Reconócelo. En cuanto las tiendas empiezan a sacar sus colecciones de verano y haces tus primeras compras te mueres de ganas por estrenarlas, sin importar las bajas temperaturas del final del invierno. El cuerpo te pide que te pongas un jersey de lana gorda y unas botas, pero tu cabeza ya está suspirando por vestidos de manga corta y colores vitaminados.
Hoy Letizia nos ha demostrado con su look que, aunque cada una tengamos nuestro propio estilo, hasta una reina es incapaz de resistirse al extraño placer de estrenar ropa. Incluso podríamos decir que ella lleva este capricho un punto más allá, porque las temperaturas de esta mañana en Galicia rondaban los 6 grados y hemos podido verla pasearse por el Parador de los Reyes de Santiago de Compostela con un vestido de manga corta en color azul, firmado por Bottega Veneta.
Letizia se encontraba en la capital gallega, en la que amanecía entre lluvias torrenciales, para asistir a la presentación del proyecto "Digitalizadas". Y a pesar de dar unas palabras, lo que más ha llamado la atención en este viaje de la reina ha sido sin duda su look primaveral. Porque pocos se habrían atrevido a llevar ese vestido con las condiciones climatológicas en las que se encontraba la ciudad.
¿Estaría quedándose helada o es que tiene una capacidad de tolerancia al frío inhumana? Es la pregunta que se ha hecho todo el mundo en las redes. Aunque después hemos visto cómo salía del evento con un abrigo y un paraguas y hemos podido comprobar que no tiene poderes sobrenaturales, simplemente quería estrenar su nueva adquisición y los escasos grados del norte de España no se lo han impedido.
Un poco como Phoebe el día de su boda con Mike, que tuvo que casarse en la calle en plena nevada y no quiso taparse su precioso vestido con un abrigo.
