Hay vestidos que pase el tiempo que pase, forman parte de la historia, de la memoria colectiva. Ya sea un personaje mítico de una película, como el vestido midi negro de Audrey Hepburn en Desayuno con Diamantes, o los vestidos pomposos de Lo Que El Viento Se Llevó. En cuestión de famosos, ocurre lo mismo, incluso los adoptamos como modelos a seguir.
Seguir los looks de gente a la que admiras es una forma sencilla de encontrar tu estilo, probar y acertar en lo que te sienta bien. Hay vestidos que incluso se relacionan con una persona, pasando a la historia tanto el personaje como su look. Jennifer López marcó un antes y un después con su Versace verde escotado de los 2000, Britney Spears y su top rosa con una serpiente puesta al cuello.
Pero si existe un modelo a seguir que pase el tiempo que pase es siempre uno de los más imitados, admirados y seguidos, ese es el estilo de Lady Di. Diana fue, es y será uno de los mayores iconos de la moda, desde su vestido ochentero de novia, pasando por su icónico jersey rojo con ovejas, hasta el ya símbolo del despecho: el vestido de la venganza.
El estar despechada o no es un mero detalle que añade más dramatismo este icónico vestido. Sus reinterpretaciones son constantes y la última en sumarse a ello es ni más ni menos que Stella del Carmen Banderas, hija de Antonio Banderas y Melanie Griffith.
Stella Banderas, la nueva Lady Di
La hija de uno de los matrimonios más añorados del mundo hollywoodiense se convirtió la noche de ayer en el centro de atención de la presentación de la nueva colección de la joyería española Rabat. No solo su parecido a su madre fue la razón de ser la protagonista, sino que su vestido podría ser perfectamente una reinterpretación de los vestidos más icónicos de Lady Di.
Stella del Carmen Banderas reinterpreta el mítico vestido de la venganza, en una versión de largo. Se trata de un vestido ajustado y largo, negro, con los hombros completamente al descubierto y con un escote hiper pronunciado, con joyería de Rabat. Una reinterpretación que nos fascina.
