Hace apenas un par de años, Alejandro Gómez Palomo despertaba la curiosidad de todos cuando reunió a lo más pintoresco de la sociedad moderna madrileña en el Club Matador para presentar su Objeto Sexual. Pocas veces se había visto en la moda española lo que se vio aquella noche en las habitaciones del club. El diseñador dejó sin palabras a todos los allí presentes haciendo con sus modelos, los chicos Palomo, una performance en la que sus diseños cobraban vida, sumiendo a todo el que miraba en un universo en el que la sensualidad se elevaba a otro nivel tomando un significado en el que el género quedaba difuminado. Hasta el mismísimo Pedro Almodóvar quedó fascinado por un jovencísimo Alejandro que apenas llegaba a los 25 años y que había dejado su Posadas natal en Córdoba para comerse Madrid o Nueva York, entre otras.

Desde entonces el ya conocido por su firma, Palomo Spain, ha dado un nuevo significado no solo a la moda española, sino a la moda en general, coleccionando detractores pero muchos más seguidores en todas las esferas, aunque siempre generando inquietud allá donde va. Palomo es espectáculo en sí mismo, por eso, no podía faltar en la MBFWM. No ha habido desfile ni performance, pero el diseñador no ha faltado a la cita de la moda española de la que bebe y en la que ha crecido. En esta ocasión el andaluz ha sorprendido a su público con la presentación de su mini documental, Boys, some girls and other cookies.

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La pieza dura 12 minutos y ha sido producida por CAP, una agencia de producción y creativa especializada en moda, y dirigida por Luis Cerveró. Este, junto al cineasta Miquel Díaz Pont, enseña una semana en la vida de Palomo, pasando del ajetreo en Nueva York entre desfiles a la calma en Posadas. Todo con un objetivo, dar respuesta a eso que tantos se preguntan y que pocos saben con detalle o entienden: ¿quién y qué es Palomo?

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Palomo Spain

Y Palomo es moda en sí mismo. Es ruptura de barreras para dar al hombre también el derecho de expresarse con todas las herramientas que da el diseño, desdibujando los límites del género, no tanto en las medidas y cortes, para los que el diseñador sí considera que existe el género, sino en la estética: "La ropa tiene género inevitablemente porque tiene un corte que se adapta bien al cuerpo de un hombre o de una mujer, que son claramente diferentes. Lo que no debe tener género es la estética, y es ahí donde jugamos, lo que está estipulado que debe ser para el hombre, lo que está estipulado que debe ser para la mujer, cuando antiguamente realmente era lo opuesto", cuenta el diseñador en el vídeo.

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Palomo Spain

Y esa ambigüedad se traduce en el chico Palomo. Ese que defiende las ideas de Alejandro sobre una pasarela o en cualquier tipo de escenario, ya sea el Museo de Ciencias Naturales o el Hotel Wellington. "Es un chico normalmente joven guapo, como medio virginal con esta tez, como un angelito, ¿no? Un chico que todavía no se ha contaminado del todo, que siempre tiene ese punto de inocencia, de frescura, de limpieza", explica el diseñador en el documental.

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Pero también es un nuevo tipo de hombre, uno que no estamos acostumbrados a ver, que disfruta y entiende la feminidad: "El chico Palomo es lo mejor de los dos mundos, quiero decir, no demasiado masculino ni muy femenino, está como en el medio, jugando los dos papeles, sin discriminación", cuenta uno de los modelos. En definitiva, una nueva forma de entender la belleza.

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Palomo Spain

Pero Palomo también es casa. Es herencia andaluza, origen cordobés, que no olvida en los detalles de sus propuestas, que cobran rasgo español, hablando de dónde vienen entre volantes, lunares, sombreros y chaquetas cordobesas tomando el mismísmo Times Square. Para ello, los campos de Posadas junto a su perro Lucio siempre son la inspiración perfecta.

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Vía: Harper's BAZAAR ES