fuerza que, sencillamente, se alimenta de esfuerzo, pasión y férreos lazos familiares?

monica cruz x elle
Bernardo Doral
En las dos fotografías: Chaqueta acolchada y sandalias de charol con pulsera al tobillo de Geox by Penélope y Mónica Cruz, minivestido de Versace y anillo y pendientes de Pomellato.
monica cruz x elle
Bernardo Doral

Hace tiempo que Mónica Cruz (Madrid, 1977) eligió instruirse y dejarse sorprender por todo lo bueno que trae el trabajo y la constancia, apartando a un lado lo que no es importante y aprendiendo a convivir con aquello que no puede cambiar. Hoy, su energía interior crece con cada proyecto. Acaba de terminar su participación en El desafío y, aunque está lista para hacer más televisión, se encuentra inmersa en otro reto: el de diseñar, junto a su hermana Penélope, una cápsula de calzado y ropa para Geox. «No somos diseñadoras, pero cuando asumimos ese papel nos encanta hacerlo al 100%. En esta ocasión, aportamos ideas por separado, luego las discutimos, las pusimos en común y hemos trabajado con el equipo a partir de ahí. Geox nos ha dado libertad para crear básicos cómodos que no tienen por qué ser aburridos. Eso es lo bueno de la moda, que un trench o un chubasquero pueden tener un punto divertido. Soy muy fan del leopardo, por eso hay interiores forrados con este print, por ejemplo». La casualidad ha querido que las dos hermanas protagonicen este número de ELLE, algo que a Mónica no puede hacerle más ilusión. «Pe es mi referente en la vida. Ver todo lo que ha trabajado y lo que ha conseguido me enseña que luchando se logran más cosas de las que puedas llegar a imaginar. ¡Un Oscar! Nos sigue pareciendo un sueño, pero todo lo bueno que le pase se lo ha ganado», nos cuenta.

monica cruz x elle
Bernardo Doral
‘Trench’ de nylon y zapatillas de Geox by Penélope y Mónica Cruz, minivestido de Isabel Marant y colgante de oro de Pomellato.

De nuevo, el instinto animal, ese que te hace cuidar de la manada, prevalece sobre aquellos que se empeñan en compararlas: «La familia es sagrada y mi relación con mis hermanos va por delante... Siempre digo que me alegro más de lo que les pase a ellos que de lo bueno que me ocurra a mí. En este país el peso del apellido no ayuda, pero no pasa nada, he aprendido a convivir con eso. Trabajar siempre me llevará a un lugar deseado, aunque haga menos cosas de las que podría. No me puedo anclar en la frustración, porque me quedaría sin motivación y sin ganas de seguir aprendiendo», añade.

«Los juicios a las mujeres suelen venir de otras mujeres. Es una lástima que no nos apoyemos más»

Mónica habla con naturalidad de temas cotidianos y, como ya ha dejado claro, de sus palabras se extrae una gran habilidad para priorizar. No sabemos si le viene de serie o aprendió a hacerlo con la maternidad, pero la bailarina es un pozo de sabiduría práctica. «Las madres sabemos lo que es la falta de tiempo, y yo quiero invertir el mío en que las necesidades de mi hija estén cubiertas, no en pensar en qué me pongo. Me gusta arreglarme y me encanta la moda, pero tampoco tengo problema en salir a pasear a mis perros en pijama, por ejemplo. Hay días en los que ni sé lo que llevo puesto. Así soy yo».

Confiesa que la danza es uno de sus secretos de belleza, y es que «lo que me mantiene sana física y mentalmente es seguir bailando. Hago ballet y flamenco; también me fascina el bikram yoga, pero lo que trabajo cuerpo y mente gracias al baile no me lo da ningún deporte». ¿Que cuál es su otro secreto? «Seguir un horario infantil (ríe). He descubierto lo bien que me sienta irme a la cama con mi hija a las 20:30, aunque no me duermo a esa hora», revela. No le da miedo el paso del tiempo, «pero sí lo rápido que va todo, especialmente cuando tienes hijos».

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Bernardo Doral
Conjunto de ‘cashmere’ de Max Mara y mocasines de Geox by Penélope y Mónica Cruz.

Y en relación a este tema, saca su lado más reivindicativo (y, de nuevo, más animal). Porque... ¿de dónde vienen los juicios hacia las mujeres cuando pasan de cierta edad? «Las jóvenes generaciones no pueden crecer viendo cómo se dice que una mujer de 40 años no es joven. Lo más triste es que esos mensajes vienen de otras mujeres. Es una lástima que no nos apoyemos más. Yo no me incluyo, me encanta admirar la personalidad y la belleza de cualquier mujer, pero hay una competición absurda. ¿Por qué? Si somos todas maravillosas... Me he criado en la peluquería de mi madre, y ya entonces me fascinaba observar a las clientas, todas tan distintas entre sí. Esa ha sido una gran escuela que nos ha enseñado a reconocer la belleza en la diferencia».

«El camino a la perfección me parece un espanto. Prefiero meter la pata y aprender»

Sobre los abusos de poder en el cine, tema peliagudo donde los haya, pero de actualidad, la actriz apunta algo esencial y es que ese mundo no tiene la exclusividad... «Ocurre en todas partes, en cualquier sector. En la danza, igual. Y sí, lo he visto mucho en mi vida. Mucho... Y en esas situaciones que he vivido de cerca fui consciente de lo que estaba pasando y saltan las alarmas. Tu cuerpo te avisa y reacciona. El problema viene si no lo puedes confrontar y no tienes salida, imagina el horror... A mí, gracias a Dios, no me ha sucedido. Por eso resulta esencial educar y trabajar para que, cuando una mujer denuncia, el proceso sea rápido. Al menos, ha dejado por fin de estar normalizado», concluye. De su discurso no solamente extraemos sentido común. Empatía y equilibrio también la definen. ¿Que cómo vuelve Mónica Cruz a su centro y recupera el ánimo en momentos bajos? Con la mejor terapia, la que le proporciona su hija y los paseos diarios con sus perros, el baile, los domingos de paella con su familia y las salidas sin niños con Penélope y su madre «para poder hablar de todo tranquilamente», confiesa.

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Bernardo Doral
Traje de lino de Stella McCartney, ‘tank top’ de American Vintage, gorrito ‘bucket’ de Levi’s, pendientes de Pomellato y salones de Geox by Penélope y Mónica Cruz.

Ella no es perfecta, tampoco lo busca: «El camino a la perfección me parece un espanto. Prefiero meter la pata y aprender, y no sentirme culpable por todo». Sin embargo, sí es ejemplar, y estamos seguras de que el orgullo de hermana es recíproco.

*MAQUILLAJE Y PELUQUERÍA: VICKY MARCOS.