A finales de los años 50 comenzó a distribuirse de forma clandestina en Francia el libro Emmanuelle, dividido en dos partes, La lección del hombre y La antivirgen. El editor Eric Losfeid supo ver que en aquel relato de una joven francesa que se reunía con su marido en Tailandia para descubrir los encantos de la vida libertina había un clásico moderno de la literatura erótica, como también lo serían Historia de O, de Pauline Réage, o Historia del ojo, de Georges Bataille. Tenía razón; la forma de entender el sexo del libro era muy de su país y muy de su época, como un arma de exploración y autoconocimiento en el que toda represión burguesa debía dejarse a un lado. Cuando el libro se publicó de forma oficial ya en los 60, superada la censura, el famoso polvo en el avión con el que se inicia el relato popularizó la fantasía de tener relaciones sexuales durante un vuelo, algo que además con el auge del turismo empezaba a ser asequible a cada vez más gente.

La persona que firmaba el libro, Emmanuelle Arsan, invitaba además a pensar que se trataba de un relato autobiográfico, con lo que el morbo extra estaba servido. En una de sus ediciones, Losfeild distribuyó una foto de la “auténtica” Emmanuelle Arsan desnuda, de espaldas, con cabellos negros que caían hasta su cintura, escribiendo su libro en Pattaya. Tras esa foto y ese nombre estaba Marayat Rollet-Andriane, una mujer tailandesa casada con un diplomático francés establecido en Bangkok… casi justo como la protagonista del libro.

marayat rollet andriane
Evening Standard
Marayat Rollet-Andriane

Marayat Bibidh había nacido en Bangkok en 1932, con ancestros tailandeses y franceses bien relacionados. Según la autora Laura Cremonini, “descubrió su sexualidad en compañía de su hermana pequeña Vasana”. Siguiendo la versión más telenovelesca, Marayat estudió en el internado suizo de Le Rosey (el de “los reyes”), y durante un baile celebrado allí conoció a Louis-Jacques Rollet-Andriane. Ella tenía 16 años y él 30. Se casaron años después, después de que ella obtuvo su título en lenguas extranjeras y se mudaron a Bangkok, donde él trabajaba como miembro de la delegación francesa de la Unesco. Tuvieron dos hijas, Sophie y Danièle. Ahí se acaban las semejanzas con una familia tradicional. Bien relacionados, vivieron cinco años en Venecia y Roma en los años 60, durante los que trataron a Dado Ruspoli, aristócrata hedonista miembro de la jet set y rumoreada inspiración de La dolce vita. La filosofía de Ruspoli sobre el sexo como un arte sin tabúes hizo que el matrimonio Rollet-Andriane se dirigiese a él como “guía espiritual” y “sumo sacerdote del amor”. A caballo entre Francia y Tailandia, la pareja formó parte de la construcción de Bangkok como una ciudad de libertad sexual en la que las orgías e intercambios de pareja eran frecuentes, dentro de un círculo de conocedores e iniciados. En este contexto nació Emmanuelle, a la que seguirían otras novelas eróticas.

marayat andriane y el actor steve mcqueen
Sunset Boulevard
Marayat Andriane (Emmanuelle Arsan) y el actor Steve McQueen

Relativamente pronto se reveló que quién escribía los libros era en realidad el marido, Louis-Jacques Rollet-Andriane. Al parecer, preocupado por si la imagen de autor de literatura erótica perjudicaba su carrera diplomática, Louis prefirió utilizar a su mujer como escritora falsa, que además tenía la gracia de ser una mujer y tailandesa. Bella y exótica para la mentalidad occidental, Marayat funcionaba muy bien. Algunos defienden la teoría de que los libros los escribían ambos o siempre fue ella en realidad la autora, o que correspondían a las experiencias que habían pasado juntos. El juego de identidades era difícil de desentrañar. Mientras, en el 66, con el nombre de Marayat Andriane, ella inició una carrera como actriz que tuvo el poco fastuoso recorrido de dos películas y un capítulo de una serie de televisión. En la primera, El Yang-Tsé en llamas, coincidió con Steve McQueen, con quién se rumoreó que había mantenido un affaire. La segunda fue Laure, en el 76 de la que fue acreditada como guionista y directora, además de como actriz, aunque de nuevo, el nombre de Emmanuelle Arsan se utilizaba como estrategia publicitaria y su autoría en el filme era inexistente. Para reforzar el marketing, Laure fue también distribuida como Forever Emmanuelle.

Para entonces ya se había estrenado, en el 74, la película Emmanuelle, que supuso un éxito mayúsculo. Mientras en Estados Unidos Garganta profunda se convertía en un hit, en Europa el terreno estaba ya abonado para que las películas de porno blando, algunas clasificadas X, trascendiesen las fronteras de su género y llegasen a ser verdaderos fenómenos culturales. En España, la gente peregrinaba a los cines franceses cercanos de la frontera para poder verla. Sylvia Kristel, la protagonista, una modelo holandesa, se convirtió en una celebridad de la noche a la mañana, pero no le fue bien. Años después contaría que su vida privada y su carrera se habían malbaratado por su adicción a la cocaína. Por su parte, el matrimonio aprovechó el tirón publicando una revista erótica con ese nombre, distribuida también en España.

cartel de la película emmanuelle
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Cartel de la película Emmanuelle

Emmanuelle dio pie a multitud de secuelas, algunas dentro del canon, otras no, cada vez más delirantes y menos relacionadas con la película y el libro original, con la que solo acababan teniendo en común el nombre de Emmanuelle en su título. Una “Emmanuelle” pasó a ser un término con vida propia, como una “Lolita”. Las elucubraciones en torno a quién era realmente Emmanuelle Arsan permanecían. En los 80, Marayat y Louis-Jacques Rollet-Andriane se establecieron en Francia, en una mansión que llamaron Chantelouve d'Emmanuelle. Ahí entró en escena, como en un pasaje de sus obras, Nitya Phenkun, antigua secretaria y amante de Louis. Nitya acabó mudándose con ellos formando un armonioso ménage à trois.

Pero los últimos años de la pareja tuvieron un regusto amargo. Enferma de esclerosis sistémica, Marayat tuvo que permanecer varios años en cama y acabaron amputándole las piernas. Murió en 2005. Louis-Jacques publicó, esta vez firmado ya con su nombre, un poemario dedicado a su esposa fallecida titulado “Libro de las cenizas de Emmanuelle”. Él fallecería tres años después. Nitya Phenkun se convirtió en la depositaria de los derechos de Emmanuelle, un mito que goza de buena salud. Acaba de anunciarse un remake de la película que será protagonizado por Léa Seydoux.