Si pocas piezas hay tan atemporales como un little black dress, que actualmente es atesorado por millones de armarios femeninos en todo el mundo, del mismo modo podemos afirmar que el bañador negro encarna un verdadero icono de la atemporalidad cuando entramos en el terreno relajado de la playa y la piscina. Solo que la sobriedad que lo envuelve se ve empañada por el optimismo y la luminosidad del estío, y finalmente, la mayoría de nosotras terminamos sucumbiendo a la tiranía de los colores brillantes cuando nos planteamos la compra de un traje de baño. Además, la creciente popularidad de las leyes de la colorimetría nos condiciona a la hora de elegir los tonos que nos favorezcan según el color de nuestra dermis y solemos apostar por esas sombras que más resaltan nuestro color de cabello, piel y ojos.
Bañador negro: el más favorecedor
Bien, ya podemos quitarnos de un plumazo todas estas dudas porque si de algo podemos estar seguras en moda, es que el bañador negro favorece absolutamente a todas, seas como seas y tengas la figura que tengas. Y lo vas a necesitar este y todos los demás veranos de tu vida. Seas rubia, morena, castaña o pelirroja, tengas la piel morena, más blanca, trigueña...
El negro aporta el contraste perfecto a cada uno de los tonos de piel y cabello, y sobre la tez parecerá que ésta está más bronceada. Incluso si tu cabello es completamente negro, el bañador negro aporta el toque de elegancia y sensualidad justo, potenciando al máximo tus rasgos.
Estilizador como pocas otras prendas, siempre hay un bañador negro con la capacidad de adaptarse a cada figura, afinar visualmente las curvas y dar la sensación de haber reducido una talla: con drapeados para disimular un abdomen prominente, con escote reforzado para realzar un pecho grande o de tiro alto para alargar las piernas.
Con razón lleva décadas encarnando la pieza de baño clave de los estilismos de playa: si cuentas con los suficientes años recordarás en los noventa a las tops de la época envueltas en la silueta más básica, en clave minimal y sin ningún tipo de floritura, concentrando toda la sofisticación de la moda en el momento baño.
Con el devenir de las temporadas y las tendencias de moda, este clásico ha venido experimentando diferentes transformaciones que lo han ido adaptando a la estética imperante de cada verano, desde escotes en V y asimétricos, hasta los cut outs en la cintura, los festoneados en el escote o los cinturones y broches aderezando los talles y las espaldas.
Bañador negro: las tendencias del verano 2021
Aunque todos estos estilos sigan conviviendo en armonía, el verano de 2021 parece querer regresar a la corriente más purista, la que dominaba hace 30 años con tirantes finos y sencillos, escote recto o camiseta, al más puro estilo nadadora o Baywatch.
En cualquier caso, la moda continúa innovando e introduciendo modificaciones que lo van enriqueciendo, en ocasiones apostando por la textura (los tejidos rugosos como el crinkle o el canalé están en alza), las siluetas seamless (sin costuras) y en otras, jugando con elementos urbanos como los botones, los drapeados ligeros o los mini bolsillos, que hacen de él el perfecto body o top negro con el que explorar otros contextos fuera de la playa o la piscina.
Emparejarlo con un short vaquero, unas bermudas de lino, una mini falda denim o una falda midi estampada parece representar uno de los estilismos más apetecibles y relajados del verano, ya sea ir a pasar el día a la playa o salir a tomar un helado, y en versión nocturna, son las minis negras, las faldas largas vaporosas o de corte lápiz junto con unas sandalias de tiras minimal, sus compañeros imbatibles para esas noches de verano que se alargan en las terrazas más cool de los destinos de vacaciones.
Advertimos seriamente: se corre el riesgo de no querer prescindir de él en todo el verano.
