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La teoría del rojo inesperado comenzó su viralidad en la red social que todo lo populariza. Sí, hablamos una vez más de TikTok. A pesar de su sonoro nombre, esta teoría no guarda demasiadas complicaciones. Originada en el ámbito de la decoración, señala cómo un espacio anodino, simple e incluso aburrido se puede transformar en una estancia rebosante de personalidad con el simple gesto de añadir algún detalle en color rojo. Fue la diseñadora neoyorquina Taylor Migliazzo Simon quien viralizó en un vídeo esta teoría, que por otro lado no deja de ser una tendencia presente en decoración desde hace un tiempo. Y ante el éxito de este truco de decoración, cabe preguntarse ¿se puede aplicar también a la moda?
El rojo inesperado en la moda
La colorimetría estudia cómo las diferentes opciones del círculo cromático pueden favorecernos (o no) según nuestra fisonomía. Para la estilista Rocío Calzado, "la colorimetría es importante porque a través de los colores expresamos personalidad, estilo y a la vez transmitimos un mensaje con el color (por ejemplo este color expresa atracción, pasión, y dinamismo)". Dado que no hay reglas que seguir, cada una puede apostar por el vibrante rojo como le venga en gana, pero siempre es recomendable escuchar a las expertas. Según la estilista Paula Cuevas, para poner en práctica la teoría lo primero es elegir el matiz de rojo que queremos introducir en nuestro look. "Debemos tener en cuenta nuestra colorimetría para saber qué tonalidad de rojo y/o tejidos utilizar en aquellas prendas o complementos que utilicemos cerca del rostro", apunta.
Los valores atribuidos al color rojo, uno de los más simbólicos, son de sobra conocidos: pasión, confianza, poder... Cuevas explica que, "por ejemplo, utilizar un traje en este color denota poder, seguridad y estilo, pero a la vez, lejanía y autoridad". La teoría del rojo inesperado aboga por introducir pequeñas pinceladas del tono. En el caso de la moda, lo más habitual es hacerlo a través de los complementos o el calzado. Esta ha sido la opción elegida por la influyente empresaria y consultora de moda danesa Pernille Teisbaek, que resta sobriedad a un look de tonos grises con unas merceditas rojas brillantes.
Cuevas recuerda que "si utilizamos un look en tonalidades neutras, el color rojo será el foco de nuestro estilismo y el lugar en el que lo luzcamos atraerá todas las miradas". Precisamente combinar el rojo con tonos neutros es la práctica más repetida entre las mujeres que dictan las tendencias a golpe de look. La cantante Aitana, con un conjunto negro total y zapatillas rojas, o la modelo Emily Ratajkowski, con botas altas rojas como contrapunto de un estilismo blanco, son algunos de los ejemplos más inspiradores.
La pasarela ha aupado este tono como uno de los más exitosos de la temporada. Ya tuvo un protagonismo destacado el pasado invierno, pero de cara a la primavera-verano convivirá en el armario y en las colecciones de tus tiendas preferidas junto a otros colores tendencia, como el azul bebé o el estampado animal. Si echamos un vistazo a los desfiles de la temporada, encontramos el rojo inesperado en las apuestas de firmas como Balmain (presente en unos zapatos de tacón que contrastan con un look lady en blanco y negro), Ferragamo (juega con la superposición al añadir un top rojo de tirantes a un vestido blanco de punto) o Chloé (con maxibolso como toque final de un estilismo negro total).
¿Con qué otros colores combinar el rojo?
Más allá del negro, gris y blanco ¿cómo llevar el rojo en un estilismo sin caer en el monocolor? En este sentido, nada mejor que mirar hacia dos ciudades abanderadas de las mezclas cromáticas más audaces: Lisboa (el colorido estilo portugués arrasa) y Copenhague (o los países nórdicos en conjunto). Siguiendo el consejo de Cuevas, "si con la llegada de la primavera apetece utilizar estilismos más coloridos, recomiendo combinarlo con colores como el morado, verdes y rosas para crear combinaciones de lo más estilosas". La actriz Kirsten Dunst se decantó por una de estas mezclas para acudir al último desfile de Gucci, celebrado en Milán a finales del pasado febrero. Con un vestido verde cuajado de brillantes y con abertura frontal, añadió toques de rojo (en su versión burdeos) a través del cinturón y los zapatos de tacón. Para la estilista Rocío Calzado, esta tonalidad, junto con "el borgoña o granate" son una buena alternativa al rojo más vibrante.
En el Street Style de las grandes capitales de la moda (y de otros epicentros fashionistas, como las mencionadas Lisboa y Copenhague) se desvelan las posibilidades casi infinitas de abrazar la luminosidad del color rojo. A través de gafas de sol, joyas, gorras o bolsos. Pero también, por ejemplo, con un jersey sobre los hombros, en contraste con una camisa clásica. O con una camiseta blanca con discreto estampado en rojo. O incluso con unos calcetines de este tono. Todo vale, aunque los zapatos son los grandes protagonistas a la hora de poner en práctica esta teoría, un truco que sin duda aprobaría Dorothy Gale, siempre con sus inseparables zapatos rojos en su viaje por Oz.
En el caso de que el rojo no encaje con tu estilo o no favorezca a tu piel, Paula Cuevas asegura que "la mejor opción es decantarse por la gama de colores análogos al rojo, es decir, las tonalidades rosas y/o naranjas". Opciones muy presentes también en las colecciones primaverales. En marcas como Zara, el rojo revalida su sitio como color tendencia y desde el gigante textil nos animan a llevarlo en looks monocolor pero también de forma discreta en collares de inspiración marina, pañuelos, pulsera o anillos. Hay opciones para todos los gustos.
