Es una chica de pocas palabras, pero ya lo decía el escritor Carlo Dossi: «Quien habla mucho poco piensa». Pues Stella del Carmen Banderas Griffith (Marbella, 1996) tiene pinta de pensárselo todo, mucho y bien. Hoy descubrimos a una mujer tan interesante como guapa. La última colección de Dior que la viste en este reportaje le sienta como un guante. Y es que los genes le han jugado una buena pasada... Tanto es así que, a plena vista, se podría pensar que ya lo tiene todo. Pero no. Stella del Carmen no va a pararse ahí. Escribe por pasión, ha hecho de modelo ocasionalmente, se preocupa por el medio ambiente a cada paso, acaba de sacar un perfume, 'Alma', con su marca 'beauty', Lightbound, y, en el 'negocio familiar', se ha decantado por la dirección... por ahora. Es hija de dos grandes del cine americano y español, Melanie Griffith y Antonio Banderas; hermana de una de las estrellas más brillantes del momento, Dakota Johnson, y nieta de una de las musas de Hitchcock, Tippi Hedren. Pero esta joven de 24 años, lejos de tener 'pájaros' en la cabeza –como su abuela en la mítica película del director británico– es un diamante que va puliéndose proyecto a proyecto y que promete dar mucho que hablar (a los demás, claro). Es tímida hasta el extremo, lo que también le confiere un halo misterioso que la vuelve aún más seductora si cabe. Nada más verla, se le adivina mucho mundo interior, tal vez porque también tiene mucho mundo exterior. Desde que es una niña, su día a día transcurre entre Los Ángeles y Málaga, entre el 'glam' de la cuna de Hollywood y el calor de la ciudad que la vio nacer, entre dos aguas y un charco enorme –aunque ella chapotea de un lado a otro sin problema mientras chapurrea por el camino nuestro idioma con gracia y soltura–.
En España desde hace unos meses, vino para trabajar como segunda ayudante de dirección de 'Company', el musical que se estrena este 17 de noviembre en el Teatro Soho Caixabank, en Málaga, y que dirige su padre. Ese mismo padre que recordamos con ojitos de felicidad cada vez que paseaba a su niña por la Semana Santa antes de ir a la Malagueta a darse un baño o parar a comer un pincho de tortilla, su plato preferido. Porque no olvidemos que Stella, aunque normalmente viva lejos, es 'made in Spain'. Sabe hacer muy bien la paella, le encantan 'La casa de papel' y su actor Jaime Lorente, escucha a Rosalía, lee a Federico García Lorca, sigue el trabajo del director de cine Juan Antonio Bayona, resalta los logros de la actriz Irene Escolar, se embelesa con las pinturas de la artista Remedios Varo, admira el 'Guernica' y la Alhambra, le gustan las creaciones de la diseñadora Paloma Wool y calza alpargatas para seguir dando pasos firmes.
Eres polifacética y estás llena de energía, ¿con qué nos vas a sorprender en los próximos años?
Me gusta la idea de probar un millón de cosas diferentes antes de abandonar la veintena. Por ahora quiero continuar construyendo mi compañía de fragancias, escribir y dirigir más y seguir explorando diferentes campos.
Ahora estás muy volcada en la dirección, pero ¿te acabaremos llamando actriz también?
Los últimos años me he estado introduciendo lentamente en el mundo de la actuación, aunque prefiero estar detrás de la cámara. Trabajar como asistente de dirección en el teatro resulta enriquecedor, estar rodeada de gente creativa todos los días es realmente inspirador. Me gusta la dirección, ahora mismo disfruto haciendo cortometrajes por diversión o para marcas de amigos. Ya veremos si termina convirtiéndose en un oficio.
También te interesa la escritura... ¿Cómo surgió esa pasión y cómo la desarrollas?
Mi padre, que es un lector empedernido, siempre me animó a escribir, y yo me debato continuamente entre el amor y el odio a la práctica de la escritura. Pero, definitivamente, es parte de quien soy. Ahora sobre todo cuento historias personales o hago reflexiones sobre temas que me interesan.
¿Tienes un autor preferido?
Ottessa Moshfegh, me gusta todo lo que ella publica: novela, ensayo, cuentos...
¿Algún libro español imprescindible?
'La dama del alba', una obra de teatro del dramaturgo asturiano Alejandro Rodríguez Álvarez.
Has hecho de modelo para alguna firma sostenible. ¿Te atrae el mundo de la moda, el de la ecología o ambos?
Ambos. Me atraen mucho la forma en que la moda se está orientando hacia la sostenibilidad y las pequeñas empresas que están surgiendo con esa filosofía. Son firmas que producen artículos de alta calidad, pero en pequeños lotes.
¿Cómo es el estilo de Stella del Carmen?
Clásico y 'cozy'. Me inspiro principalmente en los años 60 y 70 para mis 'looks'. Paloma Wool, Gimaguas, Ciao Lucia, Musier, Carlota Cahis... son mis diseñadores fetiche.
¿Y te preocupa el medio ambiente?
Sí, mucho, pero también creo que es importante transformar esa preocupación en esperanza. No quiero trasladar un mensaje derrotista, sino de esperanza, ya que entre todos podemos cuidarlo y mejorarlo para las generaciones venideras.
¿Cómo?
Está muy bien que incorporemos rutinas y hábitos para minimizar los desechos en el hogar y prioricemos nuestros gestos sostenibles, pero la realidad es que depende de las grandes empresas cambiar el futuro del planeta. Ellas son las responsables del calentamiento global. Los ciudadanos podemos y debemos luchar presionando a nuestros líderes gubernamentales y a los directores de las grandes corporaciones.
¿Tienes algún 'ecowarrior' como referencia?
Admiro a diseñadores como Javier Goyeneche, de Ecoalf, y Stephanie Shepherd, de Future Earth. Son empresarios que han sido pioneros en el respeto medioambiental y la preocupación por hacer una moda sostenible.
¿En qué parte de esta lucha te implicas más?
Sobre todo, en el cambio climático y en la forma en que afecta a las personas vulnerables, a aquellos que viven en la pobreza y, por tanto, son más sensibles a este deterioro ambiental.
¿Cómo es el mundo que querrías dejarle a tus hijos?
Con suerte, uno en el que puedan respirar aire puro y jugar en la calle sin preocuparse por el futuro. Las generaciones anteriores seguramente nunca habrían dado esta respuesta, ya que entonces esta no era una preocupación para ellos, se daba de forma innata.
Cuéntame ese sueño que tienes por cumplir aún.
Construir mi propia familia y crear un bonito hogar, un lugar donde querernos y vivir felices.
¿Cómo te ves a ti misma de aquí a diez años?
Sólo espero que me sienta orgullosa de todo el trabajo, el esfuerzo y la dedicación que haya logrado en esos diez años.
Defíneme qué es para ti la felicidad.
El hecho de poder estar completamente presente en cualquier momento. Poder disfrutar de las cosas en el instante en el que están sucediendo y las estoy viviendo.
¿Qué es lo que detestas por encima de todo?
Las conversaciones vacías. El hablar por hablar, sin sentido alguno. Con lo importante y enriquecedor que es el lenguaje, es una pena malgastarlo...
Si pudieras reencarnarte en otra vida y en otra persona o cosa, ¿quién o qué querrías ser?
Uno de los perros supermimados de mi madre (risas).
Tu madre, Melanie; tu hermana Dakota, tu abuela Tippi... Estás rodeadas de mujeres fuertes y de éxito. ¿Cuáles son las barreras que tenemos nosotras por delante?
Desde mi parecer, la peor es que se nos subestime. Que a las mujeres se las vea como alguien inferior y no se las tenga en cuenta. Es una forma cruel de infravalorarnos.
¿A qué tienes miedo?
A volar.
¿Y qué te arranca una sonrisa?
Ser capaz de restarles importancia a los errores del pasado. El tiempo ayuda a poner todo en su sitio y a darles importancia a las cosas que realmente la tienen. Y, además, ¡todo error conlleva un aprendizaje!
Si te perdieras, ¿dónde te encontraríamos?
En Colorado durante los meses de invierno.
Mientras, vives a caballo entre Los Ángeles y Málaga. ¿Qué tienen cada una de ellas que te guste?
Adoro la historia que encierran ambas ciudades y mi conexión con ellas. Son una constante inspiración. En Los Ángeles, me gusta conducir por sus sinuosas carreteras. En Málaga, en cambio, me encanta caminar y entrar en cualquier restaurante, porque siempre es fácil comer y beber genial.
¿Qué recuerdas con más cariño de tu infancia en Málaga?
Me volvía loca pasar la Semana Santa con mi familia, explorar la ciudad por la noche cuando era niña y vivir experiencias culturalmente tan diferentes y dispares a las que disfrutaba en Los Ángeles.
Dime una expresión popular española que uses.
"¡Me cago en la leche!".
Las palabras que más oyes en español.
"Joder y vale".
¿Y las que más usas tú en español?
"¿Cómo se dice?".
¿Qué olor te hace volver con la memoria siempre a España?
Una mezcla de incienso y jazmín.
* Maquillaje: Vicky Marcos. Peluquería: Vicky Marcos para Sebastian Professional. Agradecimientos: Gran Hotel Miramar de Málaga (www.granhotelmiramarmalaga.com).
