Desde que el pasado mes de noviembre se hiciera oficial el compromiso entre el príncipe Harry y Meghan Markle, cada detalle nuevo que íbamos conociendo sobre la boda real ha suscitado un interés como nunca antes habíamos visto. Después esperar durante meses con el 19 de mayo marcado en rojo en el calendario, por fin estamos en la víspera de la boda del año.
Todo está a punto para que cada detalle salga a la perfección durante este día tan especial para la Casa Real Británica, incluido el vestido de novia de Meghan Markle, que sin duda será la gran sorpresa de la boda real.
Hace unas pocas horas el príncipe Harry y Meghan Markle salían juntos en coche de Kensington Palace para dirigirse a Windsor, donde se celebrará la boda.
Al llegar a Berkshire, el condado en el que se encuentra el Castillo de Windsor en el que contraerán matrimonio, el príncipe Harry ha ido a visitar la capilla en la que se celebrará la ceremonia acompañado de su hermano William. Allí les esperaban miles de admiradores para darle todo su apoyo.
Mientras tanto Meghan Markle ha llegado al hotel Cliveden House con su madre, Doria Ragland, donde se hospedarán la noche antes de la boda real del año.
Allí también había muchísimos ciudadanos y paparazzis esperándola. Como siempre Meghan les ha dedicado una sonrisa y ha contestado: "Maravillosamente, gracias", cuando le han preguntado cómo se sentía a escasas horas antes de su boda con el príncipe Harry. Debe ser la única porque el resto del mundo no podemos controlar más los nervios.
