La calle Almirante número nueve, Madrid, la ciudad que vio nacer al modisto Jesús del Pozo conmemora su labor desde hoy en la fachada del que fue su lugar de trabajo durante años y donde desarrolló su labor creativa.

No es el primer homenaje que se hace a raíz de su muerte en 2011, ya se publicó cuatro años después de esta fecha un libro que repasa la evolución desde su visión de la moda masculina hasta aquellas colecciones femeninas en las que enraizó su esencia, aquella que sigue dejando un gran sabor de boca.

Jesús del Pozo recibió varios de los premios más importantes en el mundo de la moda, como la Aguja de Oro en 1981, el premio Nacional Cristóbal Balenciaga al Mejor Diseñador en 1989 y dos años más tarde al mejor Diseñador Nacional.

Unos galardones que corresponden además de a sus colecciones a su trabajo en vestuarios para cine, televisión y teatro. No contento con triunfar en el mundo de la moda, el diseñador se adentró en el mundo del perfume lanzando al mercado uno con su propio nombre (y personalidad en cada nota).

Delpozo, tal y como se conoce a la marca hoy en día, desafió la frontera española arrasando incluso en la Semana de la Moda de Nueva York, una carrera llena de éxitos que hoy se recuerdan en uno de los barrios más emblemáticos de Madrid.