En vísperas de la boda entre Meghan Markle y el príncipe Harry el próximo 19 de mayo, los fans de la pareja no paran de hacer apuestas sobre todos y cada uno de los detalles que rodearán la ceremonia: desde quiénes serán las damas de honor de la novia hasta cómo será el vestido que lleve.
Sin embargo, algunos detalles, bastante... raros por otro lado, están más que garantizados.
Estas son las tradiciones y reglas que Meghan Markle y Harry seguirán el día de su boda:
1. En el ramo de Meghan no puede faltar el mirto
Meghan Markle no faltará a su palabra y la memoria de Diana estará muy presente durante la ceremonia. Como homenaje a la "princesa del pueblo", Meghan ha decidido que su ramo de novia se haga con rosas blancas, las favoritas de Diana.
Las rosas blancas también estarán presentes en los adornos florales de la iglesia junto con las peonias (la flor favorita de Meghan) y las dedaleras, según informa la BBC.
Sin embargo, según el Evening Standard en el ramo también habrá, al menos, una ramita de mirto, siguiendo una tradición establecida por la familia real británica.
Desde que la reina Victoria la incluyera en su ramo de novia allá por 1840, esta flor, símbolo del matrimonio, el amor y la esperanza, ha formado parte de los ramos de todas las novias pertenecientes a la familia real. ¡Ah! y no se puede tratar de cualquier ramita de mirto, sino que tiene que ser del ejemplar que plantó la reina Victoria tras su boda y que, según se dice, se encuentra en los jardines del Palacio de Fulham.
2. La novia depositará el ramo en la Tumba del Soldado Desconocido
Esta tradición la comenzó Elizabeth Bowes-Lyon, la madre de la reina Isabel, tras su boda con Jorge VI en 1923 como homenaje a su hermano Fergus, caído en la batalla de Loos durante la Primera Guerra Mundial.
En 2011, una vez concluida la ceremonia, Kate Middleton depositó su ramo sobre la Tumba del Soldado Desconocido, situada en el interior de la Abadía de Westminster, la única tumba del templo que no se puede pisar.
Es bastante probable que Meghan siga su ejemplo.
3. El novio debe vestir uniforme militar
Otra tradición que se remonta a la época de la reina Victoria, cuando su marido, el príncipe Alberto, vistió de uniforme para la boda. Desde entonces, todos los miembros varones de la familia real, entre ellos el príncipe Felipe, el príncipe Carlos, el príncipe Andrés y el príncipe Guillermo, han ido de uniforme.
El príncipe Eduardo ha sido el único que no lo ha llevado, ya que aún no tenía ninguna distinción militar cuando se casó. Llevar uniforme militar sin haber alcanzado ningún rango no hubiera sido lo más apropiado.
Así que, con toda seguridad, el príncipe Harry – que sirvió en el ejército durante diez años, durante los cuales participó en dos misiones en Afganistán – irá de uniforme.
Ya para la boda de su hermano en 2011, llevó el uniforme de capitán de los Blues & Royals de la Household Cavalry.
4. En la iglesia, la familia real debe sentarse en los bancos de la derecha
Esto solo sucede cuando es el novio quien pertenece a la familia real. Si es una princesa la que se casa, entonces la familia se sienta en el lado izquierdo.
Hace cientos de años, no era raro que, durante la ceremonia, se raptara a la novia para hacerse con su dote. A fin de evitarlo y que el novio tuviera la mano derecha libre para poder usar su espada, la novia se situaba al otro lado (a su izquierda).
5. El anillo de la novia debe contener oro galés
La tradición dice que el anillo de boda de la novia debe contener oro de Clogau, es decir oro galés. Hay que remontarse hasta 1923, a la boda de Jorge VI con Elizabeth Bowes Lyon (la reina madre, la bisabuela de Harry), para llegar al origen de esta tradición.
Según informa el diario The Telegraph, la familia real cuenta con una pepita de oro procedente de la mina de Clogau St David, ya cerrada y situada en Bontddu, en el norte de Gales.
Además de utilizarse en el anillo de la reina madre, también se usó para los anillos de boda de la reina Isabel, de la princesa Margarita, de la princesa Ana y de Lady Di.
En 1981, se entregó a la reina Isabel una pepita de 36 gramos de oro de Clogau para que se utilizara en futuros anillos, parte de la cual ya fue utilizada para el anillo de boda de Sarah Fergusson, la duquesa de York.
La duquesa de Cornwall también lleva un anillo con oro galés, al igual que la cuñada del príncipe de Harry, Kate Middleton.
6. Tiene que haber pastel de frutas en el menú de boda
A pesar de que Meghan y Harry ya han encargado a la chef Claire Ptak un pastel de flor de sauco y limón para la boda, se cree que la pareja también tendrá su tradicional pastel de frutas.
El pastel de frutas de la boda de los duques de Cambridge tenía ocho pisos y estaba decorado con 900 flores glaseadas.
La reina Victoria, la reina Isabel, el príncipe Carlos... todos tuvieron su pastel de frutas en su boda.
7. Habrá una foto de boda oficial
Siguiendo la tradición, Meghan y Harry posarán junto a los miembros de la familia real para el retrato de boda oficial. Será la primera vez que veamos a Meghan junto a todos los miembros de la familia real.
Como ocurrió con el príncipe William y Kate Middleton, se espera que, al menos en una de las fotos, Harry y Meghan estén acompañados de sus padres, Doria Ragland y Thomas Markle, por un lado, y el príncipe Carlos y la duquesa de Cornwall (la madrastra de Harry) por otro.