Las bodas de verano se suceden sin cesar y posiblemente ya tengas una o un par de fechas bloqueadas (y bien marcadas) en tu agenda o calendario. Quizás seas de aquellas que ya tienen preparado, con algunos meses de antelación, el estilismo completo con el vestido/conjunto/pantalón, las sandalias de tacón o stilettos, el bolsito o clutch a tono e incluso te ha dado tiempo a hacerte con el tocado o diadema con el que terminarás de epatar a tu grupo de amigas, novia incluida. Pero si eres de las que deja todo para el final, no te preocupes, porque perteneces a la inmensa mayoría de mujeres a las que el trabajo y la vorágine de quehaceres diarios no les permite dedicar suficiente tiempo para buscar un look de invitada con el que acertar en su próximo evento. Tampoco te sientas culpable si entre tus pasatiempos favoritos no se encuentra el de patearte todas las tiendas de tu ciudad en busca y captura de un vestido o conjunto interesante y, puestos a pedir, que sea diferente al típico look de invitada.
Lo entendemos. Hay que tener en cuenta distintas variables como el lugar y la hora de la celebración, si la boda es allegada o te han invitado más por compromiso que otra cosa, la temperatura y condiciones climatológicas que se darán en esa fecha, si el dress code es muy formal o se exige algo más específico... En fin, mil historias que hay que tener siempre en mente cuando se trata de escoger nuestro atuendo y una no siempre está por la labor. ¿Cuáles son los looks, combinaciones y detalles que se llevan en las bodas del verano 2019? En esta tesitura entramos nosotras, siempre con la inspiración más ideal orbitando a nuestro alrededor y que nos encanta ponerte en bandeja: 17 ideas bonitas y actuales para montarte tus looks de boda de este verano y además, aprobadas por las prescriptoras que mejor visten.
Vestido camisero
Si no estás acostumbrada a llevar vestidos en tu día a día, aquí tienes una alternativa que te harán sentir que no llevas el típico vestido de invitada: el vestido camisero tiene ese cuello masculino que lo hace muy fresco y desenfadado. Eso sí, apuesta por un estampado vistoso, así como un modelo que se ciña bien a la cintura y los hombros y un ligero vuelo en la falda para aportar un toque justo de volumen, como el de María Fernández Rubíes.
Minimalismo puro
Y además de plena tendencia de la mano de los vestidos de satén noventeros. Si te apetece destilar una imagen sexy opta por un diseño de tirantes spaghetti, en la gama de los tonos cálidos. Un naranja, un terracotta o un toffee favorecerán tu piel bronceada de manera especial.
Un kimono exótico para cubrirte
Con bordados orientales muy delicados, es un recurso estético ideal para acompañar tu vestido de satén minimal o cualquier otro diseño sencillo en color liso.
Tonos ácidos
¿Y si pruebas el efecto vibrante de un tono como el verde pistacho, el manzana o un precioso lima? Es el que lleva Sheila Conde combinado con dorado, strass y verde oscuro metalizado. Como ves, por sí solo el vestido lima es una opción espectacular, que lleva tu look al siguiente nivel.
Lilas y lavandas
Si prefieres un tono más suave, otro de los colores de moda de esta temporada es el lavanda. Lucía Bárcena lo lleva en un precioso diseño de escote halter y espalda descubierta con plata y negro en los accesorios.
Con accesorios naturales
Para bodas celebradas en el campo o una finca con un terreno en el que sabes que es difícil caminar con tacón, no lo dudes y apuesta por la versión más sofisticada de las alpargatas. En tonos metalizados, se mimetizarán sin esfuerzo en un vestido de estampado floral o tipo Missoni, con mil rayas.
Lo mismo con otros accesorios, las fibras naturales o la madera dan el toque chic y relajado a bolsitos y clutch para llevar con vestidos de estilo bucólico.
Cuadros vichy ¿por qué no?
A priori, parecen sacados de un contexto campestre, pero si incorpora cortes sofisticados como unos volantes, un mono largo y además lo combinas con sandalias de tacón y un tocado o sombrero elegante, se alza como una de las alternativas diferentes con las que triunfar entre las demás invitadas.
Manga larga
¿Enlace en el norte o en la sierra con posibilidad de que haga fresquito? Una manga larga y de tejido ligero será la mejor opción para conseguir un estilismo elegante y acorde con las circunstancias.
Topitos y lunares, un acierto
Son un clásico, pero visten como ningún otro estampado. Pruébalos a través de diseños cruzados, asimétricos y/o drapeados ¡deslumbras seguro!
Y con diadema es TOP
Apunta uno de los combos del verano: vestido de lunares + diadema con volumen. No hay nada más efectista.
Prints singulares
Si ya estás un poco cansada de los estampados de siempre, los motivos de frutas pueden responder a tu sed de novedad. Piñas, fresas, cerezas, limones o todos a la vez, como el maravilloso vestido de Tiffany Hsu, estarán a la altura de tus expectativas.
Matchy matchy
Lisos o estampados, los conjuntos de dos piezas saltan de la playa a la ciudad, y de ésta a las ocasiones especiales como las bodas. Estos dos piezas nos resultan ideales para bodas de mañana.
Tocados únicos
Tiras de rafia natural, plumas de pavo real o pompones son los nuevos elementos y texturas de los tocados más de moda esta temporada, que te hacen el look con solo colocártelo sobre la cabeza. No tienes que hacer casi nada más.
Sandalias de plataforma
Las sandalias de tiras y suela fina son un básico entre las invitadas de boda, pero los modelos con plataforma le están tomando la delantera gracias a que son más cómodos e infinitamente más chic.
Trajes sastre livianos
No tragas con los vestidos, vale, así que has decidido ir en pantalón. Hazlo con un traje ligero compuesto por blazer y pantalón fluido amplio, en un color bonito y favorecedor como el menta.
Espaldas especiales
Nos encantan las espaldas bonitas, como ésta de tiras cruzadas entre sí. Recógete el pelo en un moño semi deshecho o trenzado imperfecto para lucirlo en toda su expresión.
Flecos ¡que empiece la fiesta!
Los diseños aderezados con flecos tienen la particularidad de vibrar al compás de tus movimientos, así que prepárate para atraer miradas cuando llegue el momento de pisar la pista de baile.
