París despliega toda su magia durante la semana de la Alta Costura. Si durante cualquier fashion week, las calles se llenan de inspiración gracias a los cuidados estilismos de las asistentes, en la Haute Couture, la fastuosidad e imaginación de los looks es aún mayor.
En los alrededores del desfile de Schiaparelli, hemos visto invitadas de blanco y negro que podían parecer clásicas hasta que descubríamos ese toque surrealista, tan propio de la firma, en algún complemento o detalle. En Dior, las fieles a la maison lucían impecables chaquetas y faldas de vuelo. En Chanel; trajes de tweed, minivestidos y los complementos que nunca fallan; cadenas y perlas. En Elie Saab; brocados, encajes y oro por doquier... Si el street style se ha vuelto más casual y ya se habla del estilo Netflix-baguette-Netflix, la moda de calle de la Alta Costura es todo lo contrario; es creatividad, exceso y ensoñación. Justo lo que necesitamos para alimentar nuestra imaginación de cara a todos los eventos que vendrán en primavera. Además de los clásicos vestidos midi o los trajes pantalón, ¿y si intentamos lucir un sombrero con lazada como en Schiaparelli? ¿ Y si apostamos por el tul transparente sobre un vestido negro? ¿Y si nos olvidamos de los empolvados y nos arriesgamos con una falda dorada y brillante? Arriesgar un poco y acertar es posible si se sabe cómo, y estas invitadas pueden ser tu dosis de inspiración:
¿Tienes un evento de noche? Este look no puede ser chic y fácil de emular: blusón amplio fruncido en los hombros y pantalón palazzo (¿de terciopelo?) negro. Sencillo e ideal. ¿El plus? El recogido bien tirante y los pendientes brillantes.
Otro buen ejemplo para un cóctel o una cita importante de trabajo: una camisa blanca con lazada y un pantalón de vestir negro. El bolisto con detalles dorados pone el toque final.
Olvídate del top y los guantes pero piensa en esta falda dorada combinada con una camisa blanca. ¿No sería un look perfecto?
Los toques de plumas en bajos de tops y pantalones consiguen que un cómodo dos piezas se convierta en un look apto para una fiesta y además tienen un punto retro muy 60s.
Un vestido negro siempre es un acierto, y este de tul y terciopelo, con ese escote corazón es la prueba de que un little black dress no tiene por qué ser clásico o aburrido.
Un vestido de lentejuelas plateadas es tan potente que no necesitarás ningún complemento más para causar efecto.
Dos ideas con las que nos quedamos de este look: la midi rematada por plumas y el chocker con perlas para adornar nuestro estilismo de invitada.
¿Hay algo que nos guste más que los flecos? Su movimiento en faldas y vestidos nos asegura una entrada triunfal en la fiesta. Puedes optar por un toque o un vestidazo lleno de ellos, como hace Leonie Halle.
¿Cómo abrigar un traje largo? Pues con una blazer masculina que equilibre el exceso de romanticismo del vestido. Es la mezcla más cool.
Atención a los complementos: imagínate unos pendientes así, ¡cambiarán todo tu look! Eso sí, las gafas de sol mejor déjalas en casa.
Un traje de chaqueta siempre es una buena opción ante una boda: por cómodo y porque luego lo podrás reutilizar para otras ocasiones (hasta para la oficina). Solo es cuestión de cambiar los complementos y listo.
Las capas de tul se han puesto de moda y hasta Zara ha propuesto su versión low. Son una manera perfecta de rematar tu look de invitada.
Camisa + falda de lentejuelas: una fórmula perfecta para bodas de día o noche.
Perfecto para primavera: imagínate en una comunión o bautizo con un traje tan bonito como este: no es empolvado, no es blanco, es un degradé que mezcla ambas cosas con un resultado espectacular.
Una camisa blanca especial siempre es una apuesta segura en un look de invitada. Con mangas farol, lunares o apliques en negro, cruzada...¡Esta lo tiene todo! Psst: los complementos dorados y el sombrero redondearán el look.
¿Y qué tal si olvidamos los clásicos negro, beige y dorado y nos atrevemos con un color vivo como este turquesa? Si además añadimos lentejuelas y mangas con volumen, el golpe de efecto está asegurado
