Sin duda, uno de los nombres que han cambiado la historia (sobre todo en el entorno de la moda) es femenino. Coco Chanel fue sin duda una de las figuras más importante que revolucionó la sociedad del siglo XX gracias a su estilo para ver la vida que hizo que ayudara a multitud de mujeres a liberarse. Sus ambiciones estaban muy claras y gracias a su propia libertad y a su independencia personal y profesional, pudo defender a capa y espada todos sus ideales durante su vida.

Para ello, Coco no dudó en inspirarse en los hombres de los que se rodeaba. En ese ambiente, no dudo en tomar prestado muchas referencias que inundaban el ideario de vestuario masculino y alimentar, de esta manera, su instinto creativo. ¿Qué sería la maison Chanel sin la sastrería o el cuero acolchado y los bolsos cuya inspiración proviene nada más y nada menos que de su pasión por montar a caballo, heredada de Étienne Balsan, su primera pareja?

La lista de hombres que ayudaron a formar el imaginario de Coco no eran pocos: del Duque Dimitri Pavlovitch admiró su amor por la cultura y las blusas bordadas; Ernest Beaux, reputado perfumista de la época, ayudó a despertar su pasión por las fragancias y, por supuesto, la creación del icónico Chanel nº 5; con el duque de Westminster le atrapó la idea de que "el interior de las prendas es tan importante como el exterior" y comprobó el atractivo del tweed usado; por supuesto, con su gran amor, Boy Capel, compartió el amor por la literatura y la poesía y le ayudó a reconocer la determinación como su mayor fortaleza; fue con José Maria Sert el que le descubrió Venecia y las iglesias barrocas y, como no podía ser de otra manera, se rodeó de grandes artistas como Picasso, Dalí, Cocteau y Reverdy, que acabaron siendo amigos cercanos de la gran diseñadora.

Grabielle Chanel siempre lo tuvo claro y puso la masculinidad al servicio la feminidad, cambiando así todos los comportamientos y estilos que se atribuían a las mujeres de la época. Al negarse a estar atada por hombre, disfrutó de su propio negocio, de actividades tradicionalmente masculinas como la pesca o el golf y, al veranear en las playas de Lido, disfrutaba bronceando su piel al sol y luciendo ese nuevo efecto estético que, aún a día de hoy, causa verdadero furor.

No solo tomó prestados elementos de la moda masculina para liberar el estilo de las mujeres, sino que Chanel se inspiró en los hombres de su vida para liberar todo su talento.