Parece imposible comenzar un mes sin recibir la noticia de que una celebridad ha sacado su propia firma de cosmética, y por si fuera poco, nos encontramos ante el regreso de los perfumes de celeb que creíamos habían quedado anclados en los 90. El 'skincare', el cuidado capilar y las fragancias son las alternativas preferidas de las famosas para alimentar sus cuentas corrientes.

Las famosas no sacan ya perfumes dignos de supermercado, sino de Galeries Lafayette

El motivo del éxito de las aventuras cosméticas de las VIP radica en la (tramposa) sensación de cercanía que generan, pues tener la impresión de oler igual que Kylie Jenner (que acaba de lanzar su primer perfume) resulta para sus fans irresistible. Sabemos que tener el Birkin de Rihanna no es asequible, pero, ¿acaso no lo es poder llevar su perfume, ese que ni siquiera sabemos si ella misma usa? La diferencia entre los aromas de celeb que en los 90 se agotaban y los actuales radica en que ahora, las famosas no sacan ya perfumes dignos de supermercado, sino de Galeries Lafayette al aliarse con los grandes para ofrecer propuestas lujosas a precios más moderados, en realidad, que los de los titanes de lujo.

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Sonsie
Pamela Anderson lanza Sonsie

Cuando Pamela Anderson rompió internet al aparecer en las fashion weeks sin maquillaje, su elección parecía un golpe sobre la mesa dispuesto a mandar un mensaje de liberación y empoderamiento, pero cuando después supimos que iba a lanzar su propia marca de cosmética, nos preguntamos si en realidad, no era esa una estrategia para demostrar que su productos funcionan. De hecho, cuando Kim Kardashian lanzó su propia marca cosmética, abandonó los selfies con más filtros y capas de maquillaje que anillos de luz y comenzó a mostrar su piel sin maquillaje.

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Courtesy of Dior, Glossier, Rhode, Guerlain, Bond New York, Huda Beauty, Cobra Kay Skincare, and Byredo
Hailey Bieber para Rhode

Kylie Jenner, tras haber conseguido records de ventas con sus labiales y después de haber sido la mujer de la familia más amiga de los excesos en el campo del make up, se halla en una nueva etapa en la que prima la naturalidad. Sus vídeos y selfies se caracterizan por una aparente ausencia de maquillaje (aunque su piel tiene una apariencia tan perfecta, que nos preguntamos si ella vive en el golden hour 24/7), una apuesta que le sirve para promocionar sus bálsamos labiales, que por cierto, son ahora el caramelito de ventas preferido de las marcas de celeb, como bien sabe Hailey Bieber. Este es también un guiño noventero, pues entonces los bálsamos labiales de firmas como Juicy Couture primaban entonces, y ahora las famosas han conseguido que perdamos la cabeza por uno de los productos cosméticos más infravalorados hasta el momento.

cécred
Cécred
Imagen de Cécred

El terreno capilar también está siendo fructífero para las celebs, y la última en adentrarse en este negocio ha sido Beyoncé de la mano de Cécred. “El sueño de toda mi vida ha sido crear productos para el cabello y hacer realidad algunas de las enseñanzas de mi madre. Empezamos priorizando las necesidades del cabello texturizado como el mío. Era importante honrar los rituales pasados ​​y al mismo tiempo, infundir nuestro toque personal agregando ciencia avanzada para construir nuevos rituales sagrados”, explica. “El resultado fue un tratamiento capilar definido por su desempeño, calidad e intención. Un tratamiento capilar que no es como los otros han que a mí, como mujer negra, han intentado ponerme a lo largo de mi carrera. Es una forma de cuidado del cabello que mantendrá mi pelo sano a pesar de la frecuencia con la que lo cambie como artista”, dice en la web de la marca.

Clean & green

Conscientes de los gustos de sus seguidores y de su clientela, han sabido adaptar sus marcas a las nuevas necesidades, y por eso la mayoría aboga por productos veganos y “clean”, como las firmas de Bieber y de Jenner, que anunció en sus redes que su marca sería a partir del verano de 2021 “clean y vegana”. Sin embargo, muchos dermatólogos se preguntan qué hay en realidad tras el manido “clean”, que aseguran tiene en ocasiones más de marketing que de realidad.

“Etiquetas como “clean”, “green” y “natural” a menudo pueden ser engañosas para el consumidor, porque no existe una regulación para estos términos, lo que significa que las marcas pueden hacer afirmaciones sin tener que adherirse a un conjunto estándar de reglas o calificaciones. Esta transparencia se logra a través de investigaciones de terceros y estudios clínicos independientes que permiten examinar los productos sin el sesgo del marketing o el estatus de celebridad. Si una marca no puede proporcionar pruebas que respalden sus afirmaciones, las promesas son demasiado buenas para ser verdad”, razona el Dr. Gross a ‘Luxury Volt’.

Pueden establecer alianzas con expertos y con firmas que tienen a sus espaldas años de experiencia

La marca de Pamela Anderson, Sonsie, es una firma 'cruelty free' y vegana en la que el marketing no parece ser un motivo de tales etiquetas, pues la actriz es una conocida activista, por lo que su pasado avala a su firma. Lo que la diferencia del resto de marcas es la asombrosa naturalidad de sus fotos, en las que las arrugas son visibles y en las que Anderson ha sabido capturar su filosofía de vida. Esa es la clave del triunfo de las marcas de celeb, junto por supuesto su eficacia y calidad: que su lema realmente encaje con el estilo de vida de quien da nombre a la firma. También hay que tener en cuenta que ellas tienen acceso a las grandes compañías, por lo que pueden establecer alianzas con expertos y con firmas que tienen a sus espaldas años de experiencia y de investigaciones, y no hemos de olvidar que tienen trato directo con los mejores dermatólogos, por lo que es habitual que trabajen con ellos para crear sus formulaciones.

rare beauty
Cortesía de Rare Beauty
Imagen de Rare Beauty

Sin embargo, la duda final es si realmente merece la pena pagar por una crema o un producto capilar cuyo precio y existencia se debe al apellido de quien la crea cuando en el mercado hay infinidad de productos de calidad avalados por la ciencia. ¿Tiene sentido pagar más por fantasear con que compartimos algo con JLo o con Selena Gómez? ¿Realmente conseguiremos el cabello y el cutis de quienes tienen a su disposición los mejores tratamientos del mercado al comprar sus productos? Posiblemente no, pero mientras que una crema cuesta dinero, soñar es gratis… Así que sigamos soñando.