Aunque estemos más cerca que nunca de que las fechas navideñas inunden todas las casas, las cenas navideñas y organizar los regalos con los que despertar bajo el árbol y sus luces, la realidad es que el resto de cosas y celebraciones continúan a la par, como por ejemplo las bodas. Hay quien prefiere casarse en pleno verano casi sintiendo los pies mojados y las cosquillas que produce la arena al pisar, y hay quien se imagina siendo una autentica reina de las nieves, con una capa y rodeada de todos sus seres queridos bien juntitos para entrar en calor.

Sea cual sea la época del año, lo cierto es que da igual la fecha, a todas nos gusta una buena boda, en la que pedir cita para la peluquería y maquillaje con varios meses de antelación y tener el look perfecto. En verano las opciones de vestidos es muy pero que muy amplia, pero si pensabas que ocurría lo contrario en invierno, hemos encontrado una opción a la que es difícil de resistirse y un gran ejemplo que descubrimos con Isabelle Junot.

El vestido de invitada de invierno de Isabelle Junot

Si por algo es bien reconocido el estilo de la marquesa de Cubas es por ser el mejor ejemplo de cómo ser una invitada de 10. Da igual si es en verano, primavera u otoño, la realidad es que siempre tienen el vestido indicado con el que acertar. Si andabas corta de ideas para ser invitada de invierno y el tiempo no juega a tu favor, atenta a Isabelle.

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Un espectacular vestido de invitada que se mire por dónde se mire, es un sí quiero sin dudas. Se trata de un vestido largo en verde oliva estampado, con un cuerpo con escote corazón, mangas caídas abullonadas que dejan los hombros al descubierto, y una falda con un vuelo digno de una princesa. Para rematar el outfit, una diadema con el mismo estampado a juego. Lo mejor de este look, que es de firma española, concretamente de Tot-Hom.