La boda de Meghan Markle y Harry se ha convertido en los últimos días en una montaña rusa llena de emociones y noticias, que van desde lo más alto hasta el bajón más absoluto. Pues en esto último es donde se encuentra la novia en relación a su padre, Thomas Markle.

Quedan tan sólo 48 horas para la 'Royal Wedding' y desde hace varios días ya sabíamos que Thomas no iba a asistir al enlace después de ser pillado por negociar unas fotos con una agencia a cambio de unos 100.00o dólares. Y ya tenemos la confirmación oficial.

La primera que lo debe estar pasando fatal es Meghan, porque es su padre, porque le ha fallado en uno de los momentos más importantes de su vida y porque en medio se encuentra nada menos que la Familia Real inglesa, que está a punto de ser la suya y que sin comerlo ni beberlo se ha visto en medio de la polémica.

Ante este revuelto por fin ha llegado la reacción oficial de Meghan a través de la cuenta oficial de Kensington Palace en Twitter, donde confirma lo que ya sabíamos: Thomas no sólo no llevará al altar a su hija, es que no asistirá a la boda: "Tristemente, mi padre no asistirá a nuestra boda. Siempre me ha importando la salud de mi padre y espero que tenga el espacio que necesita para centrarse en su recuperación", comenta la actriz.

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Meghan no hace referencia en el comunicado al comportamiento de su padre, cosa que entendemos a la perfección aunque lo que ha hecho el iluminador no tiene excusa, y trata explicar su ausencia en el ataque al corazón que sufrió hace una semana... pero como sabemos que el infarto no iba a impedirle ir a la boda (lo había dicho él mismo), sólo nos queda sacar una conclusión muy sencilla: No va a la boda por su comportamiento inadecuado.

La nota de Meghan termina con un "Quiero agradecer a todas las personas que me han ofrecido su apoyo y su cariño; y sabed lo importante que es para Harry y para mí compartir el día del sábado con todos vosotros".

Meghan Markle y príncipe Harrypinterest
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En declaraciones a TMZ, Thomas ha querido reforzar la idea de que no asiste a la Boda Real por su salud, ya que tras el infarto y después de que hayan tenido que ponerle unos stents permanece ingresado en un hospital. Y ha dicho: "Estoy bien pero tardaré un tiempo en recuperarme. Tendré que quedarme unos días más y no se me permite hacer ejercicio".

Pues quien parece que no está nada contenta con lo que está sucediendo con el padre de Meghan es la propia reina Isabel II, que parece estar "muy enojada". Y no sólo ella; según ha declarado al periódico británico The Daily Express una fuente cercana a la Familia Real: "Lord Chamberlain, Su Majestad y el Duque están muy enojados con el padre de Meghan. Hablarán con él sobre el protocolo real".

La reina Isabel IIpinterest
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Difícil parece ser conseguir la aprobación y el cariño de la Reina Isabel, y si no que se lo digan a Camila Parker Bowls, pero tenerla enfrente seguro que es un mal trago que nadie quiere pasar. Así que aquí va un consejo: ¡Ojo, Thomas, no vuelvas a repetirlo!