La ciudad de Marrakech fue la inspiración para David Christian, que puso sobre la pasarela turbantes, pantalones palazzo, faldas abullonadas, flecos, borlas, o estampados inspirados en los mosaicos típicos de la cultura marroquí. Un arco árabe adornó el escenario de esta propuesta con una paleta de colores que amparaba desde el azul intenso y amarillo, que hacen referencia al atardecer de la ciudad, como a tonos tierra, propios del paisaje desértico. Los complementos, diseñados por la firma Rita Von, rinden homenaje al trabajo de los artesanos locales.