"La aventura de enfermarte y la voluntad de curarte". Dos días antes de que nos encerraran por pandemia mundial que trajo el coronavirus y de que nuestro mundo sufriese un parón como hasta entonces no habíamos experimentado, a la diseñadora Ana Locking le diagnosticaron cáncer de pecho y su mundo dejó de ser como lo conocía. Una noticia que encajó con miedo, con amigos y con valor, y a la que siguieron cuatro meses duros en los que tuvo que parar, recomponerse y curarse, en todos los sentidos. Llevaba desde 2001 sin parar.

Así comienza nuestro vídeo 'Sin Filtros' con una de las diseñadoras más importantes de nuestro país que siempre fue un poco a contracorriente y que supo hacer de su diferencia, su marca de la casa.

Pero el 2020 también le dio alguna buena noticia, en concreto un gran reconocimiento a toda su carrera como es el Premio Nacional de Diseño. Un premio que recibe con emoción y agradecimiento por parte de una industria en la que siempre se sintió "la rara" por apostar por una moda que iba más allá de lo méramente estético y que podía hacer una crítica social y luchar por determinados derechos. Algo que a día de hoy está totalmente extendido ya que la mejor forma de conectar con el público, como ella misma aclara, es a un nivel emocional.

"No estoy para dar gusto a los demás"

Su punto de inflexión en el mundo de la moda llegó el día en el que se dio cuenta de que no podía agradar a todo el mundo. Su labor era hacer lo que ella quería y trabajar en lo que de verdad creía. "Que la gente se adapte a mí".

"Hay que ser feminista, no hay otra forma de ser mujer"

Ana Locking reconoce haberse sentido discriminada por ser mujer, también el mundo de la moda. Cree en una mujer reivindicativa porque no todo está ganado, porque damos por hecho cosas que no deberíamos y porque aún queda un largo camino hacia la igualdad.