Entre la amalgama de estéticas y tendencias que han invadido los vestidos estas últimas temporadas, es difícil determinar con claridad cuáles son aquellos diseños que mejor se van a adaptar a nuestra silueta y nos van a favorecer más según los estampados, colores, cortes y escotes. Los vestidos wrap, las mangas abullonadas, los prints florales y frutales, los fruncidos y drapeados... Todos los hits los conoces de sobra y este verano comienzan a estar por todas partes, a riesgo de resultar pesados y apabullantes. Sin embargo, si hay algo que en moda siempre se repite como gran mantra de estilo que es, ese es el "menos es más", y no son, sino aquellos modelos más simples, de aire sencillo y sin artificios, los que realmente tienen el poder de poner un poco de cordura a todo este festival de vestidos sugerentes y llamativos. Dicho de otro modo, en ese momento en que se tienen todos los vestidos de moda en el guardarropa pero se echa en falta algo con un rollo diferente, es mejor resetear e ir hacia lo más básico. En este sentido, los vestidos minimalistas tienen la asombrosa capacidad para dibujar un estilismo seguro, impecable y por qué no, cool.
Líneas depuradas, escotes nada pretenciosos y colores más bien discretos. Parece una fórmula bien definida, a pesar de que en los últimos años se han añadido coordenadas estéticas que van transformando el concepto y lo adaptan a los nuevos tiempos. Eso sí, su esencia siempre permanece. Lo mejor es hacer un repaso por todas ellas para que no pierdas el foco en lo que realmente importa a la hora de hacerte con un vestido minimal:
- Siempre, siempre, debe incorporar unas líneas limpias y un corte estructurado. Los escotes más habituales suelen ser muy noventeros, inherentes al estilo minimal imperante de la época, como el halter, el cuello redondo o en V. Los tirantes finos o anchos pero sin ninguna floritura, las mangas cortas pero mínimas o al codo, también suelen formar parte de los vestidos minimalistas.
- Ya vengan confeccionados con hechuras más amplias o ligeramente más ajustadas, los vestidos más simples de esta temporada sí admiten algunos giros de tendencia: los cut outs en los laterales, las espaldas sugerentes, los cordones y tiras que se atan para dejar entrever sensualmente la piel…
- Y dentro del terreno del color, aunque su radio de acción más efectivo se mueve entre los tonos sobrios y neutros, la actualidad los saca de estas sombras discretas y para el verano de 2022 se estrenan teñidos en chispeantes verdes lima, vibrantes naranjas y mandarinas, intensos rojos y fucsias, y optimistas amarillos, entre otros. Definitivamente, es lo que necesitas para un outfit color block de lo más estimulante.
Sin ahondar más en sus claves, hay una serie de vestidos de estilo minimalista que están destinados a elevar nuestros atuendos del día a día, y que, asegurando su presencia (aunque sea de forma parcial, para no desafiar el bolsillo) en nuestro armario cápsula de primavera verano 2022, se convierten en una elección segura, elegante y cool, no solo para esas jornadas en las que se pierda el foco ante la abrumadora oferta de vestidos-tendencia, también para hacer de esta estética una de las señas de identidad más personales y con más rollo. Esta es la selección minimal ganadora, que además de ser asequible, promete revolucionar sin estridencias tu estilo veraniego:
El vestido de satén
El slip dress icónico de los 90 es uno de los vestidos minimalistas por excelencia. Si en tu agenda marcas una fecha especial como una boda o una fiesta veraniega, un vestido lencero de satén es uno de los mejores tantos que te puedes apuntar para robar cumplidos.
El vestido rojo
El rojo sube el ánimo y el potencial del look al instante. De tirantes y/o una espalda bonita, nunca desdeñes el poder de un vestido rojo, especialmente sobre la piel bronceada.
El vestido negro
El vestido negro es uno de los ineludibles de cada verano. Escógelo con una espalda especial (con tiras criss cross) o con un sensual corte delantal.
El vestido camisero
En uno de los tejidos veraniegos fetiche, el lino, o mismamente en popelín, siguiendo el corte clásico masculino, el vestido camisero es uno de los vestidos sencillos más eficaces para vestirse en un solo gesto. Lo puedes llevar a entornos formales como la oficina con mules y sandalias de tacón, o bien de manera relajada con sandalias o palas planas.
El vestido de color vibrante
Verde lima, amarillo limón, mandarina... Esta temporada hay vida más allá del negro, blanco y demás neutros, y los colores vibrantes marcan la nueva era del vestido minimalista, llena de energía y optimismo.
El vestido plisado
El plisado mínimo es quizás la única licencia que se puede permitir, siempre y cuando el resto de elementos permanezcan elementales y sobrios.
El vestido camiseta
De vocación informal y relajada, para acentuar su faceta elegante es mejor apostar por colores oscuros como el negro, el gris, marrón oscuro o azul marino.
El vestido en tonos naturales
Caquis, tostados, ocres, tejas... Los tonos safari son súper favorecedores en verano y sin duda, se revalorizan a través de cortes sencillos y discretas, en texturas de punto ligero o sarga.
El vestido de canalé
Dibujando fielmente las formas femeninas y a ser posible, en formato midi o largo por los tobillos, el canalé o textura rib es una de las apuestas más cool para invertir en tu vestido minimalista del verano 2022.
El vestido mini
A poder ser, de tirantes o escote halter, al más puro estilo nineties, para lucir con sandalias de tiras o mules de vinilo transparente.
