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Con la cercanía de las fiestas parece que el universo gastro no sólo se preocupa por asegurase de que nuestro estómago cante “ho ho ho” por todo lo alto con diferentes postres navideños y menús especiales, sino que desde hace tiempo ha encontrado en el factor WTF un aliado. Ya hablamos del turrón con sabor a Donut de Torrens Vicens (este año, por cierto, la casa de turrones va un paso más allá y apuesta por turrón de jamón serrano), y este diciembre la noticia bomba gastronómica es el lanzamiento de McDonald’s de la McExtreme Cheesy Risketos. La novedad de esta desconcertante receta es su salsa Risketos, especialmente creada para este lanzamiento, junto con unas McShaker fries Risketos, que son las icónicas patatas de McDonald’s con sazonador sabor Risketos.
Cada vez es más común que sean los snacks los que se cuelan en nuestros platos y postres, haciendo que el picoteo vaya un paso más allá y logrando que los elementos más casual y desenfadados gastro se adentren en los fogones. Ferrán Adrià nos enseñó que no es sólo posible, sino también delicioso, hacer una tortilla de patatas con patatas de bolsa, y siguiendo su estela y durante tres semanas, en Barcelona, reyes de la tortilla entre los que destacan Los Tortíllez, Mantequerías Pirenaicas y Flash Flash ponen en marcha sus versiones de la tortilla de Lay's. Esta experiencia se vivió también en La Martinica, en Madrid. “Son un aperitivo maravilloso y gustan a casi todo el mundo. Las puedes utilizar simplemente como complemento para la espera de una comida o cena o como el inicio de un gran menú, integrándolas con ingredientes de lujo o elaboraciones sofisticadas. Te pondré ejemplos básicos que creo que todo el mundo conoce; las chips con berberechos, con pulpo, pimentón aceite y sal, o con ostras marinadas en cítricos y caviar o con trufa y pimienta o con boconccinis, tomate italiano y orégano etc.. Son un complemento ideal para un aperitivo bien resuelto y con imaginación”, explica Javier Hoyos, director de Flash Flash de BCN.
Por su parte Javier Alfaro, chef de Rosi la Loca, asegura que las Lay’s son conocidas por todos. “A la hora de hacer una tortilla, con estas patatas sale muy rica y te saca del apuro en unos minutos. Da además una buena cremosidad al juntar con huevos y yemas”, asegura. “Los snacks aportan cosas diferentes que en un restaurante quizás no puedes lograr. Cada vez se ven más chefs que emplean cortezas, Doritos que aportan un toque diferenciador crujiente y de sabor que es difícil conseguir de otra manera y que puedes conseguir pero que te exigiría mucho tiempo... A veces en los restaurantes, por tiempo e infraestructura, no se pueden hacer tales elaboraciones, y los snacks te ayudan a conseguirlo”, comenta.
McDonald’s con toque de Risketos, tortillas de patatas Lay’s y como postre, Pepina Pastel nos deja boquiabiertos con su turrón elaborado con chocolate con leche, Gublins caramelizados de forma artesanal y praliné de avellanas. “Creo que ahora la gente valora y apoya más la cocina creativa. Esa cocina que introduce nuevas técnicas, busca innovar y quiere ser original en cuanto a sabores. La gente está perdiendo el miedo a probar combinaciones locas: la gente de ahora quieren sentir el efecto wow", señala.
"En el caso del turrón de chocolate con Gublins, estos se caramelizan para que no sean tan salados como lo sería el snack sin tratar. Al final, hay que ir probando hasta que el sabor encaja y es perfecto”, explica Lara Guerrero, fundadora de Pepina Pastel, que ya nos había sorprendido con una tarta de churros y que ahora quiere que las navidades tengan ese toque snack. “Creo que en parte se debe a la nueva forma de crear contenido en redes sociales. En canales como Instagram y TikTok cada vez hay más gente que busca nuevos contenidos, a la vez que nacen creadores con propuestas divertidas y genuinas. Este tipo de productos también nos acerca más al universo de la gente más joven, que busca otro tipo de dulces, algo menos conservadores, y también entra en juego la nostalgia, al trabajar en nuestro caso con productos como las palomitas Belros o Gublins”, dice Guerrero.
Los Cheetos son uno de los snacks más arraigados dentro de la cultura pop gracias a su color anaranjado, que hace imposible que quien pruebe uno no sea inmediatamente delatado. Gracias a Eva Longoria, que ha llevado a la gran pantalla la historia de los Cheetos picantes, inspirada en la biografía de su creador, este aperitivo delator se ha vuelto a colar en la cocina y se ha convertido en un habitual incluso en los platos de pasta. Incluso Milky Bar lanza una tarta con Cheetos, haciendo así que cualquier cumpleaños tenga tantas sorpresas y exclamaciones como velas.
El giro final lo acaba de poner Empirical x Doritos, una bebida alcohólica que lleva los snacks también al universo de la coctelería, demostrando de esta forma que esos bocados que antes se disfrutaban como picoteo pasan en la actualidad por todas las fases gastro, desde el aperitivo hasta el postre, sin olvidarnos incluso del brindis.
De esta forma, los aperitivos de bolsa de toda la vida, esos que antaño teníamos que rogar a nuestras madres probar, son ahora pinceladas gourmet. “La cocina es una locura maravillosa. Es por ello que todos los cocineros con inquietudes culinarias tendemos la obligación de sorprender a nuestros clientes y sorprender con sabores innovadores, no sólo con la mezcla de productos e ingredientes, sino que mezclamos también culturas culinarias de otros países. La imaginación de un cocinero es maravillosa”, dice Javier Hoyos, mientras que Alfaro señala que el mundo de la gastronomía cada vez está más loco… Y lo dice como alabanza. “Al final, el mundo está globalizado, por lo que tienes al alcance muchos productos que antes era complicado conseguir y los chefs se arriesgan a hacer cosas que antes no haríamos. También han influido grandes chefs como Adriá y Muñoz, que hacen mezclas arriesgadas que antes no se veían. Hace poco comí una ostra con una molleja de ternera y casaban perfectamente. También se llevan los postres menos dulces que emplean champiñones, por ejemplo, que aportan diferenciación al plato”.
La creadora de Pepina Pastel cree que la gente valora y apoya más la cocina creativa. "Esa cocina que introduce nuevas técnicas, busca innovar y quiere ser original en cuanto a sabores. La gente está perdiendo el miedo a probar combinaciones locas y quiere sentir el efecto wow”, dice.
Cuando el arte del picoteo coquetea con el del buen comer, lo único que podemos hacer es esconder la báscula y disfrutar de lleno de una tendencia en la que la vanguardia y la diversión compiten en sabor con sus platos.
