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Penélope Cruz siempre ha tenido un lado maternal. Ha sabido esto durante la mayor parte de su vida, desde antes de convertirse en madre de sus dos hijos, e incluso antes de convertirse en una de las actrices más famosas del mundo por todas las películas que ha hecho.
“Siempre tuve un instinto maternal muy fuerte, siempre”, dice Cruz. “Desde que era una niña, desde que tenía como cinco años, he estado haciendo el papel de madre y diciendo que seguro que quería tener hijos cuando fuera adulta. Siempre vi eso en mí. Pedro Almodóvar vio eso en mí, y en la mayoría de las películas que he hecho con él, he sido madre o estaba dando a luz en un autobús”. Ella se ríe.
No está equivocada. Ya sea como Raimunda en Volver de 2006 o su interpretación nominada al Oscar como Janis en Madres paralelas de 2021 (Almodóvar dirigió ambas películas), la actriz ha estado conectada a lo largo de su carrera con temas de paternidad e instinto maternal. En L'immensità de Emanuele Crialese, estrenada este mes, ella interpreta a Clara, una mujer que se derrumba bajo la presión de un matrimonio turbulento mientras se mantiene fuerte para su hijo, Andrew, quien se está dando cuenta de que es trans.
“No busco eso a propósito, pero recibo muchos guiones interesantes que presentan grandes papeles de madres. Hago otras cosas, pero siento una gran atracción por algunos de esos roles”, continúa Cruz. “Pero [ L'immensità ] fue fascinante para mí porque en esta película ella es una verdadera heroína”.
La película describe de manera conmovedora la propia educación de Crialese como un niño trans que creció en los años 70. Cruz interpreta a su madre, Clara. Como muchas mamás de ese período, o cualquier mamá de cualquier período, ella no tiene todas las respuestas que busca su hijo. Lo que sí tiene es la comprensión de que él necesita amor y el espacio para preguntarse y soñar, que ella trabaja para darle incluso cuando su propia salud mental se está desintegrando debido a su relación con su esposo infiel y abusivo.
“Hay tanta represión y opresión al no dejarla ser ella misma y no dejarla ayudar a sus propios hijos a ser ellos mismos”, dice Cruz. “Es realmente desgarrador cómo Emanuele cuenta esa historia, cómo habla sobre la violencia doméstica y las personas que se sienten atrapadas en sus cuerpos, en sus familias y en su entorno. La única salida para Clara y Andrew es soñar, soñar a través de la conexión con ese pequeño televisor que tienen, donde se escapan e imaginan que son estos personajes que amaban”.
Las secuencias oníricas de Clara y Andrew conforman algunos de los momentos más tiernos de la película. Ambos personajes se turnan, por separado y juntos, recreando números musicales icónicos interpretados originalmente por las famosas cantantes italianas Raffaella Carrà y Patty Pravo. (Los fanáticos de Cruz desde hace mucho tiempo pueden recordar su papel de Carla en Nine de Rob Marshall ). Las bandas de jazz a todo volumen, la coreografía de alta energía, los disfraces glamorosos: todos son símbolos de la alegría y la libertad que Andrew y Clara quieren ver en Sus propias vidas.
“Bailé durante 18 años de mi vida, así que tener la oportunidad de traer eso de nuevo aquí fue especial. Interpretando a estos iconos, como Raffaella Carrà y Patty Pravo, crecí imitando a Raffaella para mis abuelas y sus amigos. Ella era un icono para nosotros”, dice Cruz. “Esos números musicales representan el escape y la supervivencia. Es como, 'Soñemos durante dos horas, de lo contrario vamos a perder la cabeza en esta casa'. Mi vida no fue así mientras crecía. Yo era una niña feliz, pero es verdad que encontré algo en común con esa relación con la tele. A través de la televisión descubrí lo que quería hacer en mi vida: quería explorar otras realidades”.
L’immensità, en cierto modo, pretende ser una historia sobre una época específica, que demuestra el poco lenguaje tenía la sociedad dominante para entender lo queer hace solo 50 años, y cómo el entretenimiento podría ser un salvavidas.
“[En ese entonces] tenías el periódico y tenías dos canales, y eso es lo que había. El hecho de que no hubiera tanto para elegir también tenía sus ventajas”, dice Cruz. “La velocidad de las cosas ahora no creo que sea muy saludable para ningún cerebro, especialmente para los cerebros en desarrollo. Es algo que siempre me preocupa: la velocidad de las cosas ahora en comparación con la velocidad de las cosas antes, y la cantidad de distracciones que se nos presentan. Solías tener permiso y tiempo para aburrirte cuando eras niño. Y en esta película, ves que todavía están en esa frecuencia y puedes ver que hay algo muy saludable en eso”.
Pero si bien la película es una especie de cápsula del tiempo cinematográfica, sus temas centrales aún se sienten urgentes. En 2023, cuando los derechos trans y la cultura queer están constantemente amenazados, L'immensità sirve como un recordatorio de lo lejos que hemos llegado y de lo mucho que nos queda por recorrer.
“Hay tantas personas en todo el mundo en esta situación que, incluso dentro de su propia familia, no pueden decir cómo se sienten. Tienen miedo de ser rechazados y de no ser comprendidos”, dice Cruz. “[Firmé para hacer esta película porque] Emanuele es un hombre muy especial. Ha pasado por mucho en su vida. Es alguien que no juzga a otras personas. Me encanta su manera de contar historias desde un lugar de juicio cero. Sentí la necesidad de ser parte de esta aventura con él al contar esta historia”.
