Primero todo apuntaba a que la firma Ralph & Russo se encargaría de diseñar el vestido de novia de Meghan Markle. Hace una semanas todo dio un giro cuando las tornas cambiaron y una serie de movimientos internos dentro de Erdem hicieron que esta firma británica encabezara la lista por hacerse con el diseño más importante del año.
Pues cuando ese dilema todavía no se ha aclarado, ahora entra en escena un segundo vestido de novia. Según ha declarado una fuente cercana a la novia a la revista Vanity Fair, Meghan "llevará dos vestidos, uno para la ceremonia y otro para la noche".
"El plan es que cambie después de la ceremonia para que pueda pasar la noche en algo glamuroso y menos restrictivo. Meghan no puede esperar para poder sorprender a todos, especialmente a Harry. El vestido de novia en sí será tradicional y elegante. Se habla de encaje y con mangas y Meghan ha trabajado muy estrechamente con el diseñador que ha jurado guardar el secreto", afirmó la fuente.
Si ya tenemos ganas de ver el primer vestido, casi nos apetece más el segundo porque todo apunta a que en ese diseño veremos a una Meghan mucho más libre y fiel a su estilo.
Tampoco es que la futura duquesa de Sussex vaya a ser la novia más original del mundo. Numerosas 'royals' como Alessandra de Osma o Beatrice Borromeo ya optaron por cambiar de look para la celebración de su enlace.
Incluso su cuñada, Kate Middleton, también hizo lo mismo tras la ceremonia religiosa, luciendo después en un encuentro íntimo con sus invitados en Buckingham Palace un diseño palabra de honor con volumen en la falda y un cinturón de diamantes combinado con un bolero de piel, que también fue diseñado por Sarah Burton para Alexander McQueen.
